La alcaldesa de Sant Cebrià de Vallalta cesa a todos los concejales del gobierno
Política local
Por votar contra el presupuesto | Los cuatro regidores promueven la expulsión de Sònia Scafa del grupo municipal AVSC y una posible moción de censura
El voto en contra de los cuatro concejales del equipo de gobierno a la aprobación del presupuesto 2018, que finalmente fue rechazado por nueve votos y dos a favor, fue determinante para la reacción de la alcaldesa de Sant Cebrià de Vallalta (Maresme), Sònia Scafa, para emitir un decreto y revocar por decreto la delegación de competencias a los concejales que hasta ayer formaban parte del equipo de gobierno: Daniel Llenas, Cristina Romero, Raúl Sánchez y Javier Mayo, todos ellos de la Agrupació de Veïns Sant Cebrià (AVSC).
Scafa, que ha asumido todas las competencias de las concejalías delegadas, acusa a los regidores díscolos de “falta de responsabilidad y diligencia” una situación que se remonta a meses atrás. La crisis vivida en el pleno municipal del 15 de marzo, estalló cuando los cuatro concejales se alinearon con la oposición para tumbar el presupuesto, que ya había sido aprobado provisionalmente. La alcaldesa acusa ahora a sus compañeros de agrupación de haber entorpecido el buen funcionamiento del consistorio y justifica su reacción ante la imposibilidad de continuar con esta situación que ha comportado “la pérdida total y absoluta de confianza y respeto a esas personas”.
La alcaldesa, en declaraciones a La Vanguardia retrata episodios de “calumnias e injurias en las redes sociales” de sus propios compañeros de partido, de los que reconoce sentirse engañada. Les acusa de “moverse por intereses particulares en lugar de intereses del pueblo”. Scafa admite que en algunos momentos del mandato ha tenido presiones de sus propios concejales para “hacer cosas que no se podían hacer” e incluso habla de “tener sospechas de irregularidades” de las que no ha querido hacerse responsable “para no vulnerar la legalidad” como abogada. Una negativa que, según ella, ha estallado en crisis de gobierno y abona sus tesis contra los regidores de gobierno, a los que acusa incluso de “hacerme mobbing” y propiciar que desde hace meses “tuviera de tirar yo sola del carro”.
Por su parte, Daniel Lienas, portavoz del grupo municipal de AVSC y hasta ahora compartiendo gobierno con Scafa, justifica el voto negativo al presupuesto a la necesidad de disponer de partidas económicas que podían ser más accesibles si el presupuesto era prorrogado, como por ejemplo las destinadas a la limpieza de zonas verdes “en una época donde la alerta por incendios” está activada. De haber procedido a la tramitación habitual, las partidas no hubieran estado disponibles ahora, con el riesgo que supone. La negativa de la alcaldesa a propiciar esta prorrogación, se sumó al ya mal ambiente existente en el seno de la agrupación, que nació de la reivindicación de los residentes en las urbanizaciones y arrasó en las últimas elecciones municipales. Ahora, acusan a la alcaldesa de actuar de forma dictatorial “sin respetar las votaciones del grupo” y asumen que “no es una buena líder” por lo que han decidido iniciar los trámites para proceder a la expulsión de su partido.
Sin la alcaldesa en el grupo municipal de AVSC, se abre en Sant Cebrià la posibilidad de una moción de censura de la que en el pueblo nadie quiere hablar. El propio Lienas desvía la pregunta sobre un futuro recambio de gobierno: “empezaremos a negociar una salida en cuanto Scafa sea expulsada” pero en ningún caso confirma la predisposición a una moción de censura.
Lo cierto es que los partidos soberanistas (CUP, ERC y PDeCAT) dejando al margen al concejal del PSC y la exalcaldesa de Tots per Sant Cebrià, Antònia Benítez, a quien describen como “alcaldesa en la sombra y gran apoyo de Sònia Scafa”, llevan meses reuniéndose con los regidores amotinados, pero sin que se haya llegado a un acuerdo en firme, entre otros motivos, esgrimen: “por las elevadas exigencias de los concejales de ASVC” que en algunos puntos llegan a ser “insultantes”.
Desde la oposición, sin embargo no muestran excesiva extrañeza a la contundente decisión de la alcaldesa. Sabedores de que “no se entienden entre ellos desde el principio”. De los errores del gobierno Scafa también responsabilizan a los cuatro concejales que ahora negocian una supuesta moción de censura. “Gestión opaca, prepotencia, maltrato al personal municipal, pérdida de confianza en funcionarios, etc..”. Pero la conclusión más llamativa es que “se han cargado años de trabajo y experiencia en poco tiempo” por lo que insisten en demostrar que la agrupación que ganó las elecciones “era un bluf, un globo hinchado con promesas que no han podido cumplir”.
Aún con las duras críticas a la gestión de gobierno, la oposición no se aventura a descartar una moción de censura contra la alcaldesa. A los cuatro concejales de AVSC, sumarían los dos de la CUP, uno de ERC y el de PDeCAT, con lo que ya contabilizarían ocho de los once concejales que componen el Ayuntamiento de Sant Cebrià de Vallalta.