La escultura de Andreu Alfaro entra en el Palau de la Generalitat
Arte
Ximo Puig destaca la obra de Alfaro instalada en el Palau como representación de “los ideales del valencianismo, la libertad, la democracia y la ilustración”
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha destacado que la obra de Andreu Alfaro (1929-2012) instalada este lunes en el Palau de la Generalitat supone una representación de “los ideales del valencianismo, la libertad, la democracia y la ilustración”. Así se ha expresado el jefe del Ejecutivo valenciano durante la presentación de la escultura ‘Cercle berninià’, que se ubicará de forma permanente en el patio gótico del Palau. “Esta obra da visibilidad al escultor de la modernidad valenciana que, junto a Chillida y Oteiza, conforma la cumbre de la escultura española de vanguardia del siglo XX”, ha resaltado Puig.
El titular del Consell ha definido a Alfaro, fallecido hace seis años, como “el ‘torsimany’ de metales que hablaba con las manos”, parafraseando los versos del cantante Raimon, y ha reivindicado que “se ha convertido en los últimos tiempos en un icono valenciano de primer orden”. “Por suerte, hay gran parte de su obra diseminada por lugares emblemáticos de la ciudad de València, como la estación del Norte, la calle Colón, la plaza de Tetuán, la avenida de Aragón o el aeropuerto”, ha explicado el president, que ha considerado “un sueño cumplido” que “Cercle berninià” se instale en el Palau.
En este sentido, ha afirmado que la obra “desde ahora dialogará con el gótico flamígero en el centro de este patio”. Un diálogo, ha señalado, “tan intergeneracional como lo es la propia Generalitat, la propia institución, una institución nacida en tiempos medievales, con unas formas y competencias ahora ya modernizadas, ahora ya democráticas, que trabaja por mejorar el futuro de nuestro pueblo”. “Si el maestro Joan Corbera supo labrar la piedra de la escalera de honor del Palau, de esa manera tan prodigiosa, en el siglo XVI, Andreu Alfaro ha trabajado el metal con un talento comparable 400 años después”, ha aseverado.
Por ello, ha añadido, “en la sede del autogobierno de los valencianos y las valencianas”, se pone de relieve la importancia de la obra del escultor. “Le otorgamos la máxima dignidad institucional a su obra, para que todo aquel que penetre en el corazón democrático de los valencianos pueda contemplar una muestra del talento y la innovación de uno de los valencianos más insignes del siglo XX”, ha afirmado.
Asimismo, el president ha definido al artista plástico como “aquel que llegaba donde la palabra se rompe, aquel que fue consciente de que el compromiso social y político es una parte inseparable del artista, aquel que hizo de la estima al país una manera de estar en el mundo sin que eso fuera un obstáculo para internacionalizar su obra” y ha defendido que, “desde una abstracción llena de conocimientos geométricos, se nos presenta como un autor con voluntad y apasionamiento en los ideales del valencianismo, la libertad, la democracia y la ilustración”.
“Hablar de Alfaro es hacerlo, por tanto, de nosotros mismos, de nuestra exitosa historia colectiva desde la consecución de la libertad y el autogobierno después de la muerte del dictador”, ha defendido Puig, que ha manifestado que la obra del patio gótico, “además de ser un placer estético y un atractivo cultural para los visitantes, ha de ser un recuerdo y un testimonio constante de la importancia de esos dos tesoros: el autogobierno y la libertad”.
La obra
’Cercle berninià’, de trazo minimalista y con un diámetro monumental de 5 metros, es, en su forma, un enorme círculo de acero inoxidable, que, a partir de este lunes formará parte inseparable del histórico patio gótico del la sede del Consell. La obra, que se integra en el espacio por su gran tamaño y al carecer de pedestal, transforma visualmente el patio, enfrentando la perfección ideal de la geometría metálica moderna a la irregularidad de los vanos y sillares tallados hace 500 años.
La escultura data de 1980, en los inicios de una década en la que Alfaro contaminó su obra de la ebullición del cambio político y artístico que transformaba España. Así, utiliza el lenguaje no figurativo de líneas y planos en el espacio para representar una simbología colectiva. Es decir, formas abstractas para representar ideas y suscitar sensaciones.
En concreto, ‘Cercle berninià’ trata de transportarnos de la geometría a la cultura, tratando de conmover rompiendo la perfección del círculo, que no se cierra linealmente. Así, el espectador que siga la circunferencia, acabará en un punto distinto del de inicio.
Supone, asimismo, una mirada retrospectiva al pasado barroco y transformador del artista barroco Gian Lorenzo Bernini, símbolo de una época en la que las figuras comienzan a romper la regularidad neoclásica, generando efectos dinámicos. Como este círculo abierto de Alfaro, que rompe, transforma y conmueve.