Una urbanización condenada a la piqueta denuncia vertidos ilegales
Serralada de Marina
Vecinos del Bosc d’en Vilaró aseguran que la suciedad aumenta los fines de semana y pagan de su bolsillo un servicio de limpieza
También luchan para evitar el derribo de sus casas, construidas en un terreno forestal
Los vecinos del Bosc d’en Vilaró denuncian que esta urbanización amenazada de derribo está más sucia que nunca este invierno y primavera. La dejadez está acabando con la paciencia de los residentes de este nucleo ubicado en plena Serralada de Marina, entre Badalona y Montcada i Reixac, que también luchan para evitar el derribo de sus casas dentro de 40 años.
“Hace unos seis meses que los actos incívicos van a más”, asegura Loli Alfonso, miembro de la Asociación de Vecinos del Bosc d’en Vilaró. La suciedad incrementa durante los fines de semana, cuando el bosque está más frecuentado. Según ella, es habitual que las personas que van a pasar el día en la zona no recojan lo que ensucian. Para paliarlo, los vecinos pagan de su bolsillo un servicio de limpieza. “Hemos contratado a una persona que limpia durante toda la semana”, asegura Alfonso.
Más allá del incivismo de los domingueros, los residentes también denuncian vertidos de basura que tendría que depositarse en un punto verde. “De vez en cuando vienen camiones a echar muebles, colchones, electrodomésticos y hasta escombros”, lamenta Alfonso.
Los vecinos niegan que la zona se esté convirtiendo en un vertedero ilegal, pero temen que pueda llegar a serlo si los vertidos van a más. “A los incívicos les sale gratis ensuciar el Bosc d’en Vilaró”, opina la integrante de la Asociación de Vecinos.
Para mantener el incivismo a ralla, los vecinos también han tomado la iniciativa: “Cada sábado por la noche montamos guardia para concienciar a los incívicos y que la gente recoja lo que tira”, explica Alfonso. Creen que el problema se agravará en verano, por lo que tienen previsto augmentar estos paseos informativos. Aun así, no todo el mundo está dispuesto a escuchar: “Hemos sufrido alguna situación tensa”, asegura.
Montamos guardias para concienciar a los incívicos”
Pero el estado de dejadez de la zona no acaba aquí. Los vecinos denuncian el deterioro de la carretera que llega a la urbanización. “Es peligroso que el autobús pase por ahí” , considera Alfonso. Lamentan que el Ayuntamiento de Badalona aún no les haya dado los permisos para arreglarlo ya que, aseguran, están dispuestos a comprar el material y arreglarlo ellos mismos.
Reclaman más apoyo público
Por todo ello, la urbanización exige más apoyo de las administraciones públicas. Agradecen que haya más policía patrullando desde hace unos meses, pero consideran que hace falta un plan integral para abordar la situación. “Nos sentimos aislados”, explica la portavoz vecinal
En cambio, el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Bad alona asegura que la única incidencia de la que tiene constancia es la acumulación de suciedad alrededor de los contenedores de basura. Unos residuos que, afirman las fuentes municipales, se esparcen por el viento. Aseguran que es el Ayuntamiento de Montcada i Reixac el que tiene la competencia de limpiar el espacio cuando esto sucede. Una alternativa que está sobre la mesa es acercar los contenedores a las viviendas, para que los vecinos puedan controlar más fácilmente estos focos de suciedad.
Pendientes del desahucio
La urbanización del Bosc d’en Vilaró se construyó durante los años 60 en la Serralada de Marina de forma ilegal. Los primeros vecinos compraron sus parcelas como huertos y con los años las dotaron de alguna autoconstrucción en la que residir. En la actualidad ocupa unas 44,5 hectáreas de bosque y 204 casas levantadas en terreno forestal. Está a medio camino entre Montcada y Badalona, pero el 85% del terreno pertenece al término municipal vallesano.
Ahora los vecinos se enfrentan a un plan de extinción en diferido, que prevé el derribo de las viviendas en un plazo de unos 40 años. Una situación que los vecinos quieren evitar a toda costa. Dentro de poco se va a celebrar la tercera reunión entre residentes y administraciones para buscar una solución consensuada. La Asociación de Vecinos lamenta que, por el momento, estos encuentros han servido de poco.
La entidad apuesta por una permuta de terreno, como ya ha pasado en otras zonas de Catalunya que se encuentran fuera de la ordenación actual. “Hay más de 3.000 casos como el nuestro en toda Catalunya y por ejemplo en Sant Cugat se ha solucionado”, asegura Alfonso.
Así, los vecinos están dispuestos a comprar 30.000 metros cuadrados en otro lugar para destinarlos a parque forestal y compensar así el espacio que ahora mismo ocupan sus casas. Una opción que lamentan que el Ayuntamiento de Badalona no ha querido escuchar.
Ahora su esperanza está puesta en la nueva Ley de Territorio de la Generalitat de Catalunya, que quieren que incluya una “amnistía urbanística” para casos como el del Bosc d’en Vilaró. Una solución que, aseguran, ya se ha llevado a cabo en ciudades como Madrid, Valencia o Málaga. Por ese motivo, estas semanas están llevando su reivindicación al Parlament, donde ya se han reunido con diferentes partidos. “Vamos a luchar a hasta el final por el Bosc d’en Vilaró y por todas las urbanizaciones en situaciones similares”, afirma Loli Alfonso.