La izquierda sale a pescar líder y lema

La izquierda sale a pescar líder y lema
Vicedirector

Corren tiempos de desconfianza hacia la política. Lo constataba la encuesta que este diario publicó hace una semana. El resultado es inquietante. Un porcentaje mayoritario cree que ningún partido está capacitado para resolver los problemas de los ciudadanos, y el 54% considera que el pueblo, y no los políticos, ha de tomar las decisiones importantes. Este estado de opinión es todavía más acentuado entre los jóvenes, que son los que otorgan el mayor suspenso al sistema democrático. Y el colofón: el primer problema de España son los políticos.

Vuelve con fuerza la corriente de malestar que ya nos visitó en el pasado. Es un sentimiento que renace cíclicamente y del que emergen movimientos populares que, en más de una ocasión, se transforman en opciones políticas. La crisis económica del 2008 con sus recortes de servicios públicos y desahucios por impago de hipotecas derivó en el 2009 en la creación de plataformas como la PAH, donde creció la activista Ada Colau, quien sería alcaldesa de Barcelona del 2015 al 2023.

Las entidades que lideran la protesta de la vivienda son objetivo de deseo político

En el mismo contexto de aquella crisis, surgió en el 2011 el movimiento de los indignados del 15-M del que posteriormente nacería el partido Podemos, al grito de “Sí, se puede”, y su derivada catalana de la candidatura de Catalunya Sí que es Pot en el 2015. La aparición de este conglomerado político rompió con el bipartidismo y dio a luz los primeros gobiernos de coalición en España. La fórmula de éxito que personificaron Pablo Iglesias y Ada Colau, entre otros, ha implosionado, y los intentos de reanimarla con propuestas como Sumar han fracasado.

Iglesias, Colau e incluso Yolanda Díaz están amortizados. Por eso, ese espacio político busca una nueva metamorfosis como las efectuadas durante su historia, que se remonta al partido comunista y al PSUC. Más tarde, se asoció al ecologismo. Después, se vistieron de indignados con el 15-M, se encadenaron contra los desahucios y ahora luchan por liderar la reivindicación sobre la vivienda por el imposible acceso al alquiler. Aunque esta vez no pueden ponerse muy al frente de la protesta por su discutible hoja de servicio mientras gobernaron en Barcelona. Es verdad que impulsaron vivienda, pero quedaron muy lejos de cumplir sus promesas, y la foto del problema es hoy mucho peor que cuando tomaron el mando de la ciudad y compartieron (y comparten) el gobierno de España, porque tenemos los alquileres más caros de la historia y seguimos liderando la cifra de desahucios por no pagar el alquiler.

-FOTODELDIA- BARCELONA, 23/11/2024.-Vista de la manifestación para exigir una bajada de los alquileres y en defensa del derecho a la vivienda, bajo el lema 'S'ha acabat' (Se ha terminado), que cuenta con el apoyo de más de 4.000 organizaciones, este sábado en Barcelona.- EFE/ Enric Fontcuberta

Manifestación contra el alto precio de los alquileres del sábado 23 de noviembre

Enric Fontcuberta / EFE

Este espacio camaleónico necesita renovar sus liderazgos, empezando por Barcelona, y los ha detectado en las organizaciones civiles, como el Sindicat de Llogateres, que encabezan las protestas por el altísimo coste de los alquileres. Es posible que veamos a medio plazo a este movimiento político ponerse al servicio de los líderes de estas entidades sociales, como pasó con Ada Colau cuando fue pescada por los Comunes desde la PAH o con Lluís Rabell, captado desde la Federación de Vecinos de Barcelona para ponerse al frente de Catalunya Sí que es Pot en el 2105, aunque hoy es concejal por el PSC.

Además, también falta renovar el lema. El antiguo “Sí, se puede” se ha transformado en el “S’ha acabat” (Se ha acabado) que se escucha en las manifestaciones sobre la vivienda y que han hecho suyo las actuales caras visibles comuneras. Pero no es genuino. Lo promovió la futbolista del Barça Alexia Putellas tras el beso no consentido que recibió su compañera Jennifer Hermoso. Además, recuerda demasiado al partido Se Acabó la Fiesta de Alvise Pérez, que está ideológicamente en las antípodas. También suena con fuerza el grito machadiano “Solo el pueblo salva al pueblo” (SPSP) surgido tras la nefasta gestión de la DANA en Valencia. Una apropiación política de este lema sería un error y vulneraría el mismo principio de la expresión. Se admiten propuestas.

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