Urkullu adelanta las elecciones vascas al 5 de abril
Anticipo electoral
El lehendakari anuncia una llamada a las urnas condicionada por la inestabilidad catalana y su posible trasvase al Estado
Feijóo reúne a su Gobierno para convocar las elecciones gallegas
Las elecciones vascas serán el 5 de abril. El lehendakari Iñigo Urkullu ha confirmado los rumores y ha comunicado este lunes que adelanta los comicios autonómicos al primer domingo de abril. Con el anuncio, el presidente vasco cumple con los exiguos márgenes que tenía para satisfacer la distancia legal de 54 días entre convocatoria y paso por las urnas. En la decisión del mandatario vasco, comunicada personalmente a Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijoó, Quim Torra y María Chivite, ha pesado, y mucho, la inestable situación catalana y su posible trasvase al Gobierno de Pedro Sánchez. “Convocar ahora elecciones supone ganar medio año”, ha asegurado el presidente vasco arropado por su gabinete en una comparecencia solemne en la sede del Ejecutivo autonómico en Vitoria.
El lehendakari ha explicado que la elección del día 5 es “beneficiosa para la ciudadanía” ya que “ahorra 8 meses de campaña electoral permanente -hasta octubre, cuando en principio finalizaba la legislatura”, a la vez que ha aludido al “clima preelectoral” en Euskadi, un ambiente que, ha indicado, “afecta a la dinámica parlamentaria” y “hace muy difícil que se aprueben las iniciativas legislativas pendientes”.
El adelanto electoral en Euskadi parecía confirmado desde que el Gobierno vasco hizo público la semana pasada que el lehendakari Iñigo Urkullu había pedido la opinión de sus consejeros sobre la convocatoria de los comicios, una filtración nada baladí ya que éste es un trámite obligatorio previo a oficializar la llamada a las urnas. Las calculadoras escrutaban desde entonces un calendario en el que el 5 de abril aparecía como primera opción, mucho antes que los meses de mayo o junio que se habían barajado.
Adelanto electoral
El traspaso de las competencias pendientes y las elecciones catalanas, claves del anticipo
A pesar de que el Ejecutivo de Urkullu llega con tranquilidad al final de la legislatura tras haber aprobado los presupuestos de este año, varios factores cruciales han forzado el adelanto. El primero, capital para el PNV, es el traspaso de la treintena de competencias pendientes comprometidas con Pedro Sánchez hace doce meses pero estancadas por la inestabilidad política en el Estado. “Las elecciones nos van a permitir igualar la realidad del Gobierno vasco a la del Estado y también a la de las diputaciones, renovados todos ellos recientemente”, ha dicho.
La semana pasada se reactivaron las transferencias en un encuentro en Madrid y el próximo día 20 se cerrará un calendario de trabajo para cumplimentarlas. Como era de esperar, los traspasos no se van a finiquitar durante el primer semestre de 2020 y el final del verano va a ser una época clave para encauzarlos. Con unas elecciones en abril, desde julio habrá ya un Gobierno vasco plenamente asentado y con toda su capacidad operativa disponible para sellar las negociaciones.
Otra circunstancia importante son los comicios catalanes. En Sabin Etxea querían alejar lo máximo posible la fecha vasca de estos ya que el polarizado debate catalán enturbiaría una campaña en Euskadi en la que el PNV quiere rentabilizar el gran activo político que supone Urkullu, construido sobre la gestión y la estabilidad. Todo lo que se salga de ese esquema, creen, perjudicaría a unas siglas al alza que en las municipales, forales y generales de 2019 se impuso con claridad en todo el territorio. La estrategia, en Euskadi y en Madrid, funciona. “No es sólo Catalunya, también es cómo pudiera afectar al Gobierno español”, ha destacado Urkullu.
“Convocar ahora elecciones supone ganar medio año”
Iñigo Urkullu
Lehendakari
Asimismo, en el horizonte hasta el final de la legislatura –octubre- no se ve ningún proyecto legislativo de calado susceptible de poder ser aprobado, como la nueva ley de garantía de ingresos o la reforma del Estatuto de Gernika. Dentro de las fechas electorales que ofrecía abril, sobresalía el día 5, previo a las vacaciones de Semana Santa. La otra era el 26, una opción que no acababa de convencer en Ajuria Enea al interferir las festividades de lleno en la campaña. “Vamos a poder tener un Gobierno en marcha antes del verano, lo que ayuda a afrontar desde la estabilidad y la certidumbre las cuentas de 2021”, ha remarcado.
Todos los partidos de Euskadi, salvo el PP, tienen ya designados a sus candidatos. Los populares vascos, distanciados de Génova, apuestan por su presidente, Alfonso Alonso, como cabeza de lista, pero Casado no acaba de pronunciarse, alimentando las dudas entre la militancia del territorio. Alonso ha prometido que no dará “pasos unilaterales” y asegura que cuenta con la confianza del presidente de la formación, pero a su vez ha insistido en que “conviene cerrar especulaciones”.
Clima preelectoral
Todos los partidos vascos, salvo el PP, han designado ya a sus candidatos a lehendakari
Donde sí hay sintonía entre la dirección nacional y el PP vasco es en la idea de exportar la fórmula Navarra Suma –UPN, PP y Cs- para concurrir junto a los naranjas bajo la marca Euskadi Suma. Alonso, eso sí, exige que Ciudadanos asuma la singularidad vasca y la defensa de la foralidad. Acentuar ese discurso propio, creen, es su única tabla de salvación tras numerosos reveses electorales en el País Vasco y en medio de un clima recentralizador que también llega desde Génova.