El hospital de Sant Pau reduce al 50 % las consultas presenciales para ‘convivir’ con la Covid-19
Más videoconsultas
Se trata un plan piloto de Salut que ya se ha empezado a aplicar y que pretende garantizar la seguridad de pacientes y sanitarios
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El Hospital de Sant Pau de Barcelona quiere reducir a la mitad las 500.000 consultas presenciales al año que tenía hasta la llegada de la Covid-19 para intentar ‘convivir’ con el coronavirus con la máxima seguridad posible para los pacientes y los profesionales sanitarios.
En un plan piloto del departamento de Salud en el que participa Sant Pau y que comenzó la semana pasada, este hospital apuesta por sustituir todas las visitas presenciales que se pueda por videoconferencias y la econsulta con los pacientes,y que éstos sólo tengan que desplazarse al hospital para hacerse las pruebas necesarias.
Era Covid
La idea es que solo haya que desplazarse al hospital para las pruebas necesarias
El director médico del Hospital de Sant Pau, Xavier Borràs, ha explicado, en una entrevista con Efe, que éste es uno de los objetivos del centro durante la época Covid-19, que se estima pueda durar unos dos años más. Este centro médico trabaja en la elaboración de un manual que recoja los criterios organizativos para la era Covid-19 “porque no podemos hablar de era pos-Covid, no ha pasado aún el peligro”, ha considerado.
Según estos criterios, se tiene que conseguir reducir el máximo posible las visitas presenciales, con el objetivo de llegar a la mitad de las 500.000 que se hacían en un año en Sant Pau, y esponjar a los pacientes que acudan a las consultas para que no se concentren en las salas de espera.
Atender “en condiciones”
Rebrotes ocasionales en las próximas semanas y meses
Para ello, ha considerado Borràs, se deberá ampliar el horario de atención hospitalaria a la tarde, una franja horaria poco usada en los centros sanitarios públicos y concertados catalanes hasta ahora.“Habrá patologías que se podrán atender por videoconferencia y otras no, porque hasta ahora no se puede hacer una buena auscultación sin tener al paciente cerca”, ha indicado.
Los responsables de este hospital, el más antiguo de Barcelona, con unos inicios que se remontan al medioevo, trabajan con la hipótesis de que se producirán rebrotes ocasionales de COVID-19 en las próximas semanas y meses, por lo que apelan “a la responsabilidad de todo el mundo para que se esfuercen en mantener la distancia física”, ha pedido Xavier Borràs.
Si la distancia social es estricta y se mantiene, los hospitales podrán atender a los pacientes de Covid-19 más graves en condiciones y no se producirá la situación que se ha vivido entre marzo y abril, con unos 70 ingresos al día en la UCI, ha indicado el responsable de Sant Pau.
Peor pronóstico
Preocupación por los cribados de detección de cáncer
El hospital barcelonés ha llegado a tener a 98 pacientes intubados en la UCI, cuando antes de la pandemia tenía 30 camas en la unidad de cuidados intensivos, triplicando su capacidad en apenas unos días.“No hemos llegado al colapso, pero nos ha ido de horas”, ha recordado el máximo responsable médico de este hospital, que pasó de tres pacientes Covid-19 el 15 de marzo a 480 el día 30 del mismo mes.
Por lo que se refiere a los enfermos que durante estos dos meses han visto retrasadas sus visitas y las operaciones quirúrgicas previstas, Borràs ha admitido: “No sabemos si podremos cumplir con los plazos de garantía” previstos en algunas intervenciones, como las de cáncer o cardíacas.
También está preocupado por que se han paralizado temporalmente los cribados de enfermedades como el cáncer de colon o de mama, con lo que las detecciones previsiblemente se harán más tarde y el pronóstico del paciente será, con mucha probabilidad, peor.
“No hemos observado un rebrote de Covid-19 en absoluto estos últimos días, pero sí un incremento de las urgencias psiquiátricas, de enfermos que se han desestabilizado con la situación de confinamiento”, ha precisado.
El director médico también ha recordado a todas las personas que parecen creer que la pesadilla ya ha pasado que sólo entre el 10 y el 15 % de la población está inmunizada del coronavirus y que más del 85 % restante sigue en peligro de enfermar.