“En pie sobre la tierra vasca” y “humilde ante dios y la sociedad vasca”, Imanol Pradales ha jurado este mediodía el cargo bajo el árbol de Gernika y se ha convertido en el sexto lehendakari del periodo democrático. Lo ha hecho siguiendo, casi al pie de la letra, la fórmula utilizada por José Antonio Agirre en 1936, entonces al frente de un Gobierno de concentración nacional formado por los sectores leales a la II República. El nuevo lehendakari, como es conocido, presidirá un Ejecutivo sustentado por PNV y PSE, una coalición ya histórica en la política vasca, y estará acompañado en su nuevo Ejecutivo por 15 consejeros, diez jeltzales y cinco socialistas, cuya identidad se ha conocido a primera hora de la tarde.
La ceremonia solemne de este sábado ha dado cauce a la votación que tuvo lugar el jueves en el Parlamento vasco, en la que Pradales fue investido gracias a los 27 votos de los parlamentarios de su partido y los 12 representantes del PSE. El nuevo lehendakari contará con esa mayoría (39 de 75) para sacar adelante su mandato, aunque no tendrá a buen seguro una legislatura sencilla. El PNV ha constatado en el último ciclo electoral, concentrado en los últimos 13 meses, que vive un declive electoral que coincide, además, con el auge de EH Bildu, y en la sociedad vasca se detecta una preocupación creciente ante problemas, en muchos casos con ramificaciones globales, que no terminan de atajarse. El éxito del gabinete de Imanol Pradales pasará por poner coto a esas grietas que, por otra parte, están bien detectadas.
El nuevo lehendakari ha jurado el cargo pasadas las 12.00 horas, con una intervención, íntegramente en euskera, basada en el juramento del lehendakari Agirre: “En pie sobre la tierra vasca, humilde ante dios y la sociedad vasca, bajo el árbol de Gernika, en recuerdo de nuestros antepasados, ante los responsables públicos, juro cumplir honradamente mi cargo”.
En realidad es la misma fórmula que han utilizado los lehendakaris que le han precedido, aunque introduciendo en cada caso matices diferentes. Por ejemplo, el socialista Patxi López, en 2009, evitó “jurar” (zin egin) y “prometió” el cargo (hitz eman), mientras que Urkullu juró el cargo al inicio de cada uno de sus tres mandatos, una fórmula que ha repetido Pradales. El nuevo lehendakari, no obstante, ha reducido el uso de iconografía religiosa durante la ceremonia.
Por lo demás, el nuevo lehendakari ha recuperado una melodía utilizada por Agirre en 1936 y ha introducido “símbolos del patrimonio etnográfico vasco ligados a la mar”.
Asimismo, en la intervención posterior a la jura, realizada en ese caso en euskera y castellano, ha evitado mencionar su “lealtad a la corona”, como sí hicieron los anteriores, y se ha limitado a señalar su lealtad al “ordenamiento jurídico”.
Junto al libro de honor, además, ha colocado sendas obras de arte de Nestor Basterretxea y Eduardo Chillida, y ha redactado un texto, también íntegramente en euskera, comprometiéndose a trabajar por “el bienestar y la libertad de Euskadi”.
A la ceremonia de jura del cargo han asistido representantes de las instituciones, la política, la cultura y la sociedad vasca, así como representantes del Gobierno de Navarra, la Comunidad de la Aglomeración del Pays Basque (el País Vasco francés) y el Gobierno español, con la vicepresidenta del Gobierno y Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la cabeza.
También han estado los cuatro lehendakaris vivos que han precedido a Imanol Pradales en el periodo democrático (José Antonio Ardanza falleció hace unos meses): Iñigo Urkullu, Patxi López, Juan José Ibarretxe y Carlos Garaikoetxea.
El momento en el que los cuatro han posado, junto a Imanol Pradales, bajo el árbol de Gernika ha dejado una de las imágenes de la jornada. El nuevo lehendakari hereda de los anteriores una Euskadi en paz, cohesionada y consciente de sus niveles de bienestar. Pero la aceleración de la globalización y un modelo económico voraz plantean nuevos retos para los que la sociedad vasca, aún alejada de las derivas populistas que invaden Europa, demanda respuestas eficaces e innovadoras.