Compromís no será recibido en la ronda de consultas por el Rey Felipe VI para designar un nuevo candidato a la investidura. Sí que han pasado por Zarzuela representantes de UPN o Coalición Canaria con menos diputados. De hecho, se dan por seguros los votos de sus dos diputados (Compromís-Sumar sacó 4 representantes en la Comunidad Valenciana, pero uno era de Sumar y otro de Esquerra Unida) a Pedro Sánchez para formar gobierno.
En esta tesitura, Compromís no quiere dejar de ser protagonista y pone encima de las mesa su agenda de reivindicaciones para dar su apoyo al previsible candidato del PSOE a la reelección. En esta línea, ayer la coalición convocó a los medios de comunicación para lanzar las principales propuestas que presentarán durante la negociación del acuerdo de investidura para armar un futuro gobierno progresista del Estado.
En la rueda de prensa, los diputados de la coalición en el Congreso, Àgueda Micó y Alberto Ibáñez, no quisieron dar detalles de cómo iba a ser la negociación o de si se sentarían cara a cara con los representantes del PSOE. Sí que quisieron dejar claro que Compromís tendrá una presencia “al máximo nivel” en las negociaciones.
En este sentido, Micó apuntó que Sumar acepta y hace suyas las reivindicaciones del valencianismo político por lo que la presión sobre Sánchez no es de los dos únicos diputados de la coalición sino de los 31 que conforman el grupo parlamentario de Sumar en el Congreso.
El portavoz de Sumar incluye la reforma de la financiación autonómica en sus exigencias a Pedro Sánchez
Paralelamente a que Micó e Ibáñez mostraran esta convicción, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, apremiaba a los socialistas a desencallar la negociación y, entre las peticiones, incluía la reforma del sistema de financiación autonómica.
Esta es la principal reivindicación de la formación valencianista. Consciente de las dificultades de llegar a un acuerdo que no enfrente a las distintas autonomías (ahora la mayoría están en manos del PP), Compromís ha reclamado que, hasta que se apruebe el cambio de modelo, haya un fondo de nivelación que permita a las autonomías peor tratadas llegar a la media española.
Muchas de las actuales exigencias se acordaron ya sin éxito en la pasada legislatura
Entre las demandas de los valencianistas también está la de hablar de la condonación de la deuda histórica, que cifran en 46.000 millones, y del traspaso de las competencias en Cercanías. La coalición no se olvida de la recuperación de derecho civil valenciano y exige al Estado el pago de la deuda sanitaria por el gasto de los desplazados o que asuma, como marca la ley, el 50% de coste de la dependencia.
Muchas de estas exigencias ya se plasmaron, sin éxito, en el acuerdo de investidura de la anterior legislatura. Pese a ello, Compromís no ha encontrado fórmulas para garantizar el cumplimiento de los acuerdos. Ayer, sus diputados pedían que se pusiera el foco en quienes los incumplen, pero también en el resto de diputados de la Comunidad Valenciana que no se mueven para lograr avances beneficiosos para su tierra.
El exsenador Carles Mulet se queda solo
Iniciativa no comparte la opinión del que fuera senador Carles Mulet de judicializar el proceso por el cual se eligió a Enric Morera como representante de Compromís en el Senado. En rueda de prensa, el coportavoz de Iniciativa señaló que no comparte "la judicialización de los conflictos políticos" y que prefiere la vía de la "justicia restaurativa".
"Creo que hay que abrir siempre la vía de la escucha activa, de la empatía, de la cooperación, el asumir y reparar, y a partir de ahí poder trabajar conjuntamente", manifestó el ahora diputado nacional. Aunque Ibáñez recordó que las relaciones entre los partidos que sustentan Compromís están "suspendidas" orgánicamente, a nivel institucional -como se demostró en la comparecencia conjunta de él y la que fuera líder de Més Compromís, Àgueda Micó- siguen funcionando. Y no parece que la sangre vaya a llegar al río.