Ayuso admite que su relación con Génova "no es fácil" e insiste en convocar primarias cuanto antes
Congreso regional
La presidenta de Madrid admite que le gustaría que "todo se resolviera pronto"
Los barones se plantan ante Ayuso por sus presiones para presidir el PP de Madrid
"El momento es complicado. No es fácil. Y me gustaría que esta situación se resolviera pronto". Isabel Díaz Ayuso ha armado este mediodía un discurso pacificador tras las filtraciones publicadas por el conflicto abierto en el seno del PP por la presidencia del partido en Madrid y que en las últimas 72 horas se ha agravado.
Según recoge Carmen del Riego en la edición de hoy de La Vanguardia, desde la dirección nacional del PP advierten de que la paciencia tiene límites y empiezan a mostrar su "hartazgo" por las continuas presiones de la presidenta Ayuso. "No solo para presidir el PP madrileño, sino para que el congreso regional se celebre cuanto antes, volviendo a poner en cuestión, otra vez, el calendario aprobado por Génova".
Pese a ello, la presidenta regional insiste en que no va a dejar de emprender la batalla y se ha esforzado en minimizar el cruce de declaraciones, bloqueos y reproches que se están sucediendo desde ambas partes. "Tenemos una amistad de 17 años y quiero mantenerla", ha señalado en referencia a la relación que mantiene con el presidente del PP, Pablo Casado. "Pero pido coherencia", ha rematado a quien la eligió como candidata electoral cuando nadie apostaba por ella.
Para surfear la docena de preguntas de la prensa acerca de la disputa interna -hasta el punto de que el anuncio de la rebaja de medio punto del IRPF en todos los tramos ha quedado totalmente solapado-, Ayuso ha decidido enrocarse en su gestión al frente de la presidencia regional: "No me preocupa perder el poder, sino no ejercerlo para gobernar a los madrileños. Lo que quiero es centrarme en el Gobierno de Madrid, en la recuperación económica, en bajar el paro, y no perder el tiempo", ha rematado como advertencia a los cuadros dirigentes del partido a quienes, indirectamente, ha recordado que "ir a las urnas nos hará libres".
"Desde luego, creo que ir a unas urnas a uno siempre le hace libre, es lo que me ha pasado en las últimas dos ocasiones al frente de la Comunidad de Madrid y por eso me gustaría seguir adelante con este proceso", ha señalado.
Su intervención, no obstante, ha evidenciado la incomodidad que se vive en su entorno: "Las cuestiones del partido pesan" (...) "y me preocupa qué estarán viendo los ciudadanos estos días", ha reconocido.
Y razón no le falta. La lucha interna que mantiene con la dirección de su partido va camino de solapar, no solo la citada rebaja del IRPF, sino su propia victoria electoral del pasado 4-M. La "ilusión" y el "chute de optimismo" que su equipo agita como razón para adelantar las primarias del PP de Madrid están desdibujándose ante las rencillas y zancadillas que se dedican unos y otros cuando cruzan las puertas de Génova 13.
Aunque rápidamente ha tratado de cambiar de tercio escenificando su buena sintonía con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, a quien todas las quinielas sitúan como el candidato de Génova para cortar el paso, y las alas, a Ayuso.
"La colaboración y la lealtad entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid son necesarias". "Mi trabajo con el alcalde ha sido de absoluta complicidad y de apoyo y esto va a seguir siendo así. En los momentos más complicados, durante estos dos últimos años, lo hemos demostrado y sé que vamos a estar a la altura", ha rematado.