Los principales sindicatos vascos reclamarán un salario mínimo propio a través de una ILP y un acuerdo interprofesional

Iniciativa legal y sindical

ELA y LAB demandan, junto a otras centrales, un SMI que refleje “la realidad socioeconómica y sindical” de Euskadi y Navarra

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Manifestación sindical protagonizada por ELA y LAB. 

Juan Herrero / EFE

Los dos principales sindicatos vascos, ELA y LAB, llevarán al ámbito legislativo su demanda de un salario mínimo vasco, una propuesta en la que llevan años insistiendo. Junto a otras centrales como ESK, Steilas, Etxalde e Hiru han registrado en el Parlamento vasco y en la Cámara de Navarra sendas Iniciativas Legislativas Populares (ILP) a favor de un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) “propio” que refleje “la realidad socioeconómica y sindical” de Euskadi y Navarra.

El objetivo de estas centrales es trabajar conjuntamente para alcanzar un acuerdo interprofesional que fije un salario mínimo “propio”, impulsando, además, una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) con el fin de que las instituciones “tengan capacidad” de establecer un salario de este tipo, según han explicado en un comunicado.

Dos frentes

ELA, LAB, ESK, Steilas, Etxalde e Hiru consideran que la vía del Acuerdo Interprofesional y de la ILP son “complementarias”, por lo que son partidarios de trabajar en ambas fórmulas.

De cara a recorrer esa hoja de ruta, el primer paso que han dado ha sido el registro en los parlamentos de Euskadi y Navarra de sendas ILP para que las administraciones de ambos territorios tengan capacidad para regular el salario mínimo legal.

Estas organizaciones consideran que el establecimiento del salario mínimo “tiene una dimensión protectora para la clase trabajadora”, ya que este tipo de salario se establece en todas aquellas actividades que no tengan garantizada la referencia mínima por negociación colectiva o en las que esa referencia es inferior.

En segundo lugar, han manifestado que el salario mínimo “debe garantizar un nivel suficiente en todos los salarios, de manera general”. A su vez, estiman que “como instrumento de política social y económica, el salario mínimo es también un mecanismo de reparto de riqueza y de cohesión social, que reduce el número de personas bajo el umbral de la pobreza e impulsa la negociación de los salarios al alza, incluso en sectores con condiciones superiores a las legales”.

Condiciones de vida dignas

Desde estos sindicatos consideran que “la cantidad fijada en el Estado español queda muy lejos de garantizar unas condiciones de vida dignas a los y las trabajadoras de Hego Euskal Herria”. Asimismo, ELA, LAB, ESK, Steilas, Etxalde e Hiru señalan que el SMI en Euskadi y Navarra “debe responder a la voluntad diferenciada que la sociedad vasca demuestra una y otra vez en las elecciones sindicales o mediante su capacidad de movilización”.

Finalmente, estas centrales consideran que “un nuevo SMI que refleje la realidad socioeconómica y sindical sería también un avance hacia la soberanía, y hacia la configuración de un marco vasco de relaciones laborales que mejore las condiciones de vida de la mayoría de la sociedad, a través de un reparto más justo de la riqueza”.

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