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Prisión sin fianza para el acusado de matar a un hombre con un destornillador

En Sant Quirze

El juez considera que existe un alto riesgo de fuga y estima que no tiene residencia legal, ni domicilio fijo ni trabajo

Imagen de un detenido por los Mossos d'Esqiadra

Mossos d'Esquadra

Un juez de Sabadell ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para un hombre que fue detenido en Sant Quirze del Vallès (Barcelona) por presuntamente matar a otro el pasado sábado en la localidad al clavarle un destornillador en el cuello.

Tal como ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), el magistrado del juzgado de instrucción número dos de Sabadell en funciones de guardia así lo ha decidido en un auto en el que considera que existe un alto riesgo de fuga por la pena que puede llegar a enfrentar y estima que carece de residencia legal, de domicilio fijo, así como de trabajo.

”Un arraigo familiar escaso en demasía para compensar la ausencia de todo otro tipo de arraigo y la gravedad de la pena que se le puede imponer”, sostiene el juez, quien considera la potencial condena que enfrentaría si el caso llegar a juicio “un acicate poderoso para ponerse fuera del alcance de la Administración de Justicia”.

Los hechos

Los hechos sucedieron alrededor de las 14.00 horas del pasado sábado, día 28, cuando un vecino alertó de que podía haber un hombre herido de gravedad en una calle de Sant Quirze del Vallès con signos de violencia y que acabó falleciendo por heridas de arma blanca.

De acuerdo con la declaración de tres testigos, que recoge el auto, el pasado viernes el investigado y el fallecido habrían tenido un enfrentamiento en el interior de una vivienda, donde se produjo una discusión grave al punto que llamaron a la policía y el imputado fue llevado al hospital con lesiones.

Tras este incidente, al día siguiente, el investigado y la víctima se habrían encontrado en la planta superior del domicilio antes de bajar al piso inferior presuntamente para “intentar una reconciliación” aunque en el transcurso de la misma algunos testigos aseguran que oyeron gritos de auxilio por parte del detenido.

Según su versión, la víctima le reprochó la discusión que habían mantenido el día anterior, así como el hecho de que hubiera avisado a la policía, tras lo cual le propinó dos puñetazos y lo atacó con un destornillador. El investigado, ante tal agresión, empujó al fallecido, se apoderó de la herramienta y se la clavó en el cuello.

El juez instructor considera que la acción fue desproporcionada dado que el imputado estaba en el momento del ataque “en mejor posición” por tener “un arma en su poder”, además de la supuesta navaja que guardaba en un bolsillo, y sin que hubiera ningún “obstáculo” para “retroceder hasta la puerta”. ”Menos proporcionado es que para repeler una posible nueva agresión (ya que el fallecido, según dijo, sólo avanzaba hacia él, sin ningún gesto o acción hostil más en ese momento) se golpee con un instrumento peligroso una parte del cuerpo de gran riesgo vital”.