Ferrocarrils se refuerza para llegar al límite de su capacidad
La compañía invierte 300 millones hasta el 2021 en la mejora de la infraestructura para ganar fiabilidad cuando lleguen 15 nuevos trenes
El tiempo desde que se decide adquirir nuevas unidades de trenes hasta que llegan a ponerse en circulación es largo. Los procesos de licitación y fabricación desesperan a los políticos más impacientes pero, a la vez, dan margen de maniobra a los técnicos para tener todo a punto cuando lleguen.
Es lo que está haciendo Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), que invertirá 300 millones hasta el 2021 –a razón de 100 millones anuales– en el mantenimiento y mejora de la infraestructura existente. Se trata de renovaciones de catenaria, modernización de la señalización, mejora de los sistemas de comunicación entre los trenes y el centro de control... un conjunto de actuaciones que no lucen tanto como los grandes proyectos de prolongaciones de líneas ni la inauguración de nuevas estaciones pero que son fundamentales para afrontar el futuro más inmediato.
“El objetivo es garantizar la robustez y fiabilidad de la infraestructura para que a partir de 2021 pueda ir al límite de su capacidad y seguir manteniendo los índices de puntualidad cercanos al 100%”, apunta el presidente de FGC, Ricard Font, que hoy ha presentado los resultados de la compañía en el 2018.
La operadora pública tiene la mirada puesta en el 2021, cuando se incorporarán en la línea del Vallès 15 nuevos trenes que están en proceso de fabricación. El objetivo es reducir la frecuencia a dos minutos y medio entre plaza Catalunya y Sant Cugat y a cinco minutos hasta Sabadell y Terrassa. De esta manera se pondrá al límite la capacidad de la infraestructura, por lo que la compañía pública busca prevenir al máximo las posibles averías que puedan surgir.
La estación de plaza Catalunya tendrá los andenes más largos y nuevas escaleras mecánicas
Muchas de las actuaciones previstas en los 100 millones de inversión de este 2019 pasarán desapercibidas para los viajeros, aunque habrá una de ellas especialmente vistosa. Los andenes de dos vías de la estación de plaza Catalunya se alargarán unos 20 metros, ocupando el espacio de una antigua estación receptora de Endesa y ganando así el espacio que requieren los nuevos trenes, dotados de un sistema de seguridad que así lo requiere.
Las obras ya han salido a concurso público por valor de cinco millones de euros y se espera que empiecen en otoño. Durarán algo más de un año y comportarán también la renovación de las escaleras mecánicas y el desplazamiento de parte del vestíbulo afectado.
El grueso de la inversión se centrará en la línea del Vallès, aunque las actuaciones se extenderán por toda la red ferroviaria y se notarán en las cabeceras de Igualada y Manresa, así como a lo largo de la línea del Llobregat. Es ahí donde FGC proyecta la gran obra a medio plazo que puede doblar el número de pasajeros que mueve a diario: la prolongación de Plaça Espanya a Gràcia, un nuevo túnel de 4 kilómetros con paradas en Hospital Clínic y Francesc Macià. La Generalitat ha encargado a la empresa pública Infraestructures.cat la redacción del proyecto constructivo con el objetivo de poder licitar las obras en el 2021 y poner en marcha el servicio a medidados del 2025 o principios del 2026.