El operativo de rescate intenta “abrir vías” a la parte alta del vertedero
Zaldibar
Las labores de búsqueda tratan de alcanzar la báscula de pesaje, donde se cree que están los cuerpos de los dos desaparecidos
La prioridad es recuperar los cuerpos de los dos desaparecidos pero, por ahora, las maniobras son tímidas debido a la inestabilidad del terreno. Dos excavadoras están trabajando este miércoles en distintas zonas del vertedero de Zaldibar (Bizkaia) en la búsqueda de los dos operarios sepultados desde el pasado 6 de febrero en el derrumbe de la escombrera, aunque, eso sí, las labores se están desarrollando en espacios alejados de donde se cree que hay más posibilidad de encontrarlos. Los miembros del equipo de rescate están mientras tanto cribando a mano los residuos.
Según los testigos, los dos operarios se encontraban cerca de la báscula de la instalación en el momento del colapso de la estructura. Por ahora, la búsqueda no llega hasta ahí, en la zona alta de la lengua de medio millón de metros cúbicos de tierra y residuos industriales, debido a la gran inestabilidad advertida por los geólogos y también a que, para acceder a ella, primero hay que “abrir vías de acceso” retirando los residuos y depositándolos en otro lugar. De todas formas, los expertos trabajan también con la hipótesis de que los cuerpos, por el deslizamiento, fuesen desplazados entre 30 y 70 metros.
Rescate
Para acceder a la zona alta, primero hay que retirar los residuos y depositarlos en otro lugar
Por otro lado, los camiones con restos extraídos se están descargando en una cantera cercana, en la que se ha llegado a barajar la posibilidad de que fuesen sellados allí mismo. A la vez, se está construyendo una celda de seguridad para almacenar provisionalmente los residuos más peligrosos, que tendrá una capacidad de 100.000 toneladas. El contenido de los camiones pasa dos cribados antes de permitirse su depósito. El “depósito temporal” permitirá albergar los residuos en “condiciones de máxima seguridad” y, en concreto, se cumplirán los requerimientos establecidos para residuos peligrosos puesto que la instalación albergaba fibrocemento que contenía amianto.
En el panorama político, el Ejecutivo autonómico, en la misma línea de la comparecencia de ayer del lehendakari Iñigo Urkullu y los consejeros de Medio Ambiente, Trabajo, Salud y Seguridad ante el Parlamento vasco, ha negado este miércoles “falta de rigor” en el control del vertedero aunque sí ha admitido cierta “descoordinación”, que ha achacado a la “celeridad” con la que se hubo de actuar cuando se produjo la tragedia.
Si hay errores, los subsanaremos, pero la responsabilidad principal es de la empresa”
“Si hay errores, los subsanaremos, pero la responsabilidad principal es de la empresa”, ha reivindicado el portavoz del gabinete, Josu Erkoreka. En la comparecencia de ayer, el Gobierno vasco admitió que los controles “no fueron suficientes” y el titular de Medio Ambiente, Iñaki Arriola, reveló que la empresa propietaria del vertedero, Verter Recycling, envió al Ejecutivo un informe en el que garantizaba la “estabilidad” de la estructura 16 días antes del derrumbe.
Tras la extinción completa del fuego este martes, las autoridades esperan que los nuevos datos sobre dioxinas y furanos desciendan mucho. Si estos niveles bajan, podría levantarse la alerta sanitaria decretada desde el viernes pasado tras constatarse concentraciones “hasta 50 veces superiores” a las habituales en un entorno urbano.