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Isabel Bonig: “La izquierda valenciana ha trasladado a Valencia el problema de Catalunya”

Entrevista 28A

La candidata del PP advierte de su intención es derogar algunas de las leyes más significativas del Botànic y acusa a Ximo Puig de “blando” con el nacionalismo. No cerrará À punt.

Isabel Bonig durante la entrevista

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La popular Isabel Bonig (Vall d’Uxó, 1970) acaricia el sueño de reconquistar para su partido la presidencia de la Generalitat Valenciana que el PP perdió en 2015. Mujer contundente, que busca siempre el cuerpo a cuerpo, muy emocional y “orgullosa” de definirse de derechas, no observa un gran problema alcanzar acuerdos con la ultraderecha de VOX siempre que no se crucen algunas líneas rojas “como ha sucedido en Andalucía”. La líder del PP valenciano seguirá esta campaña haciendo de la Educación su principal argumento de combate contra la izquierda e insiste en que en la Comunidad Valenciana la lengua en peligro es el “castellano”.

- Muchos compañeros suyos destacan que usted ha sufrido mucho negociando con Pablo Casado para elaborar las candidaturas a las Cortes Valencianas. ¿Tan duro ha sido?

- La elaboración de listas no es un momento fácil, nunca. Ha habido tensión, pero creo que es normal. Al final se ha llegado a un acuerdo y estoy satisfecha. Se han hecho buenas listas.

- Da la sensación viendo la lista a las Cortes Valencianas y las listas al Congreso y el Senado de que hay un PP valenciano de Isabel Bonig y otro PP valenciano de Pablo Casado.

- No es así; aunque puedo compartir y entender que se vea así. Pero aquí todos somos del PP, muchos de los que van al Congreso y al Senado por las tres provincias han sido gente que o bien ha trabajado conmigo directamente o que yo he apostado por ella. Hay muchos ejemplos, como los de Luís Santamaria, Belén Hoyo, Vicente Betoret o César Sánchez, al que propuse yo al Congreso. Es decir, se puede dar la sensación de que hay dos líderes en el PP valenciano pero no es así.

- Al final, usted ha logrado unas candidaturas con perfiles muy afines a las Cortes Valencianas; parece de que al final ha habido un pacto sobre ámbitos institucionales. ¿Está usted contenta con el resultado?

- Algunos en prensa o incluso en la política se empeñaban en subrayar que la relación entre Pablo Casado y yo era mala. Tenemos nuestras diferencias, pero también las tuve con Mariano Rajoy, y los presidentes provinciales las han tenido conmigo. Esto es normal en política. Al final se ha llegado a un acuerdo y eso es lo importante. Incluso en la designación a candidatos a las alcaldías de Valencia, Alicante y Castellón.

- ¿Consolida usted un liderazgo autonómico con estas candidaturas que antes de elaborarlas se cuestionaba tras los fuertes liderazgos de Francisco Camps o Rita Barberá?

- Creo que estamos en liderazgos de construcción. Soy consciente de que los liderazgos se hacen en los buenos momentos, pero sobre todo en los malos momentos. Y requieren de unos resultados. El poder de Rita Barberá, Francisco Camps o Eduardo Zaplana se fue consolidando conforme se avanzaba en los buenos resultados electorales. Lo que a mí me reconoce todo el mundo es que yo he dado la cara en los momentos difíciles, y creo que eso es lo que ha ayudado a construir mi liderazgo en el PP valenciano. Saber aguantar momentos muy complicados, y uno de los más difíciles de este partido en décadas como fue la pérdida del poder territorial, que aún habiendo ganado no pudimos conformar gobiernos. Esa travesía eso es lo que la gente me reconoce, y he dado la cara, aguantando la estructura del partido, haciendo una oposición dura, mientras mucha gente pensaba que no aguantaríamos. Y además presentando una alternativa que puede tener éxito.

He construido mi liderazgo dando la cara en los peores momentos del partido. Eso la gente me lo reconoce”

- ¿Con estas candidaturas hay carpetazo absoluto a la era de Francisco Camps y Rita Barberá?

- Nunca podremos dar carpetazo porque esa es la historia del PP, con sus momentos buenos y malos. Lo que sí se ha producido es una total renovación, porque hoy el PP valenciano comienza una nueva etapa. No es un punto y final, es un punto y seguido. Nos quedamos con todo lo bueno del pasado y aprendemos de los errores para no volver a cometerlos. Esa es una etapa pasada.

- ¿Le inquieta que las instrucciones y procesos judiciales en marcha por corrupción contra personas destacadas de su partido le pueda estropear la campaña electoral?

- No me inquieta. Es decir, hemos sufrido tanto que nos hemos hecho fuertes. Yo sé cómo entré a liderar este partido, cuando sólo podía ir a las sedes porque nadie se reunía con nosotros, había una sensación de abatimiento en toda la estructura; ha sido muy duro y muy difícil, había poca gente disponible y había que tirar del carro. Pero he tenido gente a mi lado, a los presidentes provinciales, a alcaldes, hasta recobrar la ilusión. Por eso les digo que inquietarme no, eso está ahí, está en sede judicial, y creo que hemos sido coherentes. Hemos adoptado decisiones difíciles, hemos reconocido los errores, hemos pedido perdón por esos errores, pero nunca pediré perdón por ser del PP. Esos casos están en sede judicial, y ahora dejaré actuar a la justicia, como siempre he hecho, sin ningún tipo de crítica, ni cuando eran instrucciones que favorecían al PP o cuando no.

Isabel Bonig durante la entrevista

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- Usted defendió que se candidato local no era compatible con ir en la candidatura a las Cortes Valencianas. Pero Maria José Catalá ha sido una excepción, es candidata a la alcaldía de València y forma parte de su lista a las Cortes. ¿Por qué?

- Por ser precisamente al capital de la Comunidad Valenciana y ser València. Yo dije que no, no sólo por el tema de estatutos, sino porque es cierto que no vamos hacia mayorías absolutas amplias, ni en ayuntamientos ni en las Cortes Valencianas, y se va a necesitar mucha presencia. Es cierto que había un compromiso, y al final pensé que también que era positivo que María José Catala formara parte de la lista a las Cortes Valencianas y así se pactó.

- ¿No fue una imposición de Génova?

- Para nada, fue fruto del consenso. De hecho, yo elegí el número donde iba a ir María José Catalá.

- Todas las encuestas apuntan en la misma dirección. Si hay un gobierno de coalición de derechas estará liderado por el PP, pero será un gobierno de coalición. ¿Cómo observa la evidencia de que tendrá que establecer pactos con otras fuerzas políticas?

- Será distinto y diferente. Un veterano político del PP en la historia política nacional me dijo que cuando nuestro partido había gobernado mejor era cuando no tenía mayoría absoluta. Y a lo mejor es una nueva forma de gobernar. La mayoría absoluta te da estabilidad, pero también puede ser a veces, si llevas mucho tiempo, motivo para la prepotencia del poder que te aleja de la realidad. Pactar te permite ser más flexible, y más positivo si hay sentido común. Es verdad que depender a veces de grupos pequeños que pretenden objetivos irrealizables o incoherentes genera parálisis de gobierno. Ya llevo mucho tiempo avisando a la gente del PP que o somos capaces de adaptarnos a la nueva realidad o la nueva realidad nos adaptaría, o nos apartaría.

- Hay también un escenario probable, y es que deban pactar con VOX para gobernar. Estas semanas le hemos visto a usted muy predispuesta a este pacto.

- Son futuribles. Yo veo lo que ha pasado en Andalucía, y es un pacto que está funcionando bien. Si es posible en Andalucía puede ser posible aquí y en otros sitios, como hemos visto pactos del PSPV con fuerzas nacionalistas.

- ¿Le entregaría consellerías VOX?

- Todo eso habrá que hablarlo y negociarlo. Primero hay que votar y luego ya hablaremos.

- Hay muchas voces en su partido que valoran que esta posición, digamos, tan amable respecto a la ultraderecha les puede pasar factura en pérdida de votos y en refuerzo justamente de VOX. ¿Cómo lo valora usted?

- Yo creo que tampoco debemos imitar a ningún partido ni obsesionarse con ninguno. Nosotros somos el PP, el partido de la estabilidad, el de la experiencia, que ha sacado a este país de dos grandes crisis, y así somos nosotros, el de la gestión, que conoce la realidad y que tiene una estructura y conoce el territorio. Otros son nuevos, pueden ser nuevos, pero no tienen experiencia; sueltan cortinas de humo para que no se note su falta de experiencia y falta de proyecto. Lo que no me gusta hacer es imitar a nadie.

- Pero de momento no le han puesto en esta precampaña a las autonómicas ninguna línea roja a VOX.

- Nosotros hemos puesto muchas líneas rojas. Defendemos la Constitución española, los estatutos de autonomías, la igualdad de los españoles, de la defensa de la soberanía nacional, de la protección a las mujeres,,,tenemos solvencia.

- Para aclararnos. ¿Si VOX intentara superar estas líneas rojas no pactarían con ellos?

- Hay algunas líneas rojas que no pactaríamos nunca. Me remonto a lo que se ha hecho en Andalucía , y lo que se ha pactado es perfectamente asumible por cualquier partido.

Hay líneas rojas que nunca dejaremos cruzar a VOX, y se ha visto en Andalucía”

- Póngame dos o tres ejemplos de propuestas de la ultraderecha que usted nunca aceptaría y que le impedirían pactar con VOX.

- No solamente VOX, sino cualquier. Que no se defendiese la unidad de España…

- Justamente eso VOX no lo cuestiona….

- Pues en el tema del estado de las autonomías que no quieren, porque ellos deberían saber que exige una reforma constitucional que exige unas mayorías. También defiende el PSPV un Estado Federal y la desaparición de las diputaciones y eso también requiere una reforma de la Constitución, y por eso uno no es antisistema…si se hace dentro de los cauces legales todo es factible. Tal vez en el tema de la violencia de género es susceptible de mejora, pero el dato objetivo es que hay mujeres que mueren asesinadas cada día, y eso no se puede obviar. Me gustaría que ese tema saliese del debate político. Algunas manifestaciones de VOX no me han gustado, pero la manera como Ximo Puig ha querido usar el Pacto de la Violencia de Género me pareció terrible.

- Entonces, el Pacto contra la Violencia de Género sería una línea roja.

- Por supuesto. Estoy dispuesta a mejorar muchas cosas, pero hay un hecho objetivo y es la terrible violencia contra las mujeres..

- ¿Y la Ley LGTBI valenciana?

- Es que hay algunas cosas de esa ley que no me gustan, pero es indudable que hay un colectivo y que debe defender sus derechos como cualquier otro colectivo. De hecho, realizamos propuestas para mejorarla, pero el PSPV y Compromís sólo pensaban en cómo arrinconar al PP.

- A principio de legislatura usted vaticinó que el Botànic, al que calificó desde el principio de Titánic, no iba a superar el 2017, pero lo cierto es que se equivocó.

- El poder une mucho, y el coche oficial también. Pero no me equivoqué del todo, han avanzado las elecciones…

- Un mes.

- Pero ha habido anticipadas. Pero ha habido también muchas desavenencias y muchas parálisis y muchas promesas que no se han hecho. Ha sido lo de prometer y no hacer.

Isabel Bonig durante la entrevista

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- ¿Qué leyes o medidas del Botànic tumbaría de inmediato?

- Muchas. La ley LTGTBI la modificaría. Todos los decretos en materia de educación. Crearía una nueva ley de protección a la maternidad, cuando era una ley magnífica, y es una de las leyes más progresistas.

- Por aclararnos, ¿qué cambiaría de la Ley LGTBI?

- El derecho de los colegios e institutos a mantener su ideario y a dar todas estas asignaturas de acuerdo con su ideario. Un padre decide voluntariamente dónde lleva a su hijo, y por supuesto a contar con el consentimiento de los padre mientras sean menores. Sólo en el supuesto de que causen daños la ley puede actuar, pero no puedes dejar que decida sobre esa educación la administración.

- La educación ha sido uno de los principales ejes de oposición del PP al ejecutivo de Ximo Puig. Hace apenas tres semanas, u sted dijo que el castellano estaba en peligro en la Comunidad Valenciana. ¿Lo mantiene?

- No lo digo yo, lo dice la sentencia del TSJ de Valencia de abril del 2018, donde enumera una serie de municipios donde no hay oferta en castellano. Es decir, no lo dice el PP. Yo nunca he querido hacer de la lengua una batalla de enfrentamiento, y nosotros apostamos por introducir el valenciano en el sistema educativo. Cuando el PP ganó la Generalitat, en el 1995, había 75.000 niños estudiando en valenciano; cuando nos fuimos en el 2015 había más de 240.000; es decir, hemos apoyado el valenciano. Pero en estos momentos, y dado el sistema de esta coalición sanchista y nacionalista, supone una inmersión total y absoluta, donde hay falta de libertad y la realidad lingüística.

El castellano está en peligro de extinción en Valencia, no lo digo yo, lo dice el TSJ”

- Pero coincidiremos que en la calle no está en peligro de extinción.

- Probablemente si usted planteara esta cuestión hace 20 años en Catalunya le dirían que no tampoco, pero hay que tomar medidas para no acabar como en Catalunya. Se trata de dar libertad.

- El PP introdujo el requisito lingüístico para los docentes. ¿Por qué ve con malos ojos que sea un requisito se aplique en el resto de funcionarios?

- Porque antes no estaba la cuestión catalana, y ahora vemos que el problema catalán comenzó por la administracióni y la educación. Y porque el PP ejercía un control evidente. Si algo se achaca a esta coalición sanchita con Compromís es que la inspección ha desaparecido de la educación valenciana. Ahora quien manda son los asesores lingüísticos del señor Vicent Marzà. Una cosa es que se exija a los profesores en una comunidad bilingüe y otra en toda la función pública. No estamos de acuerdo ni lo vamos a permitir, porque queremos que a la Comunidad Valenciana vengan los mejores, en la sanidad, en el ámbito judicial, en toda la administración. Eso no significa que no sea mérito, que debe ser valorado como tal. Y tampoco que haya puestos en la administración donde sea necesario conocer el valenciano porque tienes el contacto dinero con la gente, y esa gente tiene todo el derecho a que su interlocutor le conteste en valenciano.

Isabel Bonig durante la entrevista

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- Usted conoce y habla el valenciano. Pero en ocasiones, da la sensación de que sólo critican los avances en la extensión y conocimiento del valenciano. ¿Teme que sus votantes que también hablan el valenciano interpreten que usted ataca su identidad?

- Es que no es un ataque a la lengua o a la identidad. Defendemos la libertad, y le propuse a Ximo Puig un pacto: ¿usted cree que en Alzira o Algemesí hay un problema? La gente habla valenciano y castellano sin problemas, a la gente le molesta la imposición o la falta de libertad. Y si unos padres quieren que su niño o niña estudie en valenciano, yo le aseguro que garantizaré que eso sea realidad. Le dije al president que hiciéramos planes de promoción del valenciano en zonas castellanohablantes. En esas zonas existe la exención. ¿Saben que no alcanza al 2% de familias que solicitan la exención?, porque la gente quiere que sus hijos hablen valenciano. Es la imposición lo que hace que la gente se rebele…

Yo garantizo que los padres que quieran podrán elegir el valenciano para sus hijos, pero no se puede imponer a quien no lo quiera”.”

- Han acusado al Botànic de adoctrinar. ¿Algún ejemplo concreto?

- Se repartieron muchos mapas lingüísticos que se hablaba dels Països Catalans, se repartieron agendas con la unidad de la lengua de catalanes y valencianos…

- Fueron agendas de la época en la que gobernaba el PP...

- Bien, pero cuando eso se hace la inspección ha de actuar…se han dado boletines de Escola Valenciana; creo que la política debería estar fuera de la educación. Tampoco esos ataques a la concertada, que es tan pública como la concertada. Pero no se habla de la labor que hace la concertada en barrios deprimidos. Hagamos menos demagogia y pongámonos a hacer una buena educación pública de calidad. Y recuperar las evaluaciones…

- ¿Pero usted cree que estas cosas que nos dice son suficientes para comparar al Botànic con el independentismo catalán?

- Estoy absolutamente convencida.

- ¿No le parece una comparación desproporcionada sabiendo lo que ha pasado los últimos 30 años en Catalunya?

- Porque ahora es el final en Catalunya, pero cómo comenzó, incumpliendo las sentencias judiciales que obligaban a escolarizar en Castellano. Si en aquel momento se hubiese actuado, ahora no estaríamos como estamos con Catalunya. Es que esto mismo está pasando en la Comunidad Valenciana, donde se han tenido cuarenta sentencias en contra; todos los proyectos estrella educativos del PSPV y Compromís han sido tumbados por los tribunales. Si eso lo hace el PP se monta gorda…La coalición sanchista y nacionalista del PSPV y Compromís trasladan a València el problema catalán.

- Vamos a ver, en Catalunya llevan cuarenta años con gobiernos nacionalistas; en la Comunidad Valencian eso no es así, y el nacionalismo es sólo parte de un sector del ejecutivo valenciano.

- Pues mire usted en cuatro años cómo estamos, déjelos dos legislaturas más y verá como acabamos.

Volveremos a impulsar una Ley de Señas de Identidad para evitar que se financien entidades catalanistas”.”

- ¿Volverán a impulsar una Ley de señas de identidad como la que aprobaron en la anterior legislatura con Alberto Fabra de president?

- Si, lo haremos. Entre otras cosas, porque no se pueden dar subvenciones a entidades u organizaciones que no respeten la Constitución y nuestro Estatuto de Autonomía, entidades pancatalanistas. Y se están dando ayudas, mucho dinero.

- Pablo Casado ha dado algunas señales confusas respecto a cómo el Estado ha de controlar la Educación en las autonomías. ¿Comparte usted la idea de recentralizar el control de la Educación?

- Yo no soy partidaria de recentralizar la Educación. Pero lo que dijo Pablo Casado es que la Educación es de titularidad estatal pero delegada a las autonomías. Creo que debe haber una inspección general fuerte y que actúe en el caso de que las comunidades autónomas sean incumplidoras. Si eso se hubiese hecho Catalunya no estaría como está. Cuando hay sentencia en firme hay que cumplirlo. Se les va dejando hacer y se llega a esta situación. ¿Que han hecho Marzá y Puig?, como el decreto de plurilingüismo me lo han tumbado, lo llevo a una ley que ya no la puede impugnar el PP ni los padres, han burlado vía legislativa lo que marca una sentencia del TSJ de Valencia.

- Usted apoyó el cambio del modelo de financiación autonómica en las Cortes, lo que por cierto le supuso una fuerte bronca en su partido. ¿Qué hará si es presidenta de la Generalitat?

- Exactamente lo mismo que en la oposición, firme el manifiesto, la defendí, y firme una declaración institucional contra los presupuestos de Mariano Rajoy.

- Pero es que da la sensación de que ya sea el PP o el PSOE al final no se atreven a abrir el melón de la financiación aunque se pida por parte de algunas autonomías.

- Es que es un tema complicado y difícil para todos, porque supone abrir un melón en el que hay muchos intereses cruzados y problemáticas distintas en cada autonomía. Pero seguiremos igual, y yo seguirá reclamándola. Y lo que hicimos en el PP valenciano hizo reaccionar a Mariano Rajoy y al exministro de Fomento, Iñigo de la Serna. Pero aquí lo curioso es el PSPV y Compromís, que hablaban a todas horas de financiación pero cuando llega Pedro Sánchez al Gobierno los socialistas valencianos borran el tema de su agenda política.,

- ¿Defenderá la condonación de la deuda histórica valenciana?

- SI, absolutamente. Una condonación o fórmula de mutualización.

No cerraremos À punt, pero cambiaremos el modelo”

- ¿Cerrarán À punt?

- Replantearemos el modelo.

- ¿Cambiando la ley?

- Sí, por supuesto, hay que cambiarla.

- Entonces no la cierran

- No, pero con un modelo diferente, más pequeño, eficaz y con menos recursos porque deben ir a lo principal que es sanidad, empleo y educación.

- A raíz de que usted cantara ‘Sarri, sarri’ en À punt, el que fuera cantante de Kortatu, Fermín Muguruza, criticó en un tuit su actitud frente a la de TVE, que pidió perdón por haberle entrevistado por su película Black is Beltza. ¿Le ha llegado esa respuesta? ¿Comparte esas disculpas?

- Creo que en el tema del terrorismo hay que ser sensible. Una cosa es el aspecto musical y otra cosa la política. Con el señor Muguruza no comparto políticamente nada. A mí me gusta el rock radical vasco por lo que supuso sus canciones de movimiento social, cómo surge por hartazgo y falta de futuro de una generación. Pero en tema de terrorismo siempre estaré al lado de las víctimas. Creo que estuvo bien que Muguruza se disculpara.

- No, quien se disculpó fue televisión española.

- Pero no estaría mal que también lo hiciera Muguruza y todo el mundo abertzale. Si piden el perdón, para perdonar hay que reconocer las culpas y errores y esto no fue una guerra entre bandos, sino de asesinos terroristas contra personas que defendían ideas distintas dentro de la Constitución.

- Pero sabe que la canción ‘Sarri Sarri’ que a usted le gusta trata sobre el escritor Joseba Sarrionaindia, preso por su vinculación con ETA.

- Totalmente, el ‘Sarri Sarri’ habla de los dos presos que se escaparon, pero lo que me gusta es la parte musical. Es como las Fallas, si ves una crítica en las Fallas, no lo puedes denunciar... Una cosa es la crítica, y otra todo el que hay detrás. El problema es cuando el mundo abertzale se apoderó de ese movimiento musical de protesta de toda una generación por el problema de la droga, la falta de futuro... Eso a los políticos nos tiene que hacer reflexionar, porque si la política no arregla los problemas, la gente busca otras salidas musicales o culturales.

Así define Isabel Bonig a sus rivales”

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