De pregonar el ahorro en la iluminación navideña, sobre todo a raíz de la crisis que también vació las arcas municipales, a explicar sin complejos el gasto en las luces y las actividades para promocionar las fiestas con el objetivo, compartido y competido, de ser la ciudad con la mejor Navidad de Catalunya.
Hay múltiples ejemplos, de extremo a extremo del país, con gobiernos municipales de casi todos los colores (PSC, ERC, Junts o PP). Lo que luce más es invertir, para algunos simplemente gastar, en la iluminación más espectacular, hacerla llegar a más calles y plazas, organizar actividades y espectáculos, y además explicarlo. La argumentación, las luces y las actividades de ocio para las familias son el mejor reclamo para atraer a visitantes durante las fiestas, el período de más compras del año. El brillo, el color y la alegría, aunque sea a base de leds, para ayudar al mermado comercio local.
Objetivo: atraer más visitantes
Los gobiernos locales dejan atrás la austeridad, bandera en la crisis, y buscan atraer más visitantes
Con matices, obvio, y diferencias entre municipios, es una apuesta en auge, compartida por ciudades de tamaños e idiosincrasias dispares. Reus, l’Hospitalet de Llobregat, Tarragona, Lleida, Platja d’Aro o Badalona, líder indiscutible, cuantitativamente, entre los gobiernos municipales más navideños.
“Es como toda una ciudad iluminada. Parecía que el año pasado ya habíamos tocado techo, pero creíamos que lo podíamos romper y esta campaña de Navidad lo demostraremos”, destacaba Noemí Llauradó (ERC), concejal de Projecció de Ciutat en Reus, antes de empezar la campaña y estrenar con un gran espectáculo la iluminación.
Hay consenso también en el calendario, ambicioso, con casi seis semanas de luces y actividades para promocionar la Navidad y el éxtasis consumista: del último fin de semana de noviembre, el del discutido Black Friday , a la cabalgata de Reyes (5 de enero).
“Analizamos las campañas de Navidad y pensamos cómo podíamos definirnos como modelo de Navidad de Catalunya. No queremos liderar nada porque sí, tenemos la voluntad de ayudar al comercio local, que ha pasado una situación compleja en los últimos años, y a la restauración. Queremos que Reus sea la Navidad de referencia, queremos ser la Navidad de Catalunya”, razona Sandra Guaita (PSC), alcaldesa de Reus.
No queremos liderar nada porque sí, tenemos la voluntad de ayudar al comercio local, que ha pasado una situación compleja en los últimos años, y a la restauración
Parecidas palabras ha repetido por segundo año consecutivo Xavier García Albiol (PP), alcalde de Badalona, aunque en su caso el liderazgo lo quiere ampliar a toda España, picado con Vigo para ver quien tiene el árbol de Navidad más alto (42,5 metros).
“Queremos que Tarragona brille, de momento es nuestra Navidad más ambiciosa, pero no será la más ambiciosa de los años que vendrán”, advierte Rubén Viñuales (PSC), alcalde de una ciudad, Tarragona, con un tejido comercial de proximidad muy diezmado, debilitado por los grandes centros comerciales, donde solo brilla fuerte el Mercat Municipal.
Badalona (PP) gasta 2,2 millones en promover las fiestas, Reus (PSC-ERC) más de 500.000 en luces
El dinero público invertido en la iluminación navideña, al que hay que sumar el gasto en actividades y espectáculos, casi todos gratuitos, puede dar una idea de la dimensión de la apuesta de cada municipio. Badalona (224.301 habitantes) se lleva la palma, por goleada, con una inversión de 2,2 millones de euros, medio millón más que hace un año. Sólo en iluminación la tercera ciudad de Catalunya se gastará un millón de euros y para ello repartirá 750.000 luminarias en todos los barrios de la ciudad. Un millón de luces led.
Reus, con menos de la mitad de población (108.535 vecinos), pero un potente tejido comercial local, gastará más de medio millón de euros solo en iluminación. Más que Girona (398.813 euros), con casi la misma población.
La apuesta de Tarragona (138.326 vecinos), capital pero con tiendas más dispersas y menos tradición comercial, pasa de 110.000 a 120.000 euros, aunque quiere crecer de forma importante hasta el final de mandato (2027). Aspira a hacer de la iluminación una bandera, con más calles iluminadas este año (70), estrenando luces en 13 vías y concentrando esfuerzos alrededor de la plaza Verdaguer, en el epicentro del comercio. Se han inventado la figura del paje de la luz y han multiplicado los actos festivos: de 150 a 200, casi todos gratis.
Al lado de Barcelona, en l’Hospitalet de Llobregat, las luces iluminan 120 calles (97 el año pasado) y crecen los ornamentos de 900 a 1.500. La inversión, sin contar la plaza del Ayuntamiento, donde se ha estrenado un espectáculode luz y color, es de 696.840 euros, más que en 2023 (449.211). Santa Coloma de Gramenet ha adjudicado el contrato hasta el 2027 por casi 1,9 millones y el presupuesto de este año asciende a 394.401 euros.
La Paeria ha apostado por una licitación que unifica las partidas de mercados y de urbanismo en las que antes repartía el gasto de las luces. Ganó el concurso la empresa Ximénez, referente en toda España, con un contrato de dos años y un presupuesto anual de 238.000 euros. En 2023, el Ayuntamiento de Lleida destinó menos de la mitad (100.000 euros). Los comerciantes hacían antes incluso una aportación que rondaba los 75.000 euros, que en los últimos tiempos se había ido reduciendo. En los últimos años la Paeria ya asumía todo el gasto.
Son varios los alcaldes y alcaldesas que quieren que su ciudad sea la Navidad referente de Catalunya
En Reus también se había repartido el gasto de las luces con los comerciantes años atrás, con las arcas municipales al límite de la bancarrota después de la crisis de 2008.
El asunto incluso daría para debatir si detrás de las luces hay algo o no de ideología. Los alcaldes y alcaldesas socialistas y populares apuestan por la promoción de la Navidad sin titubeos, e incluso sacan pecho. También los gobiernos municipales formados por ERC o Junts apuestan sin miedo.
Un caso singular. Girona (104.038 habitantes), con Guanyem (una confluencia formada per varios partidos, entre ellos la CUP) en la alcaldía desde 2023, mantiene los casi 400.000 euros del año pasado. Con un importante tejido comercial y una gran actividad turística, el gasto había ido subiendo en la última década: hace 13 años la inversión en las luces de Navidad, en entonces el primer contrato público, fue de 266.563 euros, poco más de la mitad que ahora.
Girona alarga este año media hora entre semana y una hora más los fines de semana la iluminación y recupera la pista de hielo (Palau Firal), indiscutible reclamo eliminado hace un año por la sequía, y se han programado 270 actividades para vivir la Navidad a tope.
Lleida (PSC) duplica la inversión, con 238.000 euros en iluminación para promocionar la ciudad y el comercio
Platja d’Aro, municipi turístico que como tal abre los comercios cada día del año, destina este año 232.000 euros a la iluminación. Es más que el año pasado. Recupera el túnel de la luz, que no se hizo porque estaba en obras la zona exclusiva para peatones, con un coste de 37.000 euros. La novedad es la inversión de 88.000 euros en la compra y montaje de la nueva iluminación navideña de la avenida Doctor Fleming. Hasta ahora, las luces se alquilaban.
Con el lema On la boira fa màgia , la Navidad en Lleida tiene más luces que nunca: 18 kilómetros, un 40% más que en 2023. Un mapping en la fachada del edificio de la Paeria inauguró la campaña de luces el viernes 29 de noviembre, junto al jueves 28 los dos días de grandes estrenos de la campaña de Navidad. El mapping se proyectará los sábados 14 y 21 de diciembre, con cinco pases diarios.
Otros ejemplos de la Catalunya que quiere lucirse. Balaguer (La Noguera) gasta 82.800 euros, más del doble que en 2023. Blanes destina 9.000 euros más que hace un año, en total 60.000 euros. En el Maresme, Mataró mantiene el presupuesto (110.000 euros), aunque a la espera de la renovación de la iluminación en el 2025. Se incrementa el gasto en Pineda de Mar (de 50.000 a 71.390 euros) y en Arenys de Mar: 63.870 euros, con un 43,5% de incremento.
La empresa catalana Ximénez acapara el 75% del mercado nacional de iluminación de Navidad. Madrid, Vigo, Zaragoza, Bilbao, Cadiz, Las Palmas, Barcelona, Badalona, Girona, Salou, Vila-seca, Cambrils, La Seu, Puigcerdà o Andorra son algunas de las ciudades en las que empezaron a colgar luces el ya lejano 12 de octubre.
Girona (Guanyem) sigue con los 400.000 euros de gasto de 2023 y aumenta las horas de iluminación
En la iluminación navideña también hay cambios y tendencias. Diseños exclusivos y motivos en 3D que sean interactivos, para que las personas puedan lucirse en las redes sociales, son lo que más piden los ayuntamientos, según cuenta Joan Holgado (Ximénez).
“Se busca una decoración más americana, con motivos que no solo iluminen de noche, sino que también decoren de día”. Nuevos materiales que buscan el efecto destello de noche y adorno de día. Todo suma para ser la ciudad donde más brille la Navidad. Ayuda a llenar calles comerciales y, sostienen algunos alcaldes, sube la autoestima de sus vecinos.