La Comunidad de Madrid apunta a desmarcarse de la senda abierta por Castilla y León, la Comunidad valenciana, Asturias o Murcia y se plantea levantar las restricciones aún existentes por la Covid-19 permitiendo la libertad de movimientos en la región durante la próxima Semana Santa.
La decisión aún no está tomada, y dependerá de la evolución de la incidencia del coronavirus en los próximos 15 días, pero la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha dado alguna pista acerca de las medidas a tomar confirmando que serán "sensibles" a la actividad económica. "Si por algo se ha caracterizado Madrid es por ser sensible a todas las necesidades; la económica y la sanitaria, que son primas hermanas", ha señalado en declaraciones a la prensa desde la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112, al tiempo que ha defendido que será una decisión "estudiada y quirúrgica".
A pesar del debate abierto, Ayuso no ha querido oficializar el plan trazado argumentando que aún es "un poco precipitado" hablar sobre si se aplicarán restricciones de movilidad porque cree que cualquier declaración que haga "puede a su vez levantar suspicacias en otras comunidades", algo que entiende. "Esto lo hemos vivido en otras ocasiones. Como no hay liderazgo a nivel nacional para ver qué hacemos como país, cada comunidad está haciendo lo que buenamente puede con la información que cuenta, con las herramientas que ha adquirido", ha manifestado.
Se conjugará la salud y la vida con la economía, porque Madrid es un motor económico que no puede pararse
Será la Consejería de Sanidad, encabezada por Enrique Ruiz Escudero, la que avance las medidas "en estos días". Ayuso ha insistido en que "como siempre", lo que harán será "conjugar la salud, la vida, con la economía" porque "Madrid es un motor económico que no puede pararse". Por ello, ha insistido en que tomarán decisiones "sensatas y equilibradas".
La dirigente autonómica ha incidido en que van "a seguir mientras tanto permitiendo que Madrid tenga una semiapertura de toda su actividad" hasta que vean "cómo evoluciona la pandemia". En este punto, ha recordado que la región tiene ahora mismo todo cerrado desde las 11, y aunque "para muchos esto puede parecer que no es un control", ha recordado que la vida de Madrid es hasta la 1 e incluso hasta la madrugada.
"Madrid es una comunidad que ofrece servicios 24 horas y ya de por si está sufriendo unos parones muy importantes", ha dicho, al tiempo que ha sostenido que espera que la Semana Santa les ayude a recuperarse "en cierto modo".
En este sentido, ha incidido en que muchas familias, autónomos y comerciantes, por ejemplo, llevan prácticamente desde el mes de marzo sin ingresar "nada" así que tendrán que ser "sensibles" a sus necesidades siempre protegiendo del virus.
La presidenta ha insistido en que "no hay que relajarse" porque, aunque la vacuna está cada vez más cerca todavía no es así y es necesario pedir "un último esfuerzo a la gente".
Ayuso ha manifestado que la opinión que le importa "nada más" es la de los técnicos sanitarios porque "hasta la fecha han demostrado conocer mejor lo que está pasando". En este punto, ha manifestado que al virus "la normalidad le sienta bien" pero cuando hay festivos o movimiento anómalos "se dispara".
Más prudente se ha mostrado el vicepresidente de la Comunidad de Madrid y portavoz del Gobierno regional, Ignacio Aguado, quien en un acto en Robledo de Chavela se ha marcado como "primer objetivo" el levantamiento del toque de queda "en los próximos días" -que actualmente limita la movilidad entre las 23.00 horas y las 6.00 horas-.
"Y después vendrá la Semana Santa, pero para ello faltan todavía cuatro semanas, todavía hay que seguir bajando en la curva de contagios y, en cualquier caso, cuando nos acerquemos a esa fecha ya decidiremos qué hacer al respecto en función de lo que nos aconsejen, como siempre, desde la Consejería de Sanidad", ha agregado.
La Comunidad de Madrid espera levantar el toque de queda en dos semanas
Ayuso ha encontrado en el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, a su gran aliado. El también portavoz nacional del PP ha afirmado que "si los números dieran y las autoridades sanitarias así lo entendieran, sería partidario de que no hubiera cierre perimetral en Semana Santa", como sí ocurrió en la Comunidad de Madrid en Navidad o en el puente de diciembre.
Tras inaugurar una nueva línea de autobús en Aravaca, Almeida ha dicho estar "dispuesto" a que vuelva el turismo a Madrid "si se dan las garantías necesarias", entre ellas "que cumplan las mismas restricciones" que los residentes en la ciudad y "que vengan también con el PCR hecho".
El regidor ha pedido no confundirse "con aquellos que vienen a Madrid simplemente a correrse una juerga", y ha defendido que la capital ofrece "una actividad cultural muy importante" que merece "ser valorada y ser cuidada".
"No se puede ignorar que el turismo, y la recuperación del turismo, es una piedra angular para la recuperación económica de España", ha concluido Almeida, quien ha recalcado que en cualquier caso "la prioridad" es luchar contra la pandemia.
Dejen a la gente en paz para que puedan acudir a ver a sus familiares o a sus segundas residencias
De la misma opinión, pero mucho más tajante, es la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, quien directamente ha pedido que "dejen a la gente en paz" esta Semana Santa y que puedan acudir "a ver a sus familiares o ir a sus segundas residencias para descansar unos días".
Así lo ha trasladado Monasterio en rueda de prensa telemática tras la Junta de Portavoces, al ser preguntada sobre si sería partidaria de que se levantaran restricciones de movilidad esta Semana Santa.
"Quedan muchos meses por delante de seguir conviviendo con este virus. Tenemos que dejar a la gente en paz (...) está cansadísima de políticos que cambian de criterios"
A juicio de la líder de Vox en Madrid, los políticos deben "quitarse un poco de en medio" y ser precavidos y facilitar condiciones de seguridad para activar la economía y la actividad social".
La postura de PP y Vox contrasta con la del conjunto de los grupos parlamentarios de izquierda en la Asamblea de Madrid (PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos) quienes han rechazado que se levanten restricciones de movilidad en Semana Santa argumentando que se debe priorizar "la salud" de los madrileños".
La portavoz de Unidas Podemos-IU, Isa Serra, ha señalado que no se puede "ir hacia atrás en las restricciones de movilidad" ante la llegada de "una cuarta ola". "Lo que siempre hace Ayuso es poner las medidas restrictivas muy tarde y eliminarlas muy pronto y eso no es lo que hay que hacer. Si los presidentes responsables del resto de comunidades las cierran, Ayuso puede decir misa. Madrid debería estar cerrada", ha lanzado.
Por su parte, el portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyá, ha ironizado con que de los creadores "hay que salvar la Navidad" viene "la secuela hay que salvar la Semana Santa". "El problema de esta película lo conocemos y el final son 300 muertos a la semana en esta tercera ola. Hay que priorizar la salud", ha sostenido.
El portavoz del PSOE, Ángel Gabilondo, tampoco cree que sea tiempo de "relajar medidas" sino de "vacunación bien hecha y de pensar si no bastan las medidas restrictivas que ya están". Así, ha sugerido que en los Presupuestos regionales se refleje el refuerzo de "la Atención Primaria, la Salud Pública y el fortalecimiento de lo personal y la educación".
A medio camino entre la apertura total y las restricciones más duras se ha situado el portavoz de Cs, César Zafra, quien ya ha avisado de que no va a ser "una Semana Santa normal" pero cree que será mejor que la que se tuvo el año pasado.