La Comunidad de Madrid va a anunciar este martes un nuevo protocolo que se va a activar desde los centros de salud, sobre todo en los ambulatorios, para detectar casos de sospecha de maltrato de menores de edad en su entorno familiar.
Bien el pediatra, la enfermera, los odontólogos, los fisioterapeutas, los especialistas en psicología o los trabajadores sociales podrán activar protocolos para reforzar la protección de los menores de edad.
Distintos tipos de violencia
Estos profesionales podrán notificar "oficialmente la sospecha de si hay indicios de que un paciente pediátrico sufre violencia física, emocional, sexual a o través de las redes sociales, negligencias en los cuidados, abuso de nuevas tecnologías, sumisión química, mutilación de los genitales femeninos, trata, explotación sexual o pertenencia a bandas delictivas".
El objetivo es "la detección temprana en presuntos casos de maltrato infantil" para evitar que esas actuaciones dejen huellas difícil de borrar en su edad adulta.
La Comunidad de Madrid tiene claro que ese tipo de actuaciones pueden afectar al rendimiento escolar de los niños e incluso generar trastornos de comportamiento, adicciones o problemas de salud mental en el futuro. Incluso, pueden condicionar su etapa adulta, tanto en el ámbito personal, como laboral.
Casos llamativos del 2023
El informe podrá detallar tanto casos leves, como más graves y pasará a manos de los trabajadores sociales del centro para que se haga un seguimiento. Si la situación es muy grave, los casos se podrán llevar a la fiscalía de menores para iniciar procesos judiciales.
Eva Toledano, jefa de servicio de trabajo social de atención primaria, destaca que esta nueva medida va a pivotar sobre "los trabajadores sociales de los centros" y persigue trabajo en equipo en los ambulatorios, así como "concienciar a las familias".
Durante el año pasado hubo casos que saltaron a los medios de comunicación, como el del médico de Colmenar Viejo, que maltrataba y tenía encerrados a sus ocho hijos; o unos padres que suministraban cocaína a su hija de 19 meses, también en la Comunidad de Madrid. Ante casos tan flagrantes, la consejería de Sanidad pretende detectarlos en el entorno sanitario para poder poner freno lo antes posible.