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Las redes sociales salvan el histórico horno de leña de Gátova que ya tiene nuevo propietario

Historia

Cerrado desde julio, el obrador volverá a abrir las puertas después de que se encontrara una nueva familia dispuesta a mantener el negocio

El alcalde se volcó para evitar el cierre definitivo y ha dado facilidades a los nuevos propietarios convencido de que "sin horno, el problema de la despoblación se acrecentaría todavía más"

Amparo y su marido, en el histórico horno de Gátova.

LV

El horno de Gátova, cerrado desde el mes de julio, volverá abrir las puertas en los próximos días. El empeño de su alcalde y las redes sociales han permitido a este pequeño municipio de la comarca del Camp de Túria de apenas 500 habitantes reabrir un negocio clave para mantener la vida en el pueblo. Casi un centenar de personas se interesó por la llamada de socorro que el primer edil, Jesús Salmerón, hizo en redes para encontrar gente dispuesta a asumir un comercio histórico y no poco sacrificado. Tras un casting, el obrador ya tiene nuevos propietarios. 

El pasado mes de julio el horno Las Delicias de Gátova cerró sus puertas tras casi 300 años de historia y cuatro generaciones. Con lágrimas en los ojos, Amparo, bisnieta, nieta e hija de panaderos, vio como el negocio no pudo resistir a su jubilación, después de que los chicos que se lo quedaron cerraran a los pocos meses, explica el alcalde Salmerón a La Vanguardia.

Imagen antigua del horno Las Delicias. 

LV

En un programa de la televisión valenciana, en plena campaña para intentar encontrar un comprador, Amparo explicaba que “el horno era su vida” y recordaba como, desde muy jovencita, su padre le había pedido que echara una mano en el negocio familiar. "Con 14 años, cada noche mi abuela, mi padre y yo trabajábamos por la noche para preparar panes y pasteles. Entonces no había maquinaria y se hacía todo a mano".

Pero el horno no sobrevivió a su jubilación. Fue entonces cuando el joven alcalde (un ex diputado del Ciudadanos que se enroló en las filas del PP) inició una campaña para buscar nuevos propietarios. “Sin horno, el problema de la despoblación se acrecentaría todavía más”, comenta el primer edil.

Campaña

Tras el cierre del establecimiento, el alcalde, Jesús Salmerón, inició una campaña en redes para buscar un nuevo propietario

Explica Salmerón que logró un acuerdo con un panadero de Manises para que tres días a la semana trajera pan y también dulces al pueblo. Amparo, de manera desinteresada, no ha puesto problemas para que se pudiera despachar desde el obrador cerrado. “El panadero trae bastante producto y así la gente lo puede congelar”, cuenta el primer edil.

Sin embargo, se trata de una solución puntual para evitar que la población –muchos de ellos sin carné o de edad avanzada- tenga que desplazarse hasta los pueblos cercanos de Altura y Olocau por una carretera no exenta de curvas.

Solución provisional

Desde que en julio cerrara el horno, un panadero de Manises trae pan tres días a la semana al pueblo

De ahí la insistencia en encontrar nuevos propietarios. La respuesta desbordó las expectativas. Salmerón cuenta que la semana pasada vino un matrimonio de Tarragona e incluso recibió una llamada de Asturias. “Siempre que entraba en el bar me comentaban que había aparecido alguien preguntando por el horno”, cuenta.

Un ayuntamiento tan pequeño no podía ofrecer una vivienda como reclamo, pero el acalde se ofreció a ayudar con todo el tema de licencias, burocracia y en buscar una vivienda asequible y barata. “La única condición es que se mantuviera la principal característica del histórico horno, que funcionara a leña”, comenta.

Un grupo de personas del pueblo en el horno de Las Delicias.

LV

A cambio, el consistorio se ha ofrecido a dar facilidades para que cuando se limpien las parcelas municipales la leña que se recoja se las quede el horno. Más complicado fue encontrar una vivienda con un precio atractivo.

Comenta el primer edil que la oferta de estos pueblos, pese al fenómeno de la despoblación, tiene muchas carencias. “Muchas casas están cerradas, hay pocas en venta, otras no están para entrar a vivir y hay algunas que son tan grandes que te tienes que gastar el sueldo en calefacción para pasar el invierno”, comenta Salmerón.

Despoblación

El alcalde denuncia el problema para encontrar vivienda asequible también en los municipios pequeños

Tras semanas de búsqueda, se encontró una casa adecuada para Iván y Enriqueta (él de València y ella de Sueca), la pareja que, finalmente, se quedará con el horno.

Abrumado por la repercusión mediática del caso, Iván-el nuevo panadero- se limita a señalar que está “muy ilusionado” con esta nueva aventura. “Conocí el anuncio a través de la campaña que el alcalde hizo en redes sociales, vine a Gátova al día siguiente, me gustó mucho el pueblo y sabía que quería ser el nuevo hornero de Gátova”. 

Tras agradecer la mediación del alcalde y las facilidades de la antigua propietaria, Iván se muestra convencido de que podrá mantener el horno abierto unas décadas más: “Además, la ayuda de Amparo y sus recetas lo van a hacer todo más fácil”.

La historia de Amparo, Enrique y Jesús acaba con un final feliz, precisamente la semana en que el mismo sector decía adiós al horno más antiguo de València, el Horno de San Nicolás. Este martes, su propietario Ramón bajaba la persiana ante la imposibilidad de acometer las reformas exigidas por la normativa.

Una situación que, como el caso de Gátova, ha generado la reacción vecinal. Así, Rafa Pomares, publicista que ha trabajado en campañas para potenciar el comercio local e histórico de la ciudad, ha iniciado una recogida de firmas en Change.org para instar al Ayuntamiento de València “a proteger nuestros comercios históricos y a obrar el milagro que ahora necesita el horno de San Nicolás para volver a abrir las puertas que tuvo que cerrar el pasado 24 de octubre”.

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La petición reclama al consistorio que preside María José Catalá que “proteja a los comercios con más de 100 años de historia impidiendo cierres como el del horno de San Nicolás”. Señala que son necesarias “políticas que reconozcan el valor inestimable que estos establecimientos añaden a nuestra comunidad y proporcionen apoyo adecuado para su supervivencia”. Explica Pomares a este periódico que este tipo de iniciativas "muchas veces no logran su objetivo, pero que a veces caen en las manos de quiénes tiene que caer y se les da una solución".

Queda por ver si esta campaña para recuperar el Horno de San Nicolás corre la misma suerte que la que ha permitido mantener abierto el histórico obrador a leña de Gátova.