Ropa y calzado de segunda mano, maletas o mantas. Son algunos de los objetos que se compran y se venden en el mercadillo ilegal de la plaza del Dipòsit de Lleida que reaparece cuando desaparece el coche de la Guardia Urbana. La práctica totalidad de los compradores y vendedores son inmigrantes africanos.
Las calles aledañas ya son zonas de mercadillo también, este sábado pasado, algunos puestos ocupaban la calle Panera.
El portavoz de la plataforma vecinal, Som Veïns, Òscar Lanza, asegura que el mercado desaparece cuando hay presencia policial porque los vecinos se quejan. “Si nosotros no nos quejamos cada vez hay más gente. Algún vecino se ha encarado con la gentes de la Guardia Urbana recriminándoles que no hicieran nada para desmontar el mercadillo”.
Algunos puestos ocupan la calle Panera
Lanza recuerda que ha habido un compromiso por parte del Ayuntamiento para que este mercado desaparezca, pero la realidad es que está igual. “Cuando aparece la policía se van al callejón de la calle panera, se esconden y salen cuando la patrulla se va”.
Los vecinos no podemos estar todo el día llamando a la Guardia Urbana, cansa y desespera"
Insiste el portavoz de la plataforma en que el Centre Històric funciona a base de quejas. “Los vecinos -recalca- no podemos estar todo el día llamando a la Guardia Urbana, cansa y desespera mucho porque el trato que recibimos es diferente al que reciben los vecinos del resto de la ciudad. Cuando hay un problema en el resto de la ciudad se soluciona enseguida y aquí se eterniza, se acaba normalizando”.
Para la plataforma la manera de acabar el mercadillo es o declararlo ilegal y perseguirlo o declararlo legal y abrirlo a la gente que tenga la necesidad de comprar o vender en él.
Por su parte, la teniente de alcalde de Seguridad, Cristina Morón (PSC) ha asegurado que es cierto que en la plaza el Dipòsit puntualmente se pone gente a vender aquellas cosas que o bien roban en los contenedores de Roba Amiga o recogen en contenedores.
Un coche de la Guardia Urbana de Lleida en la plaza del Dipòsit.
La teniente de alcalde ha insistido en que en el Centre Històric la Guardia Urbana está siempre, haciendo vigilancia estática en la plaza del Dipòsit o haciendo rondas, además de en Centro Operativo del Centro Histórico que atienen a los ciudadanos que quieran hacer alguna queja o petición que quieran hacer a la policía.
“Con la presencia de la Guardia Urbana no hay mercadillo, cuando se van, “la gente aprovecha para vender lo que tiene” ha agregado Morón. Para la responsable de Seguridad del Ayuntamiento de Lleida “es difícil combatir esto porque son personas que utilizan esta venta para sobrevivir, para sacarse unos dinerillos para ir sobreviviendo”.
“Son personas muy vulnerables -ha agregado- que utilizan la plaza para hacer sus trapicheos y aunque esté la Guardia Urbana en el momento en que se van los agentes montan el mercadillo, la presencia de los agentes ha reducido el mercadillo, no es como el de años atrás”.
“Estaremos ahí, se que ha habido alguna queja por la plataforma Som Veïns, hemos hablado con ellos y tenemos el contacto directo para que denuncien en cualquier momento situaciones que se puedan producir”, ha concluido.
Este fin de semana la Guardia Urbana ha levantad cuatro actas por venta ambulante ilegal y ha activado tres veces a Ilnet, la empresa concesionaria de la limpieza, para recoger material.
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