“Quiero aprender catalán porque mi novia es catalana, es muy catalana y yo estoy muy enamorado. Creo que entender la lengua de tu pareja es importante y el castellano no es la lengua de mi pareja”. Lo cuenta, en catalán, Giovanni Clini, un joven italiano desde Milán, donde trabaja y estudia un máster de inteligencia artificial.
Es uno de los alumnos on line de Meritxell Aluja, una joven leridana licenciada en Filología hispánica y lenguas aplicadas y traducción, que enseña catalán, desde Grecia, a personas italianas, inglesas, alemanas, norteamericanas o brasileñas, la mayoría enamoradas de catalanes y catalanas que quieren aprender la lengua de sus parejas. También a españoles que quieren trabajar en Catalunya y están sacándose niveles altos de catalán.
Después de un contrato de prácticas de profesora de catalán en la Universidad Nacional y Kapodistriana de Atenas, Meritxell comenzó a enseñar catalán a alumnos de una amiga que cambió de trabajo. De aquellos alumnos, continúa una niña de 9 años, hija de un catalán y una americana. Viven en Tailandia.
“Me encantan las clases _dice Meritxell_, durante el curso, cuando en Catalunya celebramos fiestas hacemos jornadas temáticas, dedico clases a Sant Jordi, la castanyada, los panellets o el tió de Nadal y a mis alumnos les gusta la cultura catalana”
Así lo cuenta Giovanni: “cuando aprendo catalán también me enamoro de la cultura catalana, me gusta mucho. Ahora solo escucho música catalana, básicamente Oques Grasses”.
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Emma Cristóbal y Giovanni Clini
Su novia , Emma Cristóbal y él, tienen ahora una relación en distancia. Ella en Barcelona y él en Milán. Es programador de software y trabaja para una gran empresa informática mientras acaba su master de inteligencia artificial. “Tarde o temprano _avanza_, quiero trabajar en Barcelona”. Ya lo está intentando. Ha hecho entrevistas de trabajo en Barcelona, una en catalán para una startup que trabaja en inteligencia artificial.
Lea Schwamm es una violinista alemana, vive en París con su pareja, Gilbert Camí, un joven de Alcarràs. Los dos son músicos. Él toca la trompa. “Aprendo catalán desde hace seis meses _explica_ porque mi novio es de Alcarràs, llevamos tres años juntos y normalmente en verano vamos a Alcarràs, Lleida y Barcelona. Me agrada esta lengua, conecta con otras lenguas y las clases con Meritxell son alegres”.
Catalán en Viena
Como Giovanni y Lea, Eleanor una chica escocesa trabajadora de una ONG en Viena enamorada de un chico de La Pobla de Segur, Octavi, también aprende catalán con Meritxell, que también enseña por amor a su novio, Nikos Chondromatidis. Es griego y quiere entenderse con su familia leridana en catalán.
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Meritxell Aluja con su pareja, Nikos Chondromatidis.
Meritxell tiene alumnos repartidos por el mundo, algunos andorranos que necesitan un nivel alto de catalán o personas que tiene amigos catalanes y suelen viajar a Catalunya. Hasta “Hay una señora de Florida _cuenta_ que lo aprende porque va a Barcelona en un crucero, un día, y le encanta el catalán, le hablé del tió de Nadal y le faltó tiempo para comprar uno por internet”.
Hasta abril, Meritxell dará las clases on line desde Lleida. Está haciendo en el Instituto Josep Lladonosa las prácticas del master online de formación del profesorado de educación secundaria obligatoria y bachillerato. Después volverá a enseñar catalán desde Grecia.