Oportunidad (casi) perdida en el primer debate en clave valenciana
Análisis
Catalunya y Venezuela se cuelan en el plató de À Punt cuando tocaba hablar de las reivindicaciones valencianas en el Congreso de los Diputados
Primer debate este miércoles en clave valenciana sobre las elecciones generales de este domingo 28 de abril, con candidatos al Congreso por Alicante, Valencia y Castellón en À Punt. El president de la Generalitat, Ximo Puig, adelantó las autonómicas con la idea de valencianizar la campaña; pero lo cierto es que en los dos grandes debates entre los candidatos a la presidencia del Gobierno español, la agenda valenciana ha sido la gran ausente, frente a la omnipresencia de Catalunya, seguida por el País Vasco. Solo Pablo Iglesias y Pedro Sánchez citaron brevemente el problema de la infrafinanciación en el segundo ‘round’.
Baldoví (Compromís) es el único que solo se expresó en valenciano
Anoche no había excusas. El escenario, el plató de Burjassot de la televisión pública valenciana, era el más propicio para hablar de los problemas valencianos, e incluso una oportunidad para expresarse en la lengua propia.
Sin embargo, solo una persona se expresó, durante toda su intervención, en valenciano: Joan Baldoví, candidato por Valencia de Compromís, y la única cara conocida del debate. El resto eran Belén Hoyo (PP por Alicante), Susana Ros (PSPV por Castellón), Marta Martín (Ciudadanos por Alicante) y Hèctor Illueca (Unides-Podem por Valencia). Illueca iba cambiando de lengua según el tema y Ros prácticamente dejó el valenciano para su medio minuto de oro final. Ni PP ni Cs utilizaron el valenciano.
Las mujeres fueron mayoría
Otro detalle. Al fin, las mujeres fueron mayoría en el plató valenciano. Si en Madrid estaban copados por hombres (cinco en TVE y en Atresmedia, cinco hombres y una mujer), en À Punt pudimos escuchar muchas más voces de mujeres, tres candidatas más la presentadora.
Fue ella, la periodista Jèssica Crespo, quien al entrar en el bloque de Políticas Sociales quiso expresamente que se hablara de la violencia machista. Los candidatos lamentaron el último asesinato y se recriminaron las faltas de apoyos a los Pactos Estatales y Autonómico, sin más propuesta.
Discursos repetitivos
Insistimos: era un día para sacar a la luz la Agenda Valenciana. No tenía sentido hablar de otra cosa. Pero pasó. Solo se centró en singularizar el debate el candidato de Compromís, Joan Baldoví, el que más insistió en la necesidad de reformar el sistema de financiación (cargó contra Rajoy y contra Sánchez), en invertir en el Corredor Mediterráneo y en encontrar soluciones para la crisis de la naranja. Se le vio seguro, tranquilo y sosegado, el único que tampoco interrumpió a nadie, dominando los tiempos (se nota que en el Congreso ha cogido tablas en cuanto a sintetizar el mensaje). La socialista Susana Ros también procuró mantener una actitud serena que no pareció del todo natural y que se derrumbó en algún cuerpo a cuerpo con Hoyo (PP).
Los demás candidatos emularon bastante los discursos de sus candidatos estatales. Hoyo (PP) repitió en numerosas ocasiones las veces que Sánchez había pactado con “los separatistas y los proetarras”, se subió al carro de pedir “que la naranja que viene de fuera no tenga menos controles que las de aquí” (a pesar de que su partido, como le recordaron, votó a favor del acuerdo con Sudáfrica en Europa), sacó Venezuela para atacar a Unides Podem, propuso un modelo educativo que combine concertada, pública y privada y sin plurilingüismo (“La izquierda sectaria intenta adoctrinar en catalán, nosotros en libertad”, llegó a decir), y defendió el ‘modelo Alzira’ de privatización de hospitales: “Funciona bien, es sostenible. La izquierda ha acabado con este modelo referente”.
Illueca también impregnó sus discursos con tono y argumentario similar al de Pablo Iglesias (subir impuestos a las grandes fortunas, bajar la jornada laboral a 34 horas semanales) y Martín insistió en el contrato único de Albert Rivera. Vimos conatos de salidas de tono que intentaron emular el debate de Atresmedia, sofocados elegantemente por la periodista Jèssica Crespo.
La diferencia entre los debates anteriores y el de anoche es que las derechas no se enzarzaron tanto entre ellas; la subida de impuestos (“revolución”, en palabras del PP) fue el tema más controvertido entre PP y Cs, quien le recordó (como ya vimos antes) las subidas que decretaron los ‘populares’ en el pasado.
Catalunya impregna el bloque sobre Modelo de Estado
El ‘día de la marmota’ volvió en el bloque sobre Modelo de Estado. Nueva oportunidad perdida para hablar del encaje de la Comunitat Valenciana y de competencias. Pero de nuevo, Catalunya reinó: se alteraron Hoyo y Martín (“somos alérgicos al nacionalismo”, dijo la candidata de Cs), Illueca apostó por un “proceso de diálogo y acuerdo que haga posible la vertebración del país”.
Baldoví recalcó que “el estado descentralizado es un modelo de éxito” instó a “reforzar las figuras de los Ayuntamientos” y a “eliminar duplicidades y las Diputaciones”, que sea cada CCAA la que decida si quiere preservarlas o no. “Algunos solo hablan de Catalunya, a mí me gusta hablar de aquí, de que las cosas se dedican más cerca de la ciudadanía”, remarcó.
En definitiva, si no es por Baldoví, el debate habría sido repetitivo y con argumentarios casi calcados a los que ya hemos visto esta semana. Y ya van unos cuantos.