Loading...

Vidreres, el último reducto de los correbous en Girona

ANIMALES EN LAS FIESTAS (III)

Una consulta popular decidirá su futuro en este municipio después de que a principios de septiembre un accidente provocó una veintena de heridos

La cuna de los correbous, en pie de guerra

19 personas resultaron heridas este verano en el correbous de Vidreres

ACN / Gerard Vilà

El accidente durante el correbous de Vidreres que provocó una veintena de heridos a finales de agosto ha reabierto el debate sobre el trato de los animales en las fiestas populares en Catalunya. Cuando en 2010 la Generalitat decidió abolir las corridas de toros dejó al margen una de lastradiciones más arraigadas en Catalunya, especialmente en municipios de la zona de Tarragona. En ese momento el movimiento animalista consiguió una victoria agridulce, que se quedó a medio camino de acabar con las tradiciones populares que llevan tiempo denunciando. En Catalunya se han celebrado y todavía se celebran algunas fiestas populares en las que todo el protagonismo recae en los animales y que los activistas reclaman suprimir. Pero,¿son todas iguales? En esta serie de temas elaborados desde las ediciones locales de LaVanguardia pondremos el foco en algunas de estas fiestas y recordaremos otras que poco apoco han ido desapareciendo.

El correbous de Vidreres (la Selva), la última fiesta taurina que se mantiene en la provincia de Girona, copó titulares a principios de septiembre cuando 19 personas resultaron heridas. Los hechos ocurrieron el domingo 1 de septiembre, durante las fiestas del pueblo. Un toro escapó del recinto en el que se realizaba el correbous y accedió a las gradas, donde arrolló a varios asistentes.

El incidente volvió a despertar el debate sobre si hay que seguir celebrando este tipo de fiestas en Catalunya, una práctica que ha ido desapareciendo con los años, pero que sigue viva en varios municipios. En el caso de Vidreres, la fiesta con las vaquillas tiene 33 años de antigüedad, y hasta el incidente de este año no se había planteado una gran discusión sobre su celebración. Ahora, el Ayuntamiento ha abierto la puerta a una supresión de la fiesta, aunque todo dependerá de la voluntad de los vecinos.

El Consistorio anunció hace pocos días que organizará una consulta popular para determinar si el año que viene se celebrará el correbous. La idea es todavía muy embrionaria, pero el alcalde de Vidreres, Jordi Camps, explicó que esperan poder realizar el referéndum antes del próximo mes de abril.

Entre los aspectos a definir está la edad de los votantes, que podría ser a partir de los 16 años, o si el voto será físico o electrónico. Si la consulta apuesta por eliminar el correbous, ya no formará parte de las fiestas de 2020; de lo contrario, el alcalde aseguró que si se vuelven a celebrar se revisará la seguridad de sus instalaciones para que no se repitan los incidentes de este verano.

Consulta popular

Un precedente en Olot

Precisamente, una consulta popular fue la responsable de que se dejaran de celebrar este tipo de fiestas en otro municipio gerundense, Olot. La capital de la Garrotxa celebró una votación electrónica entre sus habitantes en junio de 2016, y un 60,06% de los participantes votó a favor de eliminar las fiestas taurinas, que se remontaban casi 400 años en la zona y se habían retomado en 1984.

Desde entonces, Olot no ha celebrado más fiestas taurinas, aunque este 2019 hubo un intento de instaurar una acto de esta índole. En enero, la Fundación Toro de Lidia presentó una solicitud para organizar una corrida de toros en la plaza que todavía conserva el municipio. Tras estudiarlo, el Ayuntamiento respondió y desestimó la solicitud, al señalar que en 2004 se había declarado ciudad contraria a las corridas de toros y amiga de los animales, y respondía a la voluntad de los ciudadanos en 2016 de eliminar los correbous.

La fundación anunció en marzo que presentaba un recurso administrativo tras esa respuesta, pero de momento la situación no ha avanzado.Fuentes municipales aseguran a La Vanguardia que no tienen constancia de que se haya presentado el recurso mientras que desde la fundación explican que sí que se envió pero señalan que es un proceso “lento” y que no darán más información hasta que tengan una resolución “firme”. De momento, están a la espera.

Otro municipio de Girona que eliminó los correbous en los últimos años fue Roses (Alt Empordà). El Ayuntamiento aprobó una moción en febrero de 2016 en el que se prohibían las fiestas con animales. Además del evento taurino, el municipio de la Costa Brava celebraba también una empaitada d’ànecs , que consistía en el lanzamiento de 50 patos al agua para que una multitud intentara atraparlos. Precisamente, esa fiesta -con 97 años de antigüedad- había despertado una gran polémica el año anterior debido a un vídeo compartido por la entidad animalista Libera! en el que una participante usaba a uno de los animales para atacar a un activista.

Desde la aprobación de la moción, Roses se declaró población “respetuosa con los animales”, y no ha celebrado más fiestas de este tipo. En lugar de la empaitada d’ànecs, la fiesta mayor ha contado desde 2016 con un tobogán de agua gigante y un hinchable en la playa para que todas las familias puedan jugar y refrescarse.

En el Ayuntamiento, la alcaldesa Montse Mindan -que también lo era en 2016 - recuerda que hubo mucho debate antes de aprobar la moción (tuvieron que hacerse dos votaciones tras un primer empate) y que “hoy en día sigue habiendo gente a la que le gustaría que volvieran, y otros que están muy contentos porque ya no se celebran”. Pese a la diversidad de opiniones, Mindan asegura que no ha habido intentos de recuperar los eventos con animales “más allá de algún comentario político” y que la actividad del tobogán ha sido “todo un éxito”.

A debate

Las cabalgatas de reyes, el último vestigio

Con el futuro del correbous de Vidreres en el aire, queda una fiesta tradicional que, en varios municipios todavía cuenta con animales: las cabalgatas de reyes. Pero también aquí se está viendo un cambio. El año pasado se abrió el debate en Figueres. La capital del Alt Empordà celebró la cabalgata del pasado mes de enero todavía con animales, pero el gobierno anunció que se debatiría su presencia para 2020.

Sin embargo, esta discusión no llegará a producirse. La concejal de Medio Ambiente de Figueres Sònia Trilla, miembro del nuevo gobierno formado por PSC y ERC, confirma a La Vanguardia que no van a usarse animales en la próxima cabalgata. “Vamos a denegar las peticiones de actividades con animales”, afirma Trilla. De hecho, señala que el respeto por los animales ya formaba parte del programa electoral de su partido en las pasadas elecciones municipales. La concejal concluye que el objetivo del gobierno es trabajar para ser una ciudad Pet Friendly.

Etiquetas