Barcelona compra 'El Ingenio' y 49 locales más para impulsar el comercio
Negocios de proximidad
El Ayuntamiento abrirá un concurso para alquilarlos a precios inferiores al de mercado
La propietaria del El Ingenio respira por fin aliviada. Más o menos. Al final el Ayuntamiento de Barcelona se hizo con la propiedad del local de 470 m2de este histórico negocio ubicado en el barrio Gòtic, perdido en el limbo de las tiendas históricas desde hace más de un lustro... y también se hizo el Consistorio con otros 49 bajos repartidos por toda la ciudad.
El objetivo del programa Amunt persianes del gobierno de la alcaldesa Ada Colau es alquilar estos establecimientos a gente con ideas que merezcan la pena y fomentar así el comercio de
calidad, aquel que anima la vida de los barrios y que peor lleva los envites de las tiranías del mercado. Hablamos de negocios de proximidad, de economía solidaria, de enseñanza e investigación... La inversión de esta innovadora experiencia supera los dieciséis millones de euros.
“Mucha gente intentó tomar las riendas de El Ingenio –prosigue Rosa Cardona–, pero no pudieron. Aquí resulta muy complicado sacar adelante un negocio de este tipo, tan artesanal...”. Sí, a este lado de la Rambla, todo lo que no sea un bar, una tienda de ropa o una franquicia de una cadena de artículos de regalo requiere de muchos sacrificios.
La dueña del histórico negocio buscaba un inversor dispuesto a sacar adelante un proyecto cultural
El Ingenio abrió sus puertas en 1838, y las cerró por primera vez en el 2016. Hace ya un par de años que se fue al traste el enésimo intento de resucitar este centenario y artesanal negocio
de confección de cabezudos, gigantes y otras figuras. Hace un
par de veranos, un tanto frustrada, Cardona colgó el cartel de se
vende, y también el de se alquila.
Algunos inversores franceses se interesaron por este local de 470 m2, pero ninguno presentó ninguna oferta. Por ley tendrían que conservar la A que dejó Brossa, y los carteles de la fachada, y algún que otro elemento... “Y siempre quise que se hiciera algo cultural, algo que tuviera que ver con lo que siempre se hizo aquí. Pero nada funcionó. Entonces, un día, el de la inmobiliaria que me ayuda me dijo lo del programa del Ayuntamiento”.
Principalmente en Ciutat Vella
El de Ciutat Vella es el distrito que suma una mayor inversión municipal dentro del programa Amunt persianes. El Consistorio gasta en estas calles, de las más afectadas por la gentrificación comercial, unos seis millones de euros, y diez millones en el resto de la ciudad. Los 50 locales adquiridos se reparten del siguiente modo: diez en Ciutat Vella, cinco en el Eixample, tres en Sants-Montjuïc, dieciséis en Les Corts, dos en Gràcia, seis en Horta-Guinardó, tres en Nou Barris, uno en Sant Andreu y cuatro en Sant Martí. Además del local de El Ingenio, entre los comprados por el Ayuntamiento también figura el estudio del fotógrafo Leopoldo Pomés, en l’Esquerra de l’Eixample; la antigua sede del sindicato USOC, en el del Raval o 16 locales detrás del mercado de Les Corts.
Los tenientes de alcalde Jaume Collboni y Jordi Martí detallan que el primer paso de Amunt persianes fue convocar un proceso de concurrencia pública para que dueños de locales de entre 60 y mil metros cuadrados, a pie de calle, sin inquilinos y en buenas condiciones pudieran hacer al Ayuntamiento sus ofertas de venta. Se presentaron 88 propuestas y el Consistorio aceptó 50, aquellas que encajaban con sus tasaciones. El Ayuntamiento pagó unos 2.000 euros por cada metro cuadrado de los diez locales adquiridos en Ciutat Vella, y unos 1.366 euros por los de los 40 locales repartidos por el resto de la urbe.
El ejecutivo de Colau asegura que es un modo de luchar contra la gentrificación comercial
Ahora el Ayuntamiento abrirá una nueva convocatoria a fin de alquilar estos locales por un precio inferior al del mercado a gente que presente iniciativas comerciales beneficiosas para los barrios, actividades necesarias pero muy difíciles de sacar adelante si quedan del todo sometidas a las leyes de la oferta y la demanda. El objetivo municipal es que durante los tres próximos años recuperen así la vida hasta 400 locales en estos momentos cerrados.
“Esto es un plan de choque para estimular la pequeña economía
–dijo el socialista Collboni–, la aplicación práctica de una política muy innovadora destinada a dinamizar la economía a pie de calle”. “Es una manera de combatir la gentrificación comercial –agregó el común Martí–, de fomentar actividades comerciales necesarias que no pueden afrontar los encarecimientos de los alquileres”. “Yo estoy muy contenta –terminó Cardona–. Me han dicho qué aquí harán algo cultural, algo que tenga relación con lo que se siempre se hizo en El Ingenio”.