Son muchos y van a ser más. El flujo de refugiados ucranianos que llegan a la Comunidad Valenciana huyendo de los bombardeos rusos es constante y podría ser creciente. Así lo advirtió ayer el cónsul de Ucrania en València, Pablo Gil, tras mantener una reunión con el president de la Generalitat Valenciana Ximo Puig.
Las dificultades para acoger en tiempo y forma a tantas personas que buscan regularizar su situación, acuciados además por la necesidad de establecerse en algún alojamiento y contar con recursos para mantenerse, son numerosas. El colapso de la oficina de Extranjería de Torrevieja que ayer recogía este diario, como aglomeraciones similares que se están produciendo en la capital alicantina, llevaron ayer al sindicato policial Jupol a denunciar la "evidente falta de medios materiales y humanos" para atenderles.
Hasta ayer, ya habían contratado a una treintena de personas, pero no hay un límite
Cruz Roja es el organismo que en primera instancia se ocupa en la Comunidad Valenciana del proceso de acogida, pero sus recursos y las plazas de las que se dispone están al límite. La Generalitat Valenciana ha aportado los albergues del IVAJ existentes en Moraira, Benicàssim y Piles, que se transforman en centros de atención temporal de emergencias, con un total de 364 plazas. Y está previsto abrir más en cuanto se encuentren instalaciones adecuadas.
Para atenderlos, la delegación valenciana de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) acelera el proceso de selección de personal, un proceso imprescindible para dotar de personal esos centros y otros que está previsto habilitar. Un flujo tan repentino y numeroso de refugiados representa una crisis a la que es necesario responder de inmediato, pero no siempre se cuenta con los recursos humanos necesarios.
Por eso, el CEAR ha publicado numerosas ofertas de trabajo destinadas a esta coyuntura particular. ¿Qué se necesita? Responde Mer Ena, responsable de Recursos Humanos en CEAR València: "buscamos sobre todo técnicos de acogida, de animación sociocultural, teniendo en cuenta que la mitad de los que llegan son niños, psicólogos y psicólogas, pero también administrativos y abogados".
Se buscan traductores, pero también recepcionistas, conserjes, incluso gobernantas, porque hace falta gestionar todos los aspectos de un centro de acogida
Hasta ayer, ya habían contratado a una treintena de personas, pero no hay un límite. "Se está creando una bolsa de empleo para toda España, porque todavía no sabemos cuánta gente va a hacer falta ni dónde hará falta primero". La situación es, sin duda, excepcional, y recae sobre un sistema de acogida "que ya estaba saturado".
En principio, se pretende que los contratados dominen el ucraniano, el ruso o al menos el inglés, que cuenten con experiencia y disponibilidad inmediata. Como es lógico, se buscan traductores, pero también recepcionistas, conserjes, incluso gobernantas, porque hace falta gestionar todos los aspectos de un centro de acogida.
El cónsul honorario de Ucrania en la Comunidad Valenciana, Pablo Gil, prevé que el número de personas que huyan de Ucrania crecerá en cuanto haya un "alto el fuego creíble" y se establezcan verdaderos corredores humanitarios, dado el "nivel de desgaste" que está suponiendo para ellos la situación: "Hay muchas ciudades en las que los supermercados están completamente vacíos", ha indicado y ha agregado que en algunas está hasta cortada el agua. "Lo peor está por venir", advirtió ayer.
En su reunión con el president Puig, ambos acordaron "establecer una línea de colaboración para facilitar el registro consular de las personas que llegan a la Comunitat Valenciana huyendo de la guerra". El president explicó que el trámite burocrático del registro consular es importante para que las facilidades de integración y las prestaciones asistenciales de todo tipo, entre ellas las de carácter sanitario, educativo y laboral, lleguen a quienes la necesitan.
El cónsul honorario de Ucrania en la Comunidad Valenciana, Pablo Gil, prevé que el número de personas que huyan de Ucrania crecerá en cuanto haya un "alto el fuego creíble"
"Hay muchos recursos disponibles, pero tenemos que tener esa conexión, que esa red sea potente" y que la comunicación se produzca para que "puedan llegar a las familias", dijo.
Puig resaltó además que el carácter solidario de la Comunitat Valenciana se aprecia en toda la ayuda humanitaria que se está aportando para enviar a la zona y que se canaliza a través de los centros logísticos habilitados en las tres provincias.