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“No comparto cómo se ha actuado con los manteros”

ENTREVISTA A ORIOL AMORÓS

El secretario de Migracions considera que el permiso de residencia debería ir asociado al de trabajo para evitar empujar a la economía sumergida a los migrantes

Oriol Amorós fotografiado el lunes en las dependencias de la Secretaria de Igualtat, Migracions i Ciutadania

MONTSE GIRALT

Oriol Amorós (Barcelona, 1970), secretario de Igualtat, Migracions i Ciutadania de la Generalitat, reivindica cambios en la ley de Extranjería para que los jóvenes migrantes, al cumplir los 18 años, mantengan el permiso de trabajo y pueden encarrilar una emancipación llena de escollos. Actualmente, un total de 4.300 menores que han llegado solos a Catalunya desde otros países, la mayoría de Marruecos, están bajo tutela de la Generalitat.

Las entidades sociales piden más liderazgo y una respuesta más transversal en la atención de los menores migrantes.

En los últimos 40 años Catalunya nunca ha tenido una acogida de emergencia de 4.000 personas, lo que ha supuesto que en alguna ocasión grupos de niños hayan tenido que dormir en una comisaría una o dos noches. Son 4.000 menores que debes proteger, que precisan personal las 24 horas del día los 365 días del año. No lo habíamos hecho nunca y se ha hecho sin presupuestos con una gestión de emergencia. La atención cuantitativa se ha hecho, luego vienen los elementos cualitativos. Debemos entender que existe una dificultad de partida, lo que nosotros hacemos con nuestros hijos durante 18 años con ellos lo debemos hacer en seis, ocho, 16 o en 20 meses. Al cumplir los 18 una tercera parte dice adiós, otra tercera parte sigue una buena trayectoria de emancipación pero todavía precisa de acompañamiento y el resto son chicos que todavía no son autónomos pero los hemos de ir sacando del sistema de protección porque ya no son niños pero no nos desentendemos de ellos.

¿Qué salidas se plantean?

Para lograr esta autonomía deben intervenir más actores, es muy importante el programa que se está haciendo en los centros de nuevas oportunidades para los jóvenes que no están siguiendo la educación formal y que no tienen inserción laboral. Nos faltaban cosas pero las estamos implantando tan rápido como podemos.

Y luego está el lastre de los papeles.

Atender a población vulnerable quiere decir vencer muchas barreras, la falta de formación, de conocimientos lingüísticos, de funcionamiento del mercado laboral, de habilidades sociales … Y hay barreras que nos las ponemos nosotros solitos gratuitamente. Cuando en doce meses hemos estado haciendo con un chico lo que una familia hace durante 18 años resulta que al alcanzar la mayoría de edad, en el caso que tengamos éxito, el primer regalo de aniversario que reciben es retirarles el permiso de trabajo. Y el Estado te dice que pueden recuperarlo con una oferta de un contrato a tiempo completo por un año. ¿Pueden decirme si nuestros hijos a los 18 años lo consiguen?

Complicado.

Imagínense si nuestros hijos fueran extranjeros, estuvieran solos y fueran mayoritariamente marroquíes, con todos los estigmas que eso supone. Además de la citada, otra dificultad es el proceso de documentación e identificación. Aquí hay una parte que depende del Estado español, que tiene toda la administración periférica colapsada. Hace pocas semanas estuve en la Subdelegación del Gobierno de Girona, donde hay una enorme diferencia entre los puestos de trabajo teóricos y los reales, con lo cual toda la tramitación de extranjería está colapsada. Su respuesta es que los funcionarios españoles no quieren venir a trabajar a Catalunya, y yo digo que tienen una salida que se llama interinos. Hay muchos catalanes que buscan trabajo y que estarían encantados de entrar como interinos mientras no tengan funcionarios.

Y hay más escollos.

Debemos pasar por Marruecos para que muchos de estos chicos puedan identificarse. Hasta noviembre del 2018, Marruecos permitía a los consulados emitir documentos de identificación, ahora no, por eso trasladamos al Gobierno español la necesidad de que en sus relaciones bilaterales pusiera este tema sobre la mesa. Antes el consulado podía identificar a los menores en mes o mes y medio, ahora tarden seis o siete meses. Esto supone que muchos cumplen los 18 años sin papeles, entonces sólo nos queda la posibilidad de tramitar el arraigo, que implica que estén tres años escondidos bajo las piedras.

¿En qué debería cambiar la ley de Extranjería?

Un cambio muy evidente sería que los jóvenes que antes de los 18 años tienen permiso de residencia y de trabajo, a los 18 y un día no les quiten el de trabajo para que puedan emanciparse. Por otro lado, en el 2018, en el Estado español hubo 672.000 altas del padrón procedentes del extranjero; en Catalunya 177.000. Esto no quiere decir crecimiento neto pues debemos restar los que se marcharon que, en el caso de Catalunya, fueron unos 100.000, por lo tanto el incremento fue de unas 80.000 personas. De dichas 672.000 altas, 127.000 fueron de la UE, por lo que tienen permiso de trabajo, y sólo hay 160.000 que tienen permiso de larga estancia, lo que quiere decir 385.000 altas en el padrón sin un visado asociado, 380.000 personas nuevas sin papeles.

¿Defiende papeles para todos?

No, entiendo que un mercado de trabajo se debe gobernar y que los años que teníamos un 20% de paro si hubiéramos dado entrada libre a todos hubiera comportado una tensión muy fuerte en el mercado laboral entre los sectores más vulnerables. No digo eso. ¿Pero es plausible que demos cero visados de trabajo a los países subsaharianos? ¿Tiene sentido cuando sabemos que vendrán? Yo pido una gestión realista de los mecanismos que ya hay y que si sabemos que tendremos inmigración tengamos la valentía de explicarlo a los ciudadanos. El Estado está perdiendo cada diez años dos millones de personas en edad de trabajar, una parte de esta cifra se cubrirá con inmigración sí o sí.

Reagrupación familiar

“En la primera década de este siglo vinieron decenas de miles de mujeres latinoamericanas que sufrieron la separación de sus hijos, si nos pasara a los autóctonos de clase media provocaría una revolución”

¿Qué otros cambios en la Ley de Extranjería propone?

Que todo permiso de residencia comporte permiso de trabajo y deberíamos flexibilizar las condiciones de reagrupamiento familiar. En la primera década de este siglo vinieron decenas de miles de mujeres latinoamericanas que sufrieron la separación de sus hijos, si nos pasara a los autóctonos de clase media provocaría una revolución, el dolor sería calificado de epidemia por la OMS. ¿De qué nos sirve que los hijos lleguen con 14 o 15 años y fracasen en la ESO cuando podrían venir con siete u ocho y aprobar la ESO?

¿Y respecto a la migración que viene de África?

Debemos tener una visión realista de las relaciones entre África y Europa. Hasta el año 2050 Europa perderá 150 millones de activos y África ganará 750 millones, pero Europa sólo dio 100.000 permisos de trabajo en el 2018. Esto no es realista. El embajador español en Mali me dijo que había gestionado cero visados de malienses hacia España en los últimos cinco años. ¿Cero? Pues en Catalunya tenemos 12.000 malienses. ¿Tiene sentido que se muera gente ahogada en el Mediterráneo cuya aspiración es recoger peras que los parados catalanes no quieren coger? Entiendo que la gente se queje del trabajo irregular, del top manta, que el paga impuestos se queje de que un competidor suyo tenga personas trabajando sin Seguridad Social, pero si queremos que esto no pase la gestión de la migración debe ser realista.

Con la llegada de los 4.000 menores el sistema se ha estresado. ¿Catalunya está preparada para acoger tal como la sociedad pedía hace dos años y medio?

Sí y lo hemos hecho. Hace dos años y medio teníamos 28 personas refugiadas en el programa estatal de acogida y ahora tenemos 2.443 y otras 203 en programas propios. En el 2018 tuvimos un crecimiento excepcional de menores migrantes, en el 2019 se ha moderado. Es cierto que la llegada de colectivos vulnerables requiere una atención pública importante y hacerlo en años sin presupuestos tiene sus dificultades.

¿A qué atribuye la reducción de las llegadas de menores desde comienzos del verano?

A las relaciones bilaterales entre España v Marruecos y al aumento de la vigilancia en la frontera, que no es una solución a largo plazo.

¿La comunidad marroquí debería implicarse más en la acogida de estos jóvenes?

A los catalanes de origen marroquí les pasa lo mismo que a todos los catalanes y es que la capacidad de hacer voluntariado depende mucho de cómo esté uno. ¿Quién hace voluntariado? Quien está bien y tiene una cierta estabilidad. Los jóvenes que han migrado solos son pobres y marroquíes y eso es causa de estigma.

“La mirada estigmatizadora la tenemos todos, el racismo no es exclusivo de los blancos”

¿También entre la comunidad marroquí?

La mirada estigmatizadora la tenemos todos, el racismo no es exclusivo de los blancos, es una enfermedad que por desgracia está bastante bien repartida. Esta mirada estigmatizadora también afecta a los hijos de los migrantes que llegaron hace 15 o 20 años. Me temo que afecta a todos y es algo que debemos solucionar.

El Ayuntamiento de Barcelona aplicó tras las elecciones la ordenanza que prohíbe la venta ambulante sacando a buena parte de los manteros. ¿Cuál debe ser su futuro?

La respuesta debe ser ordenar el flujo migratorio. En el 2018 entraron más de 672.000 migrantes en España, de los cuales 380.000 sin permisos de larga estancia. ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué son turistas que se han perdido mientras miraban la Sagrada Família? La perspectiva de la política europea y española de migración cero procedente del África negra es absolutamente irrealista.

“Un migrante en situación irregular solo tiene tres salidas: la economía sumergida; la ayuda social o el delito”

¿Qué debe hacerse una vez están aquí y se dedican a la venta ambulante?

Podemos hacer una política de presión sobre el espacio público y de aplicación de la ordenanza pero debemos ser conscientes que cumpliendo estas normas estamos empujando a estas personas hacia otra cosa. Un migrante en situación irregular solo tiene tres salidas: la economía sumergida; la ayuda social o el delito.

¿Comparte la actuación de presión sobre los manteros que ejerció Barcelona a partir del verano?

Se ha hecho de una manera que no comparto, cuando hablamos de población vulnerable me parece innecesario hacer exhibición de la fuerza, es lógico que se apliquen las ordenanzas pero no como se ha hecho.

En el 2017 la Generalitat hizo un llamamiento para conseguir 500 voluntarios que ejercieran de mentores de refugiados al que respondieron cerca de 3.000 personas. ¿Cuántos solicitantes de asilo han pasado por este programa?

Todos los que lo han pedido, unos 200. Ahora tenemos unas 50 parejas activas.

¿Cuántas personas sin papeles viven en Catalunya?

La cifra que puedo dar es la diferencia entre las personas empadronadas y los permisos de estancia legal, unos 100.000. Pero hay algunas que no han accedido al padrón con lo que se incrementaría el numero de irregulares, pero por otro lado hay empadronados que han marchado y no lo han notificado.

¿Cuál es la capacidad de acogida de Catalunya?

Esto no lo sabe nadie, depende de la marcha de la economía y de las políticas del conjunto de Europa, Catalunya no puede tener una política aislada de su entorno. Los discursos de Europa de que la expectativa migratoria es cero son muy pocos realistas. Hemos de decirle a la población la verdad, que habrá migración, hay gente a la que le gusta y a la que no. Si los países dieran permisos a unos 30.000 o 40.000 personas, del total de 90.000 que el año pasado cruzaron el Mediterráneo, se desincentivarían las mafias.

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