Los taxistas denuncian que la abundancia de VTC que hacen uso de las aplicaciones de las plataformas, caso de Cabify, Uber y Bolt, está alimentando los problemas de circulación de Barcelona. Además, el gremio insta al Govern a ultimar cuanto antes la nueva ley del transporte de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas que elabora desde hace ya un par de años a fin de regular el sector.
“Un reciente estudio sobre congestión urbana en Barcelona demuestra que los VTC son una de las principales causas del colapso viario que padece la ciudad porque no acceden al carril bus-taxi, circulan más despacio y saturan las vías principales durante muchas horas del día”, asegura Alberto Álvarez, alías Tito, de Élite Taxi, en un comunicado emitido este miércoles.
El estudio al que hace referencia Álvarez, elaborado por el ingeniero d la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) Joan Velázquez Ameijide y el economista especializado en regulación del transporte Sergi Cutillas Márquez, concluye que “un aumento de los VTC no solo es innecesario, sino que agravaría la congestión sin aportar mejoras significativas al servicio de transporte”.
Los autores de este análisis comparativo de las flotas de taxis y de VTC aseguran que pese a que a pesar de que el número de coches de alquiler con conductor que estiman operan en Barcelona, alrededor de 1.400, es apenas un 13,3% del de licencias de taxi, 10.521, “los VTC ocupan las vías en una medida desproporcionadamente alta, igualando o superando a los taxis en tramos clave”.

VTC y taxistas mantienen un agrío conflicto en Barcelona
“Esta sobrecarga se debe a su exclusión del carril bus-taxi, lo que limita su velocidad a 20 km/h, mientras que la de los taxis es de 26,6 km/h. Los VTC están así más tiempo en la vía, incrementando la congestión. De media ocupan un 41,43% de lo que lo hace taxi, pese a realizar menos servicios. En la calle València representan un 4,31% del tráfico, frente al 4,18% de los taxis, y en Aragó, un 3,65%, frente al 5,25% de los taxis”.
“Este informe responde a la exigencia de datos empíricos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que cuestiona las restricciones a los VTC debido a la falta de evidencia técnica. Nuestros hallazgos respaldan la existencia de razones de interés general para limitar la flota de VTC, alineadas con la gestión del tráfico, la reducción de la congestión y la optimización del espacio urbano”.
Élite Taxi subraya una vez más que buena parte de los vehículos VTC que trabajan en Barcelona lo están haciendo sin los correspondientes permisos de las administraciones. “Los VTC no solo incumplen las normas, también atacan a la Generalitat y al Parlament por legislar, amenazan públicamente a Mossos d’Esquadra, Guardia Urbana y Policía Portuaria por hacer su trabajo y quieren convertir la presión institucional en norma”
La respuesta de los VTC
“El cinismo de Élite Taxi es insoportable”
La respuesta de la patronal de los VTC catalanes a las declaraciones de los taxistas no se hizo esperar. “Es de un cinismo insoportable que una asociación condenada por boicot, que ha hecho de la amenaza y la intimidación su modus operandi y que ha colapsado la ciudad cientos de veces en los últimos años, tenga el valor de acusar al sector de la VTC de hacer presión institucional, cuando lo único que hacemos es luchar por nuestra supervivencia -señaló un portavoz de Unauto VTC Catalunya- ¿Hasta cuando van a estar nuestros políticos en manos de Elite Taxi?”. Además, los propietarios de las licencias de coches de alquiler con conductor subrayan que no tiene sentido acusarles de colapsar el tráfico de la ciudad cuando suman muchos menos vehículos que los taxistas, que eliminarles de Barcelona únicamente serviría para que muchos se pasen al vehículo privado, que todas las ciudades modernas facilitaron la implantación de los VTC... “Y rechazamos cualquier acusación de amenazas o violencia -concluyen estas fuentes-. Es el taxi el que protagoniza agresiones a conductores VTC. Además, somos víctimas de regulaciones diseñadas para expulsarnos del mercado. Reclamamos nuestro derecho a trabajar en paz y con unas reglas justas. Los VTC generamos más de 3.000 empleos directos en Barcelona. Imponer restricciones arbitrarias pone en riesgo no solo esos puestos de trabajo, sino también la libertad de elección de miles de ciudadanos que ya no quieren depender exclusivamente del taxi”.