Las playas de la Comunitat Valenciana afectadas por la dana se han convertido en el centro de una disputa política y administrativa. La acumulación de residuos vegetales, especialmente cañas arrastradas por las crecidas de los ríos, ha puesto en evidencia las diferencias entre el Gobierno central, la Generalitat y los ayuntamientos costeros respecto a quién debe asumir la limpieza de estos materiales.
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La Generalitat Valenciana sostiene que la limpieza de las playas afectadas corresponde al Ministerio para la Transición Ecológica, ya que los residuos provienen de la demarcación hidrográfica del Júcar y han terminado en el dominio público marítimo-terrestre. En este sentido, ha exigido al Gobierno central que acelere las tareas de retirada para garantizar que las playas estén listas antes de Semana Santa, coincidiendo con el inicio de la temporada turística.
La Generalitat exige al Ministerio la retirada urgente de las cañas, señalando la proximidad de la Semana Santa
En una carta enviada este sábado a la Dirección General de la Costa y el Mar, la Generalitat solicitó la retirada urgente de los residuos vegetales en el litoral valenciano, señalando la “inviabilidad” de que los municipios asuman por su cuenta esta tarea, tal como expresó la Dirección General de Costas, Puertos y Aeropuertos del gobierno autonómico.
Mientras tanto, algunos municipios como Cullera y Gandia han iniciado contratos de emergencia para la limpieza de sus arenales, financiados por el Ejecutivo central. En Cullera, el alcalde Jordi Mayor y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, visitaron este sábado la playa del Marenyet, donde desde hace un mes se están retirando cañas acumuladas tras la dana. Bernabé destacó esta acción como “un ejemplo de colaboración efectiva entre administraciones”.
Ayuntamientos como València critican la falta de priorización en el contrato de Costas
Sin embargo, desde la Generalitat se critica que las intervenciones realizadas hasta ahora son insuficientes. Según fuentes autonómicas, solo se ha actuado en Tavernes y Sueca, lo que representa “un 3% de los 250 kilómetros de litoral afectados”. Esta falta de avances ha llevado a algunos ayuntamientos, como Torreblanca en Castellón, a emprender las tareas de limpieza con sus propios recursos.
Limpieza de restos de la dana en una playa de València llevada a cabo por el Ayuntamiento
La limpieza de las playas de València ha desatado un enfrentamiento entre la alcaldesa María José Catalá y la delegada del Gobierno. Catalá calificó de “decepcionante” la actuación del Ejecutivo central y denunció que la Dirección General de Costas no ha priorizado las playas de la ciudad. Según la alcaldesa, el contrato de 800.000 euros licitado por el Gobierno es “insuficiente” y se ha centrado en Tavernes y Sueca, dejando a València “al final de los trabajos”.
Bronca entre Català y Bernabé a propósito de la limpieza de playas
Por su parte, Bernabé respondió que el Ayuntamiento de València podía haber iniciado la limpieza desde el 20 de noviembre y haberla incluido en los contratos de emergencia financiados al 100% por el Gobierno. Además, puso como ejemplo la rapidez con la que municipios con menor presupuesto, como Cullera, han gestionado estas actuaciones.
El desafío de coordinar la limpieza
El volumen de residuos acumulados es considerable. En València, técnicos municipales estiman que se retirarán unas 60.000 toneladas de restos, con un coste de más de 800.000 euros. Los trabajos se han centrado en zonas como El Saler, l'Arbre del Gos y la Garrofera, ubicadas dentro del parque natural de l'Albufera.
La Generalitat, en un intento por agilizar las tareas, autorizó el pasado 23 de diciembre la quema controlada de residuos vegetales como medida extraordinaria. No obstante, insisten en que la limpieza de las playas debe ser una prioridad nacional y critican la “pasividad” del Ministerio para la Transición Ecológica.
Con la mirada puesta en Semana Santa y las Fallas, las administraciones intentan coordinarse para que las playas estén listas a tiempo. Mientras la Generalitat, el Gobierno central y los ayuntamientos siguen intercambiando reproches, las tareas de limpieza avanzan lentamente, con el desafío de atender tanto las playas urbanas por razones de salubridad como las naturales, que requieren especial cuidado por su valor ambiental.
El Gobierno defiende que desde noviembre se ofreció a los ayuntamientos la posibilidad de iniciar la limpieza
En este complejo entramado de competencias y responsabilidades, lo que está en juego no es solo la imagen turística de la Comunitat Valenciana, sino también la confianza ciudadana en la capacidad de las administraciones para trabajar juntas en situaciones de emergencia.