Dos personas, padre e hijo, perdieron la vida este domingo tras incendiarse la masía en la que vivían, situada en el núcleo rural de la Pinya, en las afueras de la Vall d’en Bas (Garrotxa). El fuego afectó principalmente la planta baja del inmueble, donde hay la chimenea, que se apunta como el origen del incendio, que quemó con intensidad. A raíz de las llamas, el techo del comedor, situado en la planta baja, cedió parcialmente.
Las víctimas, de 40 y 65 años, fueron halladas sin vida en el primer piso, que se libró de las llamaradas. Todo apunta a que las víctimas habrían fallecido por inhalación de monóxido de carbono, aunque será la autopsia que se le practicará a los cadáveres la que deberá esclarecer las causas exactas de la muerte. En paralelo, los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación.
Los Mossos han abierto una investigación
Se da la circunstancia de que cuando los Bombers se presentaron en la masía tras ser alertados por un vecino que paseaba por la zona poco antes de las once de la mañana, el incendio ya estaba prácticamente apagado. Sin intervención humana, esto ocurre cuando el fuego se queda sin oxígeno.
Tres dotaciones de los Bombers siguieron trabajando para evitar que algunas chipas pudieran hacer reavivar las llamas. El inmueble sufrió daños estructurales y de hecho fueron los propios bomberos quienes, tras la autorización de la comitiva judicial y Mossos, sacaron los cuerpos sin vida de los dos fallecidos de su interior