Les duele que se diga que han rechazado todas las alternativas cuando ninguna de las anunciadas ha resultado factible. Los comerciantes que gestionan los tradicionales puestos de artesanía y souvenirs conocidos como 'hippies' de La Explanada, el famoso paseo marítimo de Alicante, han cerrado hoy sus puestos al cumplirse la fecha límite ordenada por el Ayuntamiento de la ciudad para el cese de una actividad que -con alguna breve interrupción- ha permanecido en la zona durante 45 años.
Su concesión administrativa está vigente, suscrita hasta 2026, pero ellos aceptaron la decisión del pleno municipal de abandonar antes la zona bajo la promesa -que el Consistorio no reconoce pese a que existen numerosos testimonios publicados al respecto- de ser trasladados a la zona que ocupa hoy el aparcamiento de la playa del Postiguet, a unos 800 metros en línea recta.
Les duele que se diga que han rechazado todas las alternativas cuando ninguna de las anunciadas ha resultado factible
Sin embargo, el proyecto de reforma que el Ayuntamiento previó ha pasado al cajón de los asuntos pendientes y el parking sigue ahí, por lo que se negó esa alternativa. Tras mucho tira y afloja, la concejalía de Ocupación de Vía Pública propuso ubicar las casetas entre el Hotel Meliá y la playa, en un triángulo de terreno cuya gestión corresponde al Servicio Provincial de Costas.
Sin atender a las advertencias de la oposición municipal, que respalda a los comerciantes, la concejalía causó una pérdida de tiempo innecesaria al obligar a los afectados a presentar toda la documentación en su nombre. Costas aclaró que debía ser el propio Ayuntamiento el solicitante. En el proceso, los hoteles de la zona habían presentado alegaciones a un plan que, a su juicio, generaba problemas a su actividad, por lo que la propuesta también fue desechada.
Varios de los comerciantes de los puestos de La Explanada, concentrados en la zona esta mañana
Por último, la última oferta nació de una gestión del alcalde Luis Barcala con el presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Luis Rodríguez: la acera existente entre el parking de Canalejas -sobre cuya cubierta están las atracciones del Mundo de los Niños- y la sala de exposiciones de la Lonja del Pescado.
Los propios comerciantes tuvieron que hacer las mediciones correspondientes, porque nadie les presentó un estudio, y consideran que no existe espacio de paso suficiente, algo que salta a la vista cuando uno pisa el terreno en cuestión. La posibilidad de ubicarse en el amplio paseo portuario, recientemente reformado, fue rechazada por la Autoridad Portuaria.
Lucía cree que el único propósito del Ayuntamiento ha sido echarles, sin más
Lucía Ramello, portavoz de los vendedores, entiende la postura de los gestores del puerto, a los que el Ayuntamiento intenta traspasar un problema que no es suyo. Lucía cree que el único propósito del Ayuntamiento ha sido echarles, sin más. “Si no les gustan las casetas se podían haber cambiado, si quieren solo artesanía, si querían que pagáramos más... estábamos abiertos a negociar. Pero solo querían que nos marcháramos”.
Son 60 personas aproximadamente las que se quedan en la calle. Las situaciones son muy diversas: algunos llevan aquí toda la vida, incluso son la tercera generación en el mismo puesto; otros, adquirieron el derecho hace algunos años con esperanza de labrarse un futuro. No la han perdido del todo. Estos días, en su ubicación de siempre, ante casetas cerradas que tienen quince días para desmantelar, siguen recogiendo firmas de apoyo en la confianza de que 45 años de fiel, pacífica y abnegada presencia sea reconocida de algún modo.