Tenía que ser uno de los grandes testimonios de la acusación del crimen de la Guardia Urbana pero el magistrado lo ha tumbado. Antonia es la actual pareja de Rubén, el exmarido de Rosa Peral y esta mañana ha comparecido en el juicio por el crimen de la Guardia urbana pero no ha podido explicar todo lo que sabe. En la causa Rosa Peral está acusada de matar a su novio Pedro Rodríguez junto a su amante Albert López. La fiscalía pide para Peral y López, 25 y 24 años de prisión al estimar que mataron a Rodríguez para volver a estar juntos y luego lo calcinaron en su coche en el pantano de Foix.
Antonia explicó durante la instrucción que la hija mayor de Rosa le contó que había visto a su madre manchada de sangre la noche en la que se cometió el crimen. El juez, sin embargo, no ha dejado que el jurado escuchase este testimonio al considerar que no puede declarar un testigo que no ha presenciado los hechos de forma directa, sino que solo los ha escuchado de una tercera parte. Así el testimonio de Antonia ha quedado desbaratado.
Sin embargo, la acusación particular ha intentado salvarlo preguntándole por los gestos que le hizo la niña y que sí vio por sí misma. La mujer se ha levantado y ha hecho varios gestos agarrándose el cuello, bajando como un robot y limpiándose la cara. La mímica ha servido para salvar el filtro impuesto por el magistrado y relatar al jurado a grandes rasgos la explicación que la hija de Peral dio a su madrastra sobre la noche del crimen. Primero, presenciaron una pelea en el piso de arriba entre Peral y su novio Pedro en la que este la agarraba del cuello; luego, recuerdan ver a la víctima bajar por las escaleras medio drogado, como un robot, hasta que su madre volvió a subir con la cara ensangrentada.
En el pantano de Foix
La fiscalía pide para Peral y López, 25 y 24 años de prisión al estimar que mataron a Rodríguez para volver a estar juntos y luego lo calcinaron en su coche
La noche del 1 al 2 de mayo cuando se produjo el crimen estaban las dos hijas de Rosa Peral, de 6 y 4 años, en la casa donde fue asesinado Pedro Rodríguez. Al tratarse de menores de edad, el tutor legal que se les asignó pidió que quedaran dispensadas de declarar en contra de su madre, tal y como establece la ley. Y así fue. Este testimonio tenía un gran valor para la acusación mientras Rosa Peral y su abogada Olga Arderiu se han anotado un buen tanto.
Sin embargo, menos convincente ha sido el testimonio de su padre, Francisco Peral. El padre de Rosa tenía una difícil papeleta. También podía haber quedado dispensado de declarar en contra de su hija pero ha comparecido para protegerla negando todo lo que dijo en el pasado y que la podía incriminar. El padre durante la investigación admitió entre lágrimas que mintió porque se lo había pedido su hija. “No vi a Pedro en la casa el día 2 de mayo. Me equivoqué cuando lo dije”, ha explicado hoy. Durante la instrucción, el padre de Rosa mintió asegurando que vio al novio de su hija el día 2 cuando ya estaba muerto. Esto cuadraba con el plan de los acusados de incriminar al exmarido de Rosa, Rubén.
Según la fiscalía, Peral y López simularon que Pedro seguía vivo el día 2 de mayo (cuando en realidad había sido asesinado el 1 de mayo) para hacer ver que se había peleado con el exmarido de Rosa, Rubén; que este lo había matado y luego quemado en su coche en el pantano de Foix. Pero por sorpresa, el padre de Rosa se desmontó ante la policía y admitió que había mentido porque su hija se lo había pedido. En la sesión de este martes, el padre de Rosa Peral arriesgándose a ser acusado de falso testimonio, ha variado este relato que perjudicaba a su hija e incluso ha ido más allá diciendo que el día 2 a quien vio dentro de la casa de Rosa era a un vecino.
Para el abogado defensor del acusado Albert López, el padre de Rosa Peral tiene una importancia crucial en el caso. De hecho, su estrategia pasa por señalarle como la persona que ayudó a Rosa Peral a cargar el cadáver dentro del maletero del coche. Albert siempre ha mantenido que cuando llegó a la casa de Rosa de madrugada, el cadáver ya estaba cargado en el coche. En la sesión de este martes, el abogado ha sugerido esta tesis durante su interrogatorio. Le ha preguntado si recibió una llamada de su hija la noche del crimen antes de que llegase Albert y si se puede ir a pie a casa se Rosa. “Se tardan veinte minutos”, ha dicho.
El exmarido de Rosa Peral confirma el triángulo
El exmarido de Rosa Peral, Ruben C., también ha comparecido este martes. Ha reforzado la tesis de la fiscalía y la acusación de que Rosa Peral generaba a su alrededor un red de relaciones tóxicas que precedieron a la comisión del crimen. El exmarido ha confirmado que en diciembre de 2016 Rosa Peral mantenía una relación a la vez con él, con Pedro Rodríguez y con Albert López. El exmarido también ha recordado que fuera de su domicilio se enfrentó con unos hombres que lo seguían y que luego descubrió que resultaron ser detectives privados contratados por su exmujer. Rosa Peral quería saber dónde vivía su exmarido para ganar el pleito por la custodia de sus hijas. La fiscalía mantiene que Rosa y Albert intentaron endosarle a Rubén la muerte de Pedro conduciendo el móvil de la víctima hasta los aledaños de la vivienda de Rubén conscientes de que la policía rastrearía la señal y descubrirían que Pedro estuvo allí antes de aparecer calcinado en el pantano de Foix. Sin embargo, la única que sabía dónde vivía Rubén era Rosa y aquel día Pedro ya estaba muerto.