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La Comunidad Valenciana no es Andalucía

Análisis post electoral

Las tres izquierdas, PSPV, Compromís y UP, podrán seguir gobernando, a pesar de perder tres escaños en el parlament autonómico. El PP se hunde y Cs le disputa la hegemonía. VOX irrumpe con fuerza.

Elecciones Generales | La decisión del PSOE, directo

La Comunidad Valenciana no es Andalucía

Juan Carlos Cárdenas / EFE

Ximo Puig volverá a ser president de la Generalitat Valenciana, con permiso de Compromís y Unidas Podemos. Ximo Puig tendrá otros cuatro años más para avanzar y consolidar el cambio de ciclo político que se inició en 2015, tras apartar al PP de las instituciones valencianas. Ximo Puig escuchará ahora todo tipo de interpretaciones sobre su decisión de adelantar las elecciones del 26 de mayo 28 de abril; los habrá que valorarán que fue un acierto, los habrá que pensarán que fue arriesgada para los partidos del Botànic; a falta de analizar con detalle los datos el 28A no ha ido mal al Botànic. Ximo Puig es desde hoy el líder autonómico del PSOE con más poder tras la debacle de Susana Díaz. Ximo Puig ha compartido con Pedro Sánchez la aventura del 28A, y entre ellos se ha generado una interesente complicidad. Ximo Puig pudo respirar ayer de madrugada aliviado: la izquierda valenciana, es decir, el PSPV, Compromís y Unidas Podemos, han impedido que las derechas con VOX gobiernen esta autonomía. La Comunidad Valenciana no es Andalucía.

No es una comparación inoportuna. Las elecciones andaluzas ofrecieron un resultado que disparó todas las alarmas, así en España como en la Comunidad Valenciana: hundimiento del PSOE y alianza de las derechas, con VOX marcando el relato y el tempo del bloque que que lidera Juanma Moreno. De no haber existido el caso andaluz, Ximo Puig seguramente no hubiera realizado el adelanto electoral para unir las autonómicas a las generales. Ximo Puig no quería ser Susana Díaz, la mujer que lo podía haber sido todo en el PSOE y que cayó en la nada. No eran pocos los que quisieron comparar, erróneamente, el ecosistema andaluz al valenciano; en Andalucía el PSOE era una estructura agotada y deteriorada por la corrupción, semejante al PP valenciano de Eduardo Zaplana y Francisco Camps, que gobernó durante 20 años. En Andalucía el PSOE había sido incapaz de establecer una alianza de izquierdas; lo contrario que en la Comunidad Valenciana. En Andalucía no existía Compromís, elemento fundamental del “experimento” valenciano. En Andalucía no hay dos personajes como Ximo Puig y Mónica Oltra, claves del éxito del Botànic. La Comunidad Valenciana no es Andalucía.

Las izquierdas valencianas obtuvieron ayer tres escaños menos que en 2015: el PSPV aumentaba cuatro, pero Compromís perdía dos y Podemos cinco. Hoy se elaborarán muchas hipótesis sobre el acierto o no del adelanto electoral de Ximo Puig, y si ha sido una buena decisión para “salvar” al Botànic. Los datos confirman que para Ximo Puig ha sido beneficioso y no tanto para la coalición valencianista que lidera Mónica Oltra. En el caso de Podemos ayer mismo fuentes de la dirección valenciana reconocían estar satisfechos: temían que de no haberse realizado el adelanto electoral no llegaran con fuerza al mes de mayo. El Botànic, con sus 52 escaños, garantizan cuatro años más de consolidación de las políticas que han convertido a la Comunidad Valenciana en un oasis en el ecosistema político español. Otro dato importante: Esquerra Unida del País Valencià, EUPV, que acudía a la cita en coalición con Podemos, tendrá representación en el Parlamento Valenciano; en 2015 se quedó a las puertas. En la Comunidad Valenciana las tres derechas no han doblegado a las izquierdas, ni han conquistado las instituciones. La Comunidad Valenciana no es Andalucía.

A partir de ahora se inicia una dura negociación entre las fuerzas del Botànic, muy dura. Ximo Puig sabe que Compromís acudirá a la mesa en la que deben diseñar el proyecto político de la nueva legislatura con el ánimo incómodo: Mónica Oltra nunca quiso el adelanto electoral. Además, y al contrario que en 2015, Unidas Podemos exigirán entrar en el ejecutivo autonómico. Esta vez sí habrá un “tripartito” de gobierno, realidad que abre no pocas incógnitas. El nuevo Consell estará conformado por el aliento de hasta siete fuerzas políticas - PSPV, Compromís (Bloc, Iniciativa PV, Verds, Gent de Compromís), Unidas Podemos (Podemos y EUPV). La “fórmula valenciana” que se ensayó hace cuatro años con éxito tendrá ahora más elementos: habrá que ver si en esta legislatura alguno de ellos no daña el experimento. En cualquier caso, la argamasa de las derechas, la amenaza de la suma del PP, Ciudadanos y VOX, será la mejor base para que se consolide un nuevo Botànic. La Comunidad Valenciana no es Andalucía.

El PP valenciano se ha hundido. La fuerza que en 1991 inició con Rita Barberá el camino hacia la hegemonía absoluta, y que en 1995 consolidó Eduardo Zaplana, ha sufrido un retroceso de imprevisibles consecuencias. En el PP valenciano se temían un desastre; no se compartía la campaña de Pablo Casado, muy simpática con VOX. Isabel Bonig deberá ahora sostenerse con una formación que ha perdido 11 escaños y que por poco queda igual o por detrás de Ciudadanos. El PP valenciano es el PSPV de los años 90; el PSPV que ha tardado 24 años en superar la travesía del desierto, siempre detrás del PP hasta ayer, que volvió a recuperar el podium de la fuerza más votada de la Comunidad Valenciana. El PP valenciano no ha sido capaz de liderar una reconquista que se ansiaba para frenar el empuje de Cs y VOX. La Comunidad Valenciana no es Andalucía.

Toni Cantó es uno de los triunfadores de la noche. Su partido es el que más crece respecto a 2015. Cs ha discutido la hegemonía del centro derecha al PP y tendrá un papel muy importante en esta legislatura en el Parlamento Valenciano. VOX, la ultraderecha, entra con fuerza en las Cortes Valencianas, con 10 diputados y el 10% de los votos; asunto que pasó ayer como un dato menor por la reedición del Botànic, pero que genera no pocas inquietudes. En algunas poblaciones valencianas fue el partido más votado, y en breve habrá elecciones locales. VOX se instala con fuerza en la política valenciana, pero no condicionará, de momento, nada; porque VOX ha devorado al PP valenciano. La ultraderecha ha ido el factor desestabilizador el mercado popular más importante, y en breve se iniciará un combate entre estas dos derechas con Cs de árbitro. Pero VOX no modificará las políticas de la izquierda. La Comunidad Valenciana no es Andalucía.

Cuatro años más de Botànic se abren a partir de hoy. Los acuerdos de las izquierdas de 2015 siguen contando con el apoyo de la mayoría de los valencianos, aunque el bloque de derechas es una amenaza real. Ximo Puig y Mónica Oltra disponen de una legislatura más para avanzar en muchos proyector que se quedaron en el cajón, en parte por la falta de una justa financiación autonómica. La Comunidad Valencian se confirma como un caso extraño entre las grandes autonomías españolas: Andalucía, Catalunya y Madrid. Y Ximo Puig sabe mejor que nadie que el PSPV deberá seguir conviviendo con sus izquierdas, para bien y para mal. Habrá que ver si estas izquierdas mantienen las complicidades de la pasada legislatura o si, por el contrario, la convivencia será más difícil. Ximo Puig volverá a ser president valenciano, con el permiso de Compromís y Unidas Podemos. La Comunidad Valenciana no es Andalucía.