El Mobile World Congress (MWC) ya no sabe dónde meter más expositores. En la próxima edición, que tendrá lugar del 3 al 6 de marzo, se ocupará hasta el último centímetro disponible del recinto Gran Via de l’Hospitalet. “Parecía difícil, pero se nos está quedando pequeño”, ha asegurado el consejero delegado de la GSMA, John Hoffman, durante la presentación de la próxima edición del salón, que contará con 2.700 expositores y espera atraer a más de 101.000 visitantes profesionales.
Para dar cabida a todos ellos sin que parezca el metro en hora punta, la organización estudia el modo de exprimir al máximo los 240.000 metros cuadrados brutos de los ocho pabellones que pone a su disposición la Fira de Barcelona. Una vez ocupados hasta los rincones más recónditos del recinto ferial, solo queda la opción de crecer en altura o en los espacios exteriores entre los pabellones con estructuras temporales.
Esta última fórmula se utilizó en los años previos a la pandemia, cuando también se colgó el cartel de completo y se instalaron stands exteriores que resolvían las necesidades. No eran muy del agrado de Hoffman y los suyos y su éxito iba ligado a la climatología en un momento del año que igual deja imágenes de congresistas tomando el sol en mangas de camisa como que se pone a nevar a la hora de comer.
La alta demanda de espacio es tal que el 80% ya se reservó al acabar la anterior edición del MWC. Las dificultades para encajarlo todo se dan este año y aún irán a más el que viene, cuando puede que se encuentren en una situación realmente crítica en el caso de que siga creciendo la demanda y se sigan superando las previsiones como ya sucedió en la pasada edición. En la GSMA tienen claro que se enfrentan a dos ediciones de equilibrios y compresión.
A partir del 2027 todo será distinto porque ya se espera contar con el nuevo pabellón 0, que se encuentra en obras desde hace dos años y cuyo diseño va a cargo de los arquitectos Toyo Ito y Fermín Vázquez. Bajo una gran cubierta elevada se dará cobijo a un espacio diáfano al que se llegará desde una pasarela conectada con el resto de pabellones.
Con la nueva construcción, se sumarán 60.000 metros cuadrados más y dará aire y nuevas oportunidades para las grandes ferias de la capital catalana como el MWC, el salón audiovisual ISE –que se celebra la semana que viene– o Alimentaria, los tres grandes eventos que acostumbran a rozar la plena ocupación de los pabellones.
El crecimiento de stands irá acompañado del consecuente aumento de visitantes. La organización espera volver a estar por encima de los seis números y superar los 101.000 congresistas del año pasado, aunque el director general de la GSMA, Mats Granryd, no se cansa de repetir que “lo importante es tener a la gente correcta más que la cifra, que será mayor”.
El grueso de los asistentes serán altos directivos y empleados con poder de decisión, un alto nivel que hace del MWC el lugar en el que estar si se quieren cerrar negocios importantes en el sector, ya sea una multinacional o una empresa emergente con ganas de comerse el mundo.
Igual que en las dos últimas ediciones, se espera un importante desembarco asiático, especialmente de profesionales de los gigantes chinos del sector. Huawei, que ocupa prácticamente un pabellón entero, empezará las tareas de montaje en los próximos días, con un mes de antelación, para poder erigir unas oficinas temporales en las que no falta de nada y a las que solo pueden acceder un número muy limitado de visitantes previamente escogidos. En cambio, los registros previos del congreso apuntan un ligero descenso de visitantes de Oriente Medio y de los países musulmanes porque el salón coincide con el Ramadán.
La visitante estrella, en todo caso, tiene nombre y apellido. Se llama inteligencia artificial, un tema que “genera la misma energía que cuando eclosionó la tecnología móvil”, destaca Hoffman. Nuevas empresas y perfiles profesionales llegan de la mano de la IA a un salón que ya hace mucho tiempo que dejó de ser el congreso de los móviles como se le conocía antes y se ha consolidado como un salón que aglutina todo el ecosistema, con más de la mitad de los asistentes de industrias adyacentes entre las que se encuentra la robótica, la movilidad o la medicina. También será una cuestión que aparecerá de manera recurrente en las ponencias. De un amplio cartel de 1.200 nombres propios destaca el padre de la inteligencia artificial moderna, Jurgen Schmidhuber.
La IA ocupará un lugar central también en el nuevo espacio que se estrena este año en el recinto ferial de Montjuïc: el Talent Arena, un lugar en el que la Mobile World Capital Barcelona espera atraer desarrolladores y profesiones similares con un concepto desenfadado. Se pretende replicar el crecimiento y éxito que tuvo el 4 Years From Now (4YFN), ideado como punto de encuentro de emprendedores hace once años en Montjuïc mientras sus hermanos mayores estaban en Gran Via, y que ha acabado mudándose allí para fortalecer las sinergias. El objetivo final es que el Talent Arena siga el mismo camino y en el 2027 se pueda integrar junto al resto de piezas que forman parte del cada vez mayor universo del Mobile.