El actor alicantino Juli Mira ha fallecido esta madrugada a los 75 años, según ha informado el Ayuntamiento de Alcoy (Alicante), de donde era natural.
Mira alternó el doblaje, el cine, el teatro y la televisión a lo largo de su trayectoria, y en 2021 recibió la distinción de la Generalitat Valenciana al Mérito Cultural.
El Ayuntamiento de Alcoy ha trasladado su apoyo y solidaridad a la familia, amigos y compañeros del actor y ha informado de que la capilla ardiente estará instalada en el Tanatorio Sant Jordi.
Mira, uno de los actores más sólidos del panorama interpretativo valenciano, alternó el doblaje, el cine, el teatro y la televisión, y a lo largo de su dilatada trayectoria interpretó personajes, como protagonista o secundario, en numerosas películas y series de televisión.
Mira era uno de los actores más sólidos del panorama interpretativo valenciano
Actor autodidacta
Prototipo de actor autodidacta, sus innatas calidades expresivas y su innegable magnetismo en escena le permitieron desarrollar un amplio registro interpretativo en producciones adscritas a todo tipo de géneros, recuerda el consistorio de Alcoy en un comunicado.
Destaca además que su afición interpretativa empezó a aflorar en su etapa estudiantil, cuando hizo sus primeros pasos como actor aficionado en el grupo de teatro Assalla y posteriormente formó parte de La Cazuela, entidad fundamental de las artes escénicas en Alcoy con la que debutó en 1972 con "El retaule del flautista" ("El retablo del flautista"), publicada por Jordi Teixidor en 1968.
Diez años después, en 1978, realizó su primera incursión en el cine con "La portentosa vida del padre Vicent". Desde entonces tuvo una presencia constante en películas y series de televisión, donde destacó en papeles como el de Blasco Ibáñez en "Cartes de Sorolla" para la Televisión Valenciana y últimamente en la serie "Desenterrats".
Mira también participó en las películas "Gràcies per la propina" ("Gracias por la propina") (1996) de Francesc Bellmunt; "La mar" (1999) de Agustí Villaronga; "L'illa de l'holandés"(2000) de Sigfrid Monleón; "Las voces de la noche" (2002) de Salvador García; y "Nos vemos mañana", de Xavier Berraondo.
Mira también participó en la película "Gràcies per la propina" ("Gracias por la propina") (1996)
El actor tenía una gran vinculación con su ciudad natal, Alcoi, que en 2022 le concedió el Premi 9 d'Octubre.
Mira era 'festero' en las Fiestas de Moros y Cristianos, de la filà Domingo Miques, y ayudó al Embajador Real a transmitir el mensaje de los Reyes de Oriente en 2015, en una tradicional cabalgata que se celebra en este municipio.
"Nos ha dejado un gran actor, un alcoyano que se ha labrado su trayectoria a base de esfuerzo, mostrando no solo una gran calidad interpretativa que le ha hecho recibir numerosos reconocimientos, sino también una gran calidad humana", ha señalado el alcalde de Alcoy, Toni Francés.
De la banca a la interpretación
En una entrevista con la Agencia EFE, en julio de 2022, relató su paso del trabajo en la banca al de la interpretación, a la que le llevó su amigo Lluís Miquel, de Tabalet, y cómo el teatro se convirtió en un "gimnasio" para él, en el medio para "ponerse en forma".
"Cosas que no hubiera hecho nunca en la vida las hago en el teatro y siento que vuelvo al principio", agradecía de su profesión, que le llevó a trabajar con directores como Luis García Berlanga, que le hizo una "encerrona" para participar en la película (para televisión) de Blasco Ibáñez.
Mira vivía entre sus dos residencias en Alcoy (Alicante) y Cullera (Valencia), frente al Mediterráneo, cuya "luz, color y olor" le daban la vida.
El actor había superado varios diagnósticos de cáncer y aseguraba que la muerte no le daba miedo
El actor había superado varios diagnósticos de cáncer y aseguraba que la muerte no le daba miedo. Lo que sí que temía era al sufrimiento. "Cuando los médicos te dicen 'ya no podemos hacer nada más', dejémoslo estar entonces, qué hacemos aquí", dijo.