Una esvástica negra mancha desde ayer la placa que ilustra el busto de Archibald Dickson, capitán del buque mercante Stanbrook, que en los estertores de la Guerra Civil arriesgó su vida para salvar la de miles de personas arracimadas en cada rincón de su barco, que huían de las tropas franquistas que sitiaban el puerto de Alicante.
¿Qué hizo Archibald Dickson para merecer ese homenaje que -tardíamente- Alicante le tributa? En una carta al director del 'Sunday Dispatch', divulgada el 4 de abril de 1939, él mismo relató lo que miles de alicantinos atestiguaron: “Debido al gran número de refugiados me encontraba en un dilema sobre mi propia postura, ya que mis instrucciones eran que no debía tomar refugiados a menos de que estuviesen realmente necesitados. No obstante, después de ver la condición en que se hallaban, decidí desde un punto de vista humanitario aceptarlos a bordo, ya que anticipaba que pronto desembarcarían en Orán”, escribió.
Durante 79 años, la acción humanitaria Dickson no fue recordada de manera alguna en la ciudad.
El testimonio es elocuente: “Entre los refugiados había todo tipo de clases de gente, algunos aparentaban ser extremadamente pobres y parecían consumidos por el hambre y mal vestidos, con una variedad de atuendos que iban desde monos hasta viejas y desgastadas piezas de uniformes e incluso mantas y otros peculiares trozos de tela”.
Tras una penosa travesía de 20 horas hasta el puerto argelino de Orán, Dickson tuvo que negociar durante días para que todos los refugiados pudieran desembarcar, camino de una odisea que solo acababa de comenzar.
Durante 79 años, la acción humanitaria del marino galés no fue recordada de manera alguna en la ciudad. No fue hasta abril de 2018, cuando el busto, obra del escultor malagueño Luis Gámez, fue ubicado muy cerca de donde zarpó el Stanbrook.
Acudieron al acto de inauguración dos de las mujeres supervivientes de los alrededor de 2.800 pasajeros que subieron a bordo del barco el 28 de marzo de 1939, las hermanas Helia y Alicia González.
"No es la primera vez que ocurre algo parecido ni será la última", denuncian
Desde la Comisión Cívica por la Recuperación de la Memoria Histórica en Alicante, que promovió la colocación del monumento, que recientemente se reinauguró con una nueva placa, tras las obras que obligaron a reubicarlo, aseguraron que "no es la primera vez que ocurre algo parecido ni será la última". Una vez avisada, la Autoridad Portuaria de Alicante, que administra el espacio sobre el que está ubicado, se ha ocupado de borrar la pintada.