Universidades que inspiran: de Nueva York a Barcelona

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Sin dejar atrás la base técnica y teórica esencial en ingeniería, es fundamental impulsar entornos de innovación

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Edificio de la New York University (NYU) en Nueva York

Bloomberg / Getty

Maria Sanmartin Puig es estudiante de Ingeniería Mecánica en New York University Tandon School of Engineering e Intern en Adobe.

¿Qué podemos aprender sobre la educación universitaria de Nueva York?

En las universidades estadounidenses, el aprendizaje va más allá del aula. Se da mucha importancia a cómo uno puede aplicar sus conocimientos y contribuir en proyectos para generar cambio. Esta mentalidad crea un ecosistema donde se generan miles de oportunidades de crecimiento; yo he podido formar parte del comité de estudiantes internacionales, liderar cambios en el currículum de la asignatura Introducción a la Ingeniería, y realizar investigación sobre la tecnología “órganos en chip” (OoC) en colaboración con profesores de NYU.

Maria Sanmartin Puig

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Una de las oportunidades más enriquecedoras que NYU me ha brindado es formar parte del programa de honor Global Leaders and Scholars in STEM (GLASS). El programa impulsa a una selección de 20 estudiantes a participar en proyectos alineados con los 17 ODS de la ONU mediante financiación anual para ir a conferencias, viajar a competiciones internacionales o realizar voluntariados. Gracias a este apoyo, he podido ampliar mis horizontes más allá de la teoría y las fórmulas en una pizarra.

Asimismo, el desarrollo de habilidades en liderazgo y aspectos no técnicos se refuerza con requisitos académicos en humanidades, incluso en carreras puramente técnicas. En NYU, es obligatorio cursar seis asignaturas de humanidades y ética; con el objetivo de formar a ingenieros holísticos capaces de comunicar sus ideas con claridad y considerar su impacto socioambiental.

¿Cómo se podría trasladar este modelo a Barcelona?

Comparando mi experiencia como estudiante de Ingeniería Mecánica con la de mis compañeros en Barcelona, noto una diferencia significativa en la mentalidad universitaria. Mientras que en Nueva York se fomenta la aplicación del conocimiento, en España el sistema se centra en un conocimiento intelectual profundo con menos conexión con el mundo profesional y práctico.

Especialmente en las carreras técnicas, el foco está en aprobar y pasar de curso, sin fomentar la motivación por el aprendizaje y aplicación de conceptos teóricos a desafíos de la vida real. Con un profesorado comprometido y un plan de estudios basado en proyectos y desarrollo de ideas, es posible despertar curiosidad en el alumnado por entender y aplicar la materia que se da en clase.

Sin dejar atrás la base técnica y teórica esencial en ingeniería, es fundamental impulsar entornos de innovación: ofrecer recursos, espacios y apoyo para que los estudiantes lideren iniciativas propias, participen en asociaciones y se involucren con docentes y la industria. De esta forma, Barcelona podría fortalecer la formación de sus futuros profesionales y consolidar una cultura universitaria orientada al aprendizaje activo.

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