Cuatro jóvenes de 21 años mueren al despeñarse el coche en el que viajaban por una ladera en Cantabria

Sucesos

Eran dos chicos y dos chicas de Vallecas que iban a pasar el fin de semana con otros amigos que viajaban en un segundo vehículo que iba por detrás

Cuatro jóvenes de 21 años mueren al despeñarse el coche en el que viajaban por una ladera en Cantabria
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Cuatro jóvenes de 21 años mueren al despeñarse el coche en el que viajaban por una ladera en Cantabria

Los cuatro ocupantes de un vehículo, dos mujeres y dos hombres de 21 y 22 años y naturales de Madrid, fallecieron anoche después de que el coche en el viajaban por la CA-643, a la altura del puerto de Lunada en Soba (Cantabria), se saliera de la vía y se despeñara por una ladera de 200 metros de altura. 

Cuatro jóvenes de 21 años mueren al despeñarse el coche en el que viajaban por una ladera en Cantabria

Bomberos del parque de Villacarriedo y técnicos de rescate del Gobierno de Cantabria acudieron al suceso 

Se trata de cuatro jóvenes de Vallecas, que se trasladaban a Cantabria con otros amigos que viajaban en un segundo vehículo que iba por detrás, para pasar el fin de semana, según ha explicado la delegada del Gobierno en la comunidad autónoma, Eugenia Gómez de Diego, en una comparecencia ante los medios de comunicación.

El servicio de emergencia recibió la alerta del móvil de uno de los ocupantes del vehículo siniestrado

El Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recibió la llamada de aviso en torno a las 22.00 horas de ayer desde el teléfono móvil de uno de los ocupantes del vehículo siniestrado, que envió una alerta automática tras detectar el impacto. Según informa el 112 en un comunicado, en un primer momento para atender el accidente se desplazaron al lugar bomberos del parque de emergencias de Villacarriedo, personal de mantenimiento de carreteras, la Guardia Civil de Tráfico y el 061.

Pero “ante la gravedad del siniestro y la dificultad de acceso” a la zona en la que se encontraba el vehículo siniestrado, fue necesaria la participación de bomberos de Santander y de técnicos del Gobierno de Cantabria para el rescate de los cuerpos.

Aunque el aviso del accidente se recibió hacia las 22.00 horas, fue a las 1.25 horas cuando se procedió al rescate de los cuerpos, tras la autorización de la Guardia Civil, una vez certificada la muerte de los cuatro ocupantes del vehículo siniestrado, que llevaban puesto el cinturón de seguridad. El rescate se prolongó hasta las 6.00 horas ante la dificultad de acceso. Y fue un equipo de entre nueve y diez personas el que se encargó de esta labor.

Aunque las causas concretas del accidente se desconocen y han de investigarse, el jefe de Tráfico de Cantabria, José Miguel Tolosa, ha destacado las características de la carretera y del lugar del siniestro, además de las condiciones meteorológicas. “Es una carretera que tiene inmediatamente un precipicio bastante pronunciado”, ha señalado, antes de recordar que se produjo “una salida de vía, en tonel, dando muchas vueltas de campana” en una vía “muy estrecha” en la que “cualquier distracción” o maniobra puede provocar un accidente.

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Según ha abundado, había un poco de nieve, pero no eran necesarias cadenas ni otros elementos de seguridad. “No fue un problema de vialidad invernal, ni mucho menos”, ha dicho el jefe de Tráfico.

Apoyo psicológico

Al lugar del siniestro también se movilizó por parte del Gobierno de Cantabria al equipo de psicólogos para atender a los cuatro jóvenes que viajaban en un vehículo que acompañaba al siniestrado y que resultaron ilesos. Fueron trasladados a un alojamiento rural cercano al lugar del accidente.

Los cuerpos de los fallecidos se encuentran en el Instituto de Medicina Legal de Cantabria, según ha indicado la delegada del Gobierno, que ha subrayado la “consternación” por este suceso y que hace 20 años que no se producía en la región un accidente “tan grande y con tantas víctimas”.

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