Una cuarentena de propietarios se oponen a la concentración parcelaria del secano en la Noguera

Local Lleida

De Sentiu de Sió, Bellmunt y Montgai, dicen que se impulsa con firmas de gente que lleva años muerta y alertan de que está en juego el patrimonio generacional

Gerard Batalla y Francesc Batalla, dos campesinos afectados por la concentración parcelaria.

Gerard Batalla y Francesc Batalla, dos campesinos afectados por la concentración parcelaria.

Oriol Bosch

Una cuarentena de propietarios de terrenos del secano de la Sentiu Sió, Bellmunt d'Urgell y Montgai, en la Noguera, se oponen a la concentración parcelaria que quiere sacar adelante el Departamento de Agricultura amparándose en un proceso que debía iniciarse cuando estos terrenos estaban Especial Protección de las Aves (ZEPA). Gerard Batalla, campesino afectado, explica que se les convocó a una asamblea donde “todo fue irregular” con firmas de propietarios que llevaban años muertos y por eso piden la “nulidad” del proceso. Los afectados creen que la concentración puede afectar al patrimonio generacional de las fincas con modificaciones perjudiciales.

Los terrenos en cuestión se encuentran en un espacio protegido dentro de la Red Natura 2000 que inicialmente debía estar regado por el canal Segarra-Garrigues, pero en su día quedó excluido porque era necesario excluir una serie de hábitats y protegerlos por mandato de la Unión Europea. Según Batalla, en ese momento había una comunidad de regantes que había hecho una recogida de firmas para realizar una concentración parcelaria porque se creía que habría un regadío que acabaría transformándose en dotación completa. Lo que ha pasado es que pese a quedar excluidos del regadío, el proceso de concentración parcelaria ha continuado pendiente hasta la actualidad y ahora desde la Administración se obliga a los propietarios a recoger firmas para poder llevarlo a cabo.

Son necesarias las firmas de un 51% de los propietarios o el 75% de las hectáreas del área donde se quiere hacer la concentración para salir adelante. Las firmas se recogieron hace más de 20 años, cuando el riego era posible y la concentración tenía un sentido y los afectados que ahora no quieren la concentración porque sería más dañina que beneficiosa, denuncian que se están utilizando aquellas firmas, de las que muchas son de propietarios que ya están muertos, para justificar el acuerdo por la concentración parcelaria.

Batalla asegura que la situación es totalmente “surrealista” porque se está utilizando un censo de propietarios que no está actualizado, con una gestión “irregular” y en la asamblea que se les convocó hace unas semanas para aprobar la concentración parcelaria, no se realizó un registro de votantes, y un recuento público de votos, afirma. Por este motivo, los afectados pidieron la nulidad de esta asamblea y se agruparon en una junta para pedir que se abra un proceso de debate para replantear toda la situación. Batalla añade que son muchos los que creen que ahora mismo no es viable realizar una concentración en una ZEPA y avisa de que es muy diferente la situación actual de la que había hace 20 años cuando se recogieron las firmas.

La zona en cuestión son terrenos de secano en los que principalmente hay plantados cultivos de cereal de invierno. Las fincas están distribuidas en diferentes partes que tienen características diversas en lo que respecta a la calidad del terreno, que contiene muchas tizas y esto frena el desarrollo de las plantas porque absorbe el agua de la lluvia. Por este motivo, los afectados consideran que se trata de una concentración “altamente compleja” que además se vería obligada a respetar los márgenes y caminos, que no pueden alterarse demasiado.

Los afectados se reunieron el jueves con representantes del Departamento de Agricultura en Tàrrega y valoran que la respuesta por el momento no ha sido demasiado positiva porque no entienden que la mayoría de propietarios no ven bien el proceso de concentración. En este sentido, Batalla explica que les recordaron que el proceso se ampara en una Ley que está hecha en 1973, en plena dictadura porque da cierto “margen por hacer y deshacer” y sin opciones al debate para que se pueda echar atrás. Este viernes se hará una asamblea de afectados en la Sentiu de Sió donde esperan recoger más apoyos para oponerse a la concentración.

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