El PP valenciano no tenía ningún reclamo para forzar a la izquierda a sentarse a hablar y negociar la renovación de los órganos estatutarios caducados desde final de la anterior legislatura (entonces fue el PP quien frenó un acuerdo casi cerrado). El PP no tenía nada con que obligar al PSPV a negociar hasta ayer. La renuncia de la exconsellera de Justicia y hasta ayer vicepresidenta segunda de Les Corts, Gabriela Bravo, ha generado un auténtico problema para el partido que la ha acogido durante la última década. Bravo, que había sido portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), fue un fichaje de Ximo Puig para el primer gobierno del Botànic (2015).
Ahora, tras su renuncia al acta y a su puesto en la Mesa de Les Corts, el PSPV tiene que lograr que los populares consientan a los socialistas relevarla del órgano de gobierno del Parlamento autonómico. Sin embargo, el PP podría buscar una entente con Vox y dejar fuera de la Mesa al PSPV. En un contexto de total crispación y de puentes rotos entre los distintos grupos, este escenario no es descartable.
Nuevo escenario
El PSPV apela a respetar la “pluralidad” del Hemiciclo, el PP responde que hay que sentarse a negociar
El portavoz del grupo parlamentario socialista, José Muñoz, apelaba ayer a “la pluralidad” que debe representar la Mesa del Hemiciclo para subrayar que la vacante de Bravo “corresponde al PSPV”. Vox tiene un representante en la Mesa; Compromís, otro; el PSPV tenía a Gabriela; y el PP (partido mayoritario) tiene dos.
Muñoz apuntó que sería una “anomalía” que no se representara en este órgano de gobierno el peso de cada uno de los grupos parlamentarios, al tiempo que recordaba que en otros tiempos de confrontación política el PP no se opuso a que los socialistas pudieran hacer cambios en la Mesa. Los populares permitieron el cambio de Ángel Luna por Ana Barceló.
Sin embargo, en el PP recordaban que esta renovación no es automática y se tendrá que votar. Los populares esperan que los socialistas le digan su propuesta de candidata a la vicepresidencia segunda antes de hacer una contraoferta. Y es que los populares pueden aprovechar la nueva coyuntura para forzar al PSPV a sentarse a hablar de otras renovaciones pendientes: los órganos estatutarios que la izquierda no quiere negociar con la excusa de que cualquier renovación propiciaría “la entrada de la extrema derecha” en estas instituciones.
Ayer, la portavoz adjunta del PP en Les Corts, Laura Chulià, indicó que la renuncia de Bravo -a la que deseó lo mejor- devuelve todo “a la casilla de salida” y obliga a los partidos a “volver a sentarse”. Respecto a la renovación pendiente de los órganos estatutarios, Chulià enfatizó la “obligación moral” de renovarlos y mostró su esperanza de encontrar “en el mismo camino al resto de grupos parlamentarios”.