Ofensiva en Tarragona por la expansión ocupa
En el casco antiguo
Tras otro fin de semana de peleas y gritos en la zona de la calle Ferrers, los vecinos se organizan
Con rabia, miedo e impotencia, los vecinos de la calle Ferrers, en pleno casco antiguo de Tarragona y a cien metros del Ayuntamiento, están viendo cómo el grupo de delincuentes que han ocupado dos casas se adueñan de la zona.
Ahora traen una mesa de un bar, luego una bicicleta de no se sabe dónde, de vez en cuando una moto, ahora tiran la tapia que bloqueaba una ventana, luego manosean un cuadro eléctrico y más tarde intentan entrar en otro piso. Y mientras, peleas, gritos, golpes y un ir y venir de jóvenes que entran y salen de las casas. Los vecinos están al límite y esta tarde se reunirán para analizar la situación y exigir que se garantice su seguridad.
Treparon por la fachada
Los dos detenidos por intento de robo, en libertad con cargos
El problema persiste pese al incremento de la vigilancia. Policía local y Mossos han desplegado el dispositivo Vibio para frenar el tráfico de drogas y los robos en la Part Alta. La semana pasada los Mossos detuvieron a dos jóvenes de 19 años, vecinos de Tarragona y nacionalidad marroquí que, de madrugada, trepaban por la fachada de una casa de la plaza Sedassos, detrás de la calle Ferrer. Aunque, tras pasar a disposición judicial, por tentativa de robo, los dos jóvenes han quedado en libertad con cargos.
Estas detenciones y las identificaciones llevadas a cabo durante los últimos días no han evitado otro fin de semana de tensión. Algunos vecinos no se atreven a dejar su casa sola. Tienen miedo. Se han resignado a despertarse varias veces por la noche por los gritos que resuenan a cada rato. Los más atrevidos hacen fotos. En pocos meses, una de las calles más pintorescas de la Part Alta, detrás del conservatorio de música y del Museu d’Història y con gradas del circo romano (declaradas patrimonio de la humanidad) se ha convertido en un infierno para sus habitantes. “He vivido siempre aquí, pero estoy buscando piso porque esto no se puede aguantar”, lamenta una de las vecinas.
Consecuencias
“Está en juego la convivencia”, dice el alcalde
“Está en juego la convivencia ciudadana”, ha reconocido el alcalde, Pau Ricomà (ERC), quien asegura que la mayoría de la veintena de ocupas que han conquistado la calle Ferrers tiene antecedentes, “que no se han producido en Tarragona”, pero no concreta dónde. Ricomà sí reconoció que “tienen conexión”, con la casa ocupada desde hace años en el Serrallo, conocida como Rancho Grande, donde se han detectado actividades delictivas como tráfico de drogas.
Hace unos días en esta casa comenzó una pelea multitudinaria con jóvenes armados con cuchillos y palos que se extendió hasta las terrazas del frente marítimo y culminó con un detenido y varios identificados. En el caso de la calle Ferrers, el propietario de la casa ocupada ha presentado denuncia. La del Serrallo es propiedad de entidades financieras. “Nos hemos reunido con ellas para solucionar el tema”, ha dicho Ricomà, pero el Ayuntamiento no ha sancionado a ninguna de estas entidades.