"El activo social y económico que son las playas está en riesgo” advierte Ramon Torra, gerente del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Una alerta que surge desde los municipios del litoral y que en esta ocasión reitera el ente metropolitano, que certifica la regresión de la capacidad de las zonas de baño. Entre julio del 2023 y abril del 2024, la costa metropolitana ha perdido 242.013,81 metros cuadrados. El mar ha engullido el 15,22% de las playas, más de 24.000 m2 de arena al mes.
El litoral metropolitano, de 41 kilómetros de longitud, dispone de 42 playas ubicadas en la zona más densamente poblada de Catalunya, en la que coexisten infraestructuras portuarias como los puertos de El Masnou o el de Barcelona, que según AMB son “factores claves en la regresión de las playas”, sometidas a una situación de vulnerabilidad máxima.
Las playas han perdido hasta 50 metros de la anchura habitual
Los temporales de invierno, y especialmente los que impactaron en el litoral durante la pasada Semana Santa, han provocado una regresión generalizada y grave de arena en casi todas las playas metropolitanas. Con respecto al pasado verano la costa ha mermado en un 20% de superficie, lo que supone la pérdida de hasta 50 metros de anchura y una importante disminución del volumen de arena.
En otoño y primavera se produjeron temporales con intensos oleajes, todos de componente sur y suroeste, con olas que superaron los 4,5 metros de altura. Borrascas como la dana de primeros de septiembre del 2023, Ciarán en noviembre o Nelson en marzo del 2024 han causado un impacto reiterado y persistente que ha afectado a las playas del área metropolitana, moviendo la arena a zonas poco habituales o haciéndola desaparecer de la costa y provocando desniveles en la morfología de las playas.
El cambio de dinámica de los temporales afecta más a las playas del litoral norte de Catalunya puesto que la orientación de estas, así como de las infraestructuras construidas en esta zona (espigones), está adaptada a las corrientes marítimas y al oleaje de componente noreste o de Levante, de forma que el “giro” hacia los recurrentes temporales de garbí inciden a la hora de provocar daños a unas playas ya de por sí vulnerables.
Desde el AMB se ha estudiado la evolución y el comportamiento de los temporales, que han destacado por desencadenarse fuera de la época habitual, como en otoño o primavera. También han coexistido o alternado estos incidentes meteorológicos con días extremadamente cálidos y vientos significativos. Importante es el efecto de cambio climático que impone más temporales de garbí, que no de levante, como era más habitual hasta hace poco en la costa catalana. A esta incidencia se suma la reducción de la aportación de sedimentos que llevaban las corrientes de noreste y sureste.
El Ayuntamiento de Montgat dejará de ingresar 55.000 euros al no poder instalar ningún chiringuito en la playa
Especialmente preocupante es la situación del litoral del Barcelonès Nord, entre Badalona y Montgat (Maresme), que como consecuencia de los temporales el mar ha engullido el 36,6% de sus playas. En total se han perdido 77.774,23 m2, lo que en puntos como el litoral sur del Maresme provoca la total desaparición de las funciones derivadas del servicio público de playas.
“Sólo nos queda esperar que un temporal de Levante devuelva la arena” lamentaba Andy Absil, alcalde de Montgat, incapaz de cuantificar la pérdida de ingresos municipales que supone eliminar los servicios que este año no se podrán instalar en las playas del municipio. Un ejemplo es el ingreso habitual de 55.000 euros por temporada que el Ayuntamiento percibía de los cinco chiringuitos ubicados en su demarcación. Este año no tendrá ninguno.
Montgat ha sido uno de los municipios agraviados por el cambio de estrategia impuesto por el Ministerio de Transición Ecológica, que da carpetazo al proyecto avalado por los ayuntamientos para la regeneración de las playas con espigones y otros elementos de consolidación. A partir de ahora, se pasará a valorar las actuaciones en función de aquello que los técnicos ministeriales declaren como emergencia. En este caso la falta de arena no se considera una emergencia y, en cambio, la alineación de la costa en Badalona para evitar el desnivel que provocó el temporal sí recibe esta calificación.
El Área Metropolitana de Barcelona reclama un cambio de planificación del Ministerio para que “genere proyectos de infraestructuras que preserven los espacios de la costa”, apunta Ramon Torra. En este sentido, El Prat de Llobregat es un claro ejemplo del impacto de las nuevas infraestructuras “como la ampliación del Port de Barcelona” en la franja litoral. En el delta del Llobregat se han perdido 139.910,8 metros cuadrados de playa, una reducción de un 12,14% con respecto al año pasado. En la costa de Barcelona, la regresión ha sido de 24,328,70 m2, lo que supone la pérdida del 10,82% de su superficie costera.
Por municipios, aparte de Montgat, que ha perdido el 77,3% de la playa de Les Barques, el 62,9% de Can Tano y el 54,9 en la de Les Roques, destaca la grave situación de Badalona con sus nueve playas en regresión y un total del 40,6% de la superficie de costa desaparecida, o lo que es lo mismo, una reducción de 47.081,9 m2 de playa.
La playa del Litoral de Sant Adrià seguirá cerrada por el proceso de descontaminación del Ministerio
Toda la costa badalonesa ha resultado dañada por los temporales, y se aprecia el riesgo que planea sobre las instalaciones y chiringuitos, que se han visto obligados a reforzar sus cimientos con sacos de fibrocemento a modo de diques.
En el municipio vecino de Sant Adrià de Besòs, si bien el problema de la regresión de la playa sólo ha tenido un impacto del 16,85%, destaca el cierre de la playa del Litoral por cuarta temporada consecutiva, afectada por las labores de descontaminación. Precisamente, el Ayuntamiento de Sant Adrià informó de que la persistencia de los temporales ha hecho aflorar nuevos contaminantes de las antiguas industrias que el siglo pasado poblaban esta zona del litoral. El Ministerio de Transición Ecológica lleva invertidos más de dos millones de euros en este punto.
En Barcelona, las diez playas han aguantado los embates del cambio climático gracias a las estructuras de protección. Sin embargo, la playa de Sant Sebastià ha perdido el 20,26% de su capacidad, es decir 9.140 m2 de superficie. En total, la costa de Barcelona se ha visto reducida en 24.328,7 metros cuadrados.
En el delta del Llobregat, destaca la pérdida de arena de El Prat de Llobregat, donde la playa de Can Camins ha menguado un 42,3%, mientras que en total las cuatro playas del municipio han perdido 59.610,78 m2.
Afectaciones en las playas del delta del Llobregat
En Viladecans, la playa más afectada ha sido la de La Murtra, con una disminución del 27,41% de su capacidad. En las cuatro zonas de baño de este municipio del Baix Llobregat han desaparecido 21.742 metros de arena.
Idéntica situación se localiza en Gavà y Castelldefels, zonas donde el impacto de los temporales ha tenido menos afectación en la pérdida de espacio costero. En Castelldefels, las tres playas han registrado una pérdida de 38.670 metros cuadrados, lo que supone una reducción del 7,60% del total. En Gavà, la playa de L’Estany ha sido la más afectada, con una disminución del 15,6% de capacidad, mientras que el total de arena perdida en la localidad supera los 38.670 metros cuadrados.