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Conmoción en Caldetas por la denuncia a un policía por apropiación indebida

Un agente de la Policía Local de Caldes d’Estrac está denunciado por sustraer la recaudación de los parquímetros de la zona azul

Un parquímetro en el paseo Dels Anglesos de Caldes d'Estrac

LV

Hace días que no se habla de otra cosa en la pequeña población de Caldes d’Estrac (Maresme). El caso de un cabo de la Policía Local denunciado por haber sustraído la recaudación de los parquímetros, ha conmovido a los vecinos, ya que el denunciado es muy conocido y uno de los que tiene más antigüedad del cuerpo policial. En la comisaría, los agentes se muestran dolidos ante las evidencias, ya que algunos de ellos llevan más de 30 años compartiendo patrullas con el agente denunciado. El Ayuntamiento, admite la investigación pero deja lugar para la presunción de inocencia y critica la “filtración parcial y malintencionada” que mezcla hechos probados con sospechas no demostradas y que, por el momento “no merecen ninguna credibilidad”.

Los hechos a los que se refiere el Ayuntamiento, se remontan al pasado 6 de junio cuando en el cambio de turno de noche a mañana, los agentes percibieron que la recaudación habitual de una de las máquinas expendedoras de tiquets para estacionar en zona azul era cero euros. El dinero desaparecido, 496 euros, fue devuelto, pero un cabo de la policía local está acusado de apropiación indebida de diferentes cantidades que ascenderían a unos 6.000 euros. El jefe de la policía ha presentado denuncia ante los Mossos d’Esquadra y el Ayuntamiento comparecerá en el caso como parte interesada. El cabo, por su parte, tramita un traslado de destino a Palafolls.

El 7 de junio, según la documentación a la que ha tenido acceso La Vanguardia, el jefe de turno de la policía local detecta que la máquina 8 expendedora de tiquets de zona azul del Passeig dels Anglesos, había dado cero euros de recaudación, una situación insólita después de varios días sin haber procedido a la retirada de la caja. La desaparición del dinero dio pie a una investigación por parte del inspector de la jefatura local mediante la visualización de las cámaras de tráfico próximas al parquímetro, localizando que, en día y hora pasaba por allí el vehículo policial conducido únicamente por el cabo, J.L.M.A. A partir de aquel momento, el jefe de la policía contacta con los dos agentes que estaban de guardia aquella noche y les requiere por la recaudación, a lo que inicialmente ambos responden desconocer su destino.

Según la denuncia presentada, el cabo pidió reunirse con el Inspector el día 8 de junio y le reconoció haber realizado la recaudación de la máquina expendedora y que el dinero lo había devuelto, aunque otra versión coloca la bolsa de las monedas en un lugar distinto al habitual. Hechas las comprobaciones pertinentes, el jefe de la Policía pide al cabo que diera las explicaciones pertinentes al resto de compañeros sobre los que también había planeado la sospecha. Los agentes confirmaron la reunión y también que el cabo se había confesado autor de los hechos.

A partir de aquel momento, las sospechas de que otras sustracciones se pudieran haber producido anteriormente toman forma, por lo que fueron comprobados los movimientos de las máquinas durante el 2014 y 2015 se detectan desviaciones entre los ingresos realizados en la caja y el metálico que indica la máquina, en las que en muchos casos el agente denunciado puede ser el autor. La cantidad total sustraída podría ascender a 6.000 euros, pero la determinará con exactitud la auditoria que ha encargado el Ayuntamiento.

Otro de los hechos que abona las sospechas es que durante la investigación, la Policía Local de Sant Vicenç de Montalt, sorprendentemente tomó declaración a los trabajadores de la gasolinera ubicada junto a la carretera N-II. Lo mismo hicieron los Mossos con los operarios de la estación de servicio de Arenys de Mar. En ambos casos, todos ellos declararon que el acusado había cambiado una gran cantidad de monedas. Unas declaraciones que el pasado 16 de noviembre fueron ratificadas ante el juez que lleva el caso, junto a las del Inspector y cuatro agentes de la Policía Local de Caldetes.

Por su parte, el gobierno local, que conoció con posterioridad la investigación y la denuncia presentada, ha decidido personarse en la causa. Por el momento, el cabo acusado ha sumado una baja médica a unos días de vacaciones que tenía pendiente e intenta llevar a cabo un cambio de traslado con otro agente de la misma categoría, que actualmente trabaja en la jefatura de la policía local de Palafolls.