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La larga espera de un mercado modernista obliga a reformar antes la carpa provisional

Badalona

Los paradistas de Maignon y Llefià coinciden en que el municipio ‘no cuida sus mercados’

Paradas en la carpa provisional del Mercat Maignon

Paula Russiñol

Barcelona estrenó la semana pasada el renovado Mercat de Sant Antoni tras nueve años de obras. Un retraso que los paradistas de Badalona contemplan con envidia. Para los comerciantes de la ciudad vecina a la capital, ocho años parecen incluso celeridad.

El Mercat Maignon de Badalona, en pleno centro, lleva tantos años en una carpa provisional que reformará antes este emplazamiento sustitutorio que el propio mercado original, ubicado en el plaza Maignon. El edificio, de estilo modernista, se construyó en 1899 y se reformó por última vez en 1975. “Los mercados aquí no se cuidan”, lamenta Josep Gil, representante de los paradistas.

Aunque el pleno de Badalona asignó la remodelación a la empresa pública Mercasa en 2015, a día de hoy el mercado continua cerrado. Las obras no han empezado. Según los paradistas, la reforma ha quedado en nada porque era demasiado ambiciosa: “Estaba previsto habilitar una segunda planta dedicada a la degustación, una opción que nunca nos acabó de convencer y que encarecía mucho la obra”, afirma Gil.

Edificio antiguo del Mercat Maignon, pendiente de reformar

Paula Russiñol

El concejal de comercio del Ayuntamiento de Badalona, Àlex Mañas, asegura que aún están pendientes de que la empresa adjudicataria cumpla con los acuerdos pactados. “Seguimos a la espera de Mercasa para determinar cuándo se van a hacer la obras”, afirma Mañas. El Ayuntamiento también anunció en 2017 que se planteaban la posibilidad de asumir el proyecto de reforma del mercado. Este cambio, como ya advirtió entonces Mañas, implicaría que la reforma saltaría al mandato 2019-2022.

El Ayuntamiento tiene previsto mejorar las condiciones de la carpa

A la espera de la reforma de la Plaça Vella, los tenderos asumen con resignación que tendrán que estar aún mucho tiempo en la carpa provisional de la plaza dels Puntaires. Pero la estructura, tras ocho años, se empieza a deteriorar. “La parte exterior es de latón y está muy dañada”, explica Josep Gil. Para solucionarlo, el Ayuntamiento se ha comprometido a hacer algunas mejoras. “Se limpiarán, pintarán y arreglarán algunos elementos”, asegura el representante de los paradistas.

Pintadas en el exterior de la carpa provisional del Mercat Maignon

Paula Russiñol

Con todo, los comerciantes del Mercat Maignon admiten que el traslado a la carpa provisional en el año 2010 mejoró sus condiciones de trabajo: “Aquí tenemos mucha más luz que en el mercado antiguo”. Aun así, Gil explica que no tiene las comodidades que de un mercado nuevo: “Las paradas son pequeñas y los almacenes estrechos”.

Para los comerciantes, lo ideal sería trasladar la distribución de la carpa provisional al nuevo mercado, que debería contar con espacios más amplios. Según Gil, no haría falta poner más paradas de las 22 que hay actualmente. “Como mucho se podría añadir alguna con productos que hoy en día no se ofrezcan en el mercado”, explica el paradista.

El Mercado de Llefià, pendiente desde hace más de diez años

Otro mercado de la ciudad que está a la espera de reforma es el de Llefiá. Pero en este caso, los paradistas no cuentan con ninguna ubicación provisional. En 2008 se trasladaron todas las paradas a un lado del mercado dejando el otro libre para poder construir ahí el definitivo. Y es que el proyecto preveía un mercado más pequeño que contara también con supermercado, para atraer nueva clientela.

La obra, no obstante, está encallada desde hace una década: “En 2009 llegó la crisis y la reforma quedó paralizada”, critica Juan Carlos de Miguel, paradista de Llefiá.

Estado de la parte en desuso del Mercat de Llefiá

Paula Russiñol

Ahora hay una mitad del recinto prácticamente abandonada. En la otra,18 paradas siguen funcionando pero hay seis que han tenido que bajar la persiana. Las malas condiciones del mercado perjudican claramente las ventas de los tenderos supervivientes. “El edificio es muy antiguo y tenemos goteras, tampoco tenemos aparcamiento ni ningún otro servicio que nos haga atractivos para la clientela”, lamenta de Miguel.

En 2015, se convocó un concurso para reformarlo y quedó desierto. Desde entonces, los comerciantes están a la espera de una solución que nunca llega: “Cada gobierno que pasa por el Ayuntamiento quiere hacer sus propios estudios pero no acaban concretando nada”, lamenta De Miguel. El gobierno municipal promete que convocará otro concurso para poder iniciar las obras, pero los paradistas exigen un compromiso explícito: “Que nos digan claramente si está previsto reformarlo, no es justo que nos tengan en vilo tantos años”, reclama De Miguel.