Crece la presión vecinal en Vallecas contra el clan gitano al que acusan de homicidio
Vallecas
Los antidisturbios han tenido que realizar varias cargas | La reyerta comenzó por una pelea por los perros de la víctima
El paso del tiempo no está calmando los ánimos. Al contrario. Los vecinos de Puente de Vallecas volvieron anoche a salir a la calle contra el presunto asesino del hombre de 64 años que falleció apuñalado el pasado domingo en la zona del Pozo del Tío Raimundo y han prendido diversos objetos frente a la vivienda del autor de las puñaladas, contra la que también han arrojado objetos.
Mientras que este martes se concentraron cerca de 200 vecinos, ayer se llegaron a congregar más de 300, según fuentes policiales, y unos 100 en “los aledaños”. La concentración ha comenzado en la calle Esteban Carros, pero los vecinos se han ido desplazado por diversas zonas del barrio clamando contra los “asesinos”.
Las protestas han obligado a desplegar en la zona un dispositivo preventivo de una veintena de agentes la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, conocidos como antidisturbios, que han realizado varias cargas contra los vecinos.
Como consecuencia de las mismas, una persona ha sufrido una herida en la cabeza y, tras ser atendida en el lugar por sanitarios del Samur-Protección Civil, ha sido trasladada hasta el Hospital Infanta Leonor, donde ha quedado ingresada con pronóstico leve, según han indicado a Europa Press fuentes de Emergencias Madrid.
En el marco de las protestas, los vecinos han atado globos blancos a la valla de la vivienda del clan gitano al que se relaciona con la muerte del vecino, han cogido objetos de un parterre anexo, propiedad de esta familia, y los han lanzado contra la vivienda. A continuación, han colocado una lona de plástico y otras telas frente a la puerta de la vivienda y han prendido fuego.
Ha sido entonces cuando han acudido los antidisturbios, a quienes les han pedido que pillen “al asesino”. Parte de los congregados han tirado latas y objetos contra los agentes, y se ha producido un conato de enfrentamiento entre uno de ellos y varios vecinos. Uno de los vecinos ha aparecido con una motosierra y la ha encendido, y otros le han hecho apagarla.
En otro momento, los vecinos congregados han atacado la furgoneta de uno de los familiares del presunto responsable del apuñalamiento moral, rompiendo los cristales y pintando son spray la palabra ‘asesinos’ en mayúsculas, un día después de haber incendiado un camión en represalia por la muerte de este vecino a raíz de una discusión “por un perro”.
La Policía había hecho un cordón alrededor de la furgoneta sobre la que habían escrito asesinos cuando han comenzado a lanzar objetos contra la misma. También vecinos han lanzado objetos desde sus casas. Además, han preguntado a los antidisturbios qué iban a hacer con las porras y han reiterado que “no se trata de una cuestión de racismo” porque “siempre” han convivido “payos y gitanos”.
La zona ha ido recuperando poco a poco la normalidad y a primera hora de la noche se han retirado los efectivos de los Bomberos de Madrid desplazados al lugar en preventivo y que finalmente no han tenido que actuar. En el lugar permanece una unidad del Samur-Protección Civil por si fuera necesaria su intervención.
Diversos vecinos han asegurado que el domingo acudirán a El Rastro, donde al parecer tiene un puesto uno de los familiares del presunto autor de las puñaladas, para asegurarse de que “nadie le compra nada”. Han lanzado consignas como ‘Fuera del barrio, no peleas a diario’, ‘Sois muy valientes cuando hay poca gente’ o ‘El pozo unido jamás será vencido’.
En declaraciones a Europa Press Televisión, una vecina del barrio, ha manifestado que ella “ya tuvo problemas paseando a su perro” con los presuntos autores, pero que no pueden decir nada porque “les tienen miedo”. En la misma línea, otra vecina ha indicado que “no pueden contestarles” si les dicen algo porque “a la mínima te dan una mala contestación o te pegan”, asegurando que “se callan” por miedo “a salir mal parados”.
Asimismo, ha apuntado que en su opinión este apuñalamiento “lo tenían planeado” porque les estaban esperando para irse. “Tenían un coche preparado para irse, aún no les han cogido y no tenemos noticias de nada”, ha señalado.
Por ello, desde el domingo los vecinos de la zona protagonizan protestas en el barrio y frente a la vivienda de los presuntos autores del crimen para exigir “que les echen”, como puede leerse también en varios carteles y pintadas. Asimismo, la vivienda también presenta ventanas rotas y manchas de huevos. “Yo quiero que se vayan, no todos los gitanos, simplemente estos que son conflictivos y que han asesinado a una persona”, ha dicho una de las vecinas del barrio del Pozo del Tío Raimundo.
En esta zona, algunos de los concentrados el martes quemaron al menos un camión y llegaron a provocar daños en furgonetas y coches aparcados en la calle frente a la vivienda como símbolo de “venganza”, lo que hizo que agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de Policía Municipal tuvieran que rodear la vivienda del supuesto autor del apuñalamiento.
Mientras que la Asociación Vecinal de El Pozo ha señalado que el barrio es “un ejemplo de cooperación y tolerancia” y que no están dispuestos a tolerar la violencia, los vecinos han explicado que “siempre hay peleas” y que el barrio es una “zona conflictiva que no presenta mucha seguridad”, reclamando más presencia policial para que no ocurran estos hechos. Por su parte, la técnica de igualdad de la Fundación del Secretariado Gitano, Laly Camacho, ha alertado este miércoles del “linchamiento” por motivos racistas que están sufriendo familias de etnia gitana en Vallecas, por lo que ha pedido “que se las proteja” y “no generalizar”.