El hombre de la mirada federal deja paso a otros. Es el president Ximo Puig, el cual inauguró nuestro autogobierno en Corts Valencianes allá por el 1983, recién salido del horno nuestro Estatut d’Autonomía, ese librito de 16.000 palabras como él señala que faculta el mejor futuro para la Comunitat Valenciana. Doce años secretario general de los socialistas valencianos y ocho años ejerciendo una Presidència del Consell de la Generalitat moderada, sensata y autonomista. Con un frontispicio claro: por las personas y la valencianidad, por la identidad y el autogobierno, por la pluralidad y la diversidad.
Toca hablar hoy de otro librillo similar por su dimensión al Estatut valenciano. El presentado en el jardín botánico un 3 de julio del corriente y titulado Una Idea d’Esperança. Con una guía fuerte, el concepto de perseverancia del Pueblo Valenciano desde el maldito 1707 y el intento de borrarnos del mapa. De todos los mapas como insistirían Enric Juliana o Josep Vicent Boira. Y con un mensaje de calado: el autogobierno es una palanca de progreso, una garantía de derechos y un instrumento útil para los ciudadanos de la Comunitat Valenciana.
Enmarca también ese concepto de Vía Valenciana surgido por estas latitudes como antagonista del actual debate territorial español meramente endiablado. Esa necesaria lealtad federal que ha sido sustituida por la fractura de los separatismos periféricos y ese centralismo madrileño desbocado. Contra la ruptura catalana, contra la crispación madrileña… la vía valenciana leal pero no sumisa, sensata y no excluyente, la senda para propiciar la igualdad entre personas y la singularidad entre territorios. Las Españas anheladas y reales.
Mis admirados Alfons García y Salva Enguix acertados sendos panegíricos le han dedicado a Ximo Puig. Dejando el liderazgo de la segunda federación socialista española, y acuñando un ciclo de éxito en la gestión. Desaparece una manera de entender el PSPV como una fuerza valencianista, federalista y reivindicativa frente al Gobierno central. Con Puig el PSPV ha sido más PSPV que PSOE, y eso no había sucedido nunca en el socialismo valenciano, ni siquiera en los tiempos de Joan Lerma. El President tiene una idea de la Comunitat Valenciana como centro de su acción política y un relato consolidado de autogobierno e identidad.
Desaparece una manera de entender el PSPV como una fuerza valencianista, federalista y reivindicativa frente al Gobierno central"
Con todo y puede que por ello , los desplantes del Gobierno de Sánchez al Consell del Botànic han sido una constante… como la ampliación del Puerto de València, aprobada por el Gobierno ahora que el President de la Generalitat es Carlos Mazón, después de estar un año bloqueada en los madriles. O la morosidad en la tramitación de la gigafactoría de Sagunt, el recorte del trasvase del Tajo al Segura o dejar en los presupuestos generales del Estado a la provincia de Alacant la última de España en inversiones. Un sinuoso campo de minas para este PSPV...
Pues eso, que he conocido y he compartido con una persona socialista española con conciencia nacionalista valenciana. Convencido del autogobierno valenciano y del federalismo español que seguro se queda con las ganas de haber avanzado más en estas lides. Con la única premisa de cómo querer mejorar, aplicada a cada uno de nosotros, el país de los valencianos. Y puede que con una misma incertidumbre, que este tiempo nuestro no sea un paréntesis entre dos nadas, como escribió su poeta Francisco Brines. Ni acabemos como una feria desolada, del también suyo Marc Granell. Trellat i Bon Any nou!