Los Mossos no estarán en el servicio de violencia machista de la Guardia Urbana en La Rambla
Acuerdo institucional
El Ayuntamiento de Barcelona y la Conselleria d’Interior firman el protocolo por el que la policía municipal podrá atender a las víctimas y recoger sus denuncias
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, han firmado este jueves el protocolo por el que la Guardia Urbana de la capital catalana podrá recibir y recoger las denuncias de las víctimas de violencia machista. Durante el último año, la policía municipal y la gerencia de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona han trabajado para que, más allá de recoger esas denuncias, se ofreciera un servicio integral a las mujeres víctimas de violencias machistas, diseñando para ello un espacio innovador y sin precedentes en España que, si las obras no se retrasan, empezará a funcionar el próximo abril en las dependencias policiales de la Rambla. Un espacio en el que la mujer que acuda no solo tendrá a un policía que la escuche, sino que podrá contar allí mismo con asistentes sociales, psicólogos e incluso existe la posibilidad de que durante unas horas al día haya presencia de abogados. En cualquier caso, la Guardia Urbana quería, y así lo recordó de nuevo este lunes el intendente mayor, Pedro Velázquez, que los Mossos participaran estando allí presentes, una invitación que Elena estudiará en el marco de la comisión mixta de ambas administraciones.
Durante la rueda de prensa de presentación de la firma del protocolo, Velázquez volvió a invitar públicamente esta vez a los Mossos a participar en ese nuevo espacio para así “trabajar juntos en la mejor atención a la víctima, y desde allí realizar ese seguimiento y esas primeras pesquisas de la investigación”. Elena situó la decisión en el marco de la comisión mixta para determinar si los Mossos tienen o no que estar presentes en ese nuevo equipamiento. Y dejó también claro que cualquier pesquisa en materia de investigación la asumirán los Mossos, rechazando de plano la voluntad mostrada por la gerencia que lidera Marta Casado y, por encima de ella, el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, de que la Guardia Urbana no se limite a recoger la denuncia y participe, porque tiene guardias y formación para hacerlo, en el acompañamiento a la víctima, la protección si se determina necesaria y las primeras pesquisas de investigación.
Colau y Elena insistieron en que las relaciones entre las dos administraciones pasan por su mejor momento y se felicitaron por la “coordinación y la colaboración” con la que trabajan los Mossos y la Guardia Urbana en Barcelona. Sin embargo, y a preguntas también de los periodistas, Elena mantuvo la oposición de la consejería a la autorización que tiene que hacer la dirección de la policía catalana para que los técnicos de la Guardia Urbana conecten la policía de Barcelona al banco nacional de huellas dactilares. Una reivindicación de la Guardia Urbana que se negoció con el Ministerio del Interior y a la que Interior no ha dado respuesta, desde el pasado marzo. “Conviene hacer un convenio”, dijo Elena.