Todo está preparado para que arranque la Tomatina de Buñol este miércoles 31 de agosto de 2022. Será la primera vez que se celebre desde 2019, por el parón de la pandemia. Se prevé cerca de 20.000 asistentes en una de las fiestas populares más divertidas, coloridas, emblemáticas e internacionales de España.
Hay que recordar que es una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional en 2002 y que se celebra siempre en la misma fecha: el último miércoles de agosto.
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130 toneladas de tomates
¿Cuántos kilos de tomates se lanzarán hoy? Menos que en la última edición. Si en 2019 se dispararon 145 toneladas, este miércoles se emplearan unas 130 toneladas, cifra que está en la media habitual.
Como novedad, este año habrá un pregón antes del inicio de esta peculiar lucha. Lo hará el cómico valenciano Raúl Antón en la plaza del Ayuntamiento entre las 11.30h y las 11.45h.
El origen de la Tomatina de Buñol
¿Cómo empezó esta singular batalla a tomatazos en el municipio de Buñol? Tuvo lugar por primera vez en 1945 de manera casual, cuando unos jóvenes fueron a la plaza del pueblo viendo el desfile de gigantes y cabezudos y otros actos de las fiestas.
Decidieron hacerse un hueco dentro de una comitiva, con un ímpetu con el que hicieron caer a un participante. Este les empezó a golpear con todo lo que se encontraba y el caos hizo que la multitud enfurecida comenzara a lanzarse las verduras que había en un puesto de venta en la calle hasta que las fuerzas del orden público lo disolvieron.
La Tomatina, una guerra de tomates en Buñol
Tuvo su gracia y en los años posteriores los jóvenes repitieron el altercado el mismo día, el último miércoles de agosto, esta vez ya de forma voluntaria, llevando los tomates de su casa. La policía seguía actuando, sin saber que realmente se había gestado el principal atractivo turístico de Buñol.
De hecho, la Tomatina se prohibió a principios de los años 50, algo que no evitó que se celebrara; algunos participantes llegaron incluso a ser detenidos por lanzarse tomates. En 1957 se hizo un "entierro del tomate" a modo de protesta, acompañado de una banda de música que tocaba marchas fúnebres, con gran éxito. Tal fue el clamor popular, que obligó a los dirigentes a aceptar que la Tomatina se instaurara como fiesta oficial.
Tomatina de Buñol
A partir de la década de 1980, la televisión ayudó a popularizar una fiesta que antes apenas era conocida entre valencianos. Su vistosidad hizo que cosechara mucho éxito en España y en el extranjero, haciéndose especialmente popular entre el público asiático.
Tan buena acogida ha tenido con los años, que la primera vez que se decidió limitar el aforo fue en 2013 (antes era libre), ya que ha habido previsiones de superar los 45.000 participantes en alguna edición.