La falta de aparcamientos seguros frena la eclosión ciclista en Barcelona
Asignatura pendiente
El barómetro RACC del ciclista urbano suspende únicamente la seguridad de los estacionamientos de bicis en la vía pública
Si a un ciclista le comentan que su bici es muy vieja o está estropeada, lo más probable que conteste es que ya tendrá una nueva cuando no tenga más remedio que comprarse otra porque se la han rapiñado. El año pasado se denunció el robo de 1.417 bicis en la capital catalana, un 25% más que en el año anterior.
El aumento del número de sustracciones durante los últimos años ha crecido a la vez que lo hacía el uso de la bicicleta en Barcelona. Un estudio elaborado por el RACC indica que desde el 2010 ha aumentado un 56,1% el número de ciclistas y calcula que unas 63.000 personas usan la bici cada día como modo de transporte.
La cifra podría ser aún mayor si no fuera por los robos. Según el barómetro del ciclista urbano elaborado por el RACC, el principal freno que responden todas aquellas personas dispuestas a usar la bici en sus desplazamientos cotidianos pero que aún no han dado el paso es la falta de seguridad para dejar la bici aparcada en la calle. A su vez, los que ya son ciclistas valoran positivamente todos los aspectos por los que son encuestados excepto el de la seguridad de los cerca de 30.000 puntos de anclaje en U invertida que hay instalados en las calles de Barcelona. Es el único aspecto que suspenden, con un 4,3 sobre 10.
No es una razón infundada. Al 7% de los 600 ciclistas que han respondido la encuesta del RACC le han robado la bicicleta en los últimos cinco años y el 11% se ha encontrado la bici sin alguno de sus componentes. Por ese motivo, el 83% de los ciclistas guardan la bicicleta en casa por la noche, el 70,4% lo hace dentro del domicilio y el 12,6% en un parking propio. Sólo el 13,4% la deja aparcada en la calle, ya sea en un aparcamiento de U invertida o atada al mobiliario urbano.
El RACC plantea la necesidad de grandes aparcamientos en las estaciones
Ante esta situación, el RACC insta a mejorar la seguridad de los estacionamientos en la calle para evitar el robo de bicicletas. El director de la fundación RACC, Lluís Puerto, considera que el modelo de aparcamiento actual, pese a ser el más extendido a nivel internacional, “actúa de freno para nuevos ciclistas” y sugiere que se innove para mejorar la seguridad o se imiten soluciones existentes en otros países como los grandes parkings en lugares públicos de gran concurrencia que es habitual ver en algunas ciudades europeas. Desde el RACC ponen sobre la mesa la necesidad de crear estacionamientos específicos masivos y vigilados en intercambiadores de movilidad como la estación de Sants y plaza Catalunya.
En el área metropolitana ya se está avanzando en ese camino. El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, está estudiando alternativas y apunta en la dirección del modelo Vadebike, un servicio de pago presente en algunos puntos de la ciudad que sujeta la bici con tres cierres para complicar las cosas a los ladrones.
El club automovilístico también plantea la modificación de la normativa para que haya un espacio mínimo de aparcamientos de bicicletas en las viviendas de nueva construcción y apuestan también por el impulso del registro de bicicletas. Actualmente existe el Biciregistro, un sistema de identificación ideado por la Red de Ciudades por la Bicicleta que otorga un código único indestructible al que tienen acceso la dirección general de Tráfico y las policías de toda España. Diversos ayuntamientos del área metropolitana fomentan su uso pero Barcelona aún se encuentra en proceso de adhesión.
El 12% de los ciclistas ha sufrido un accidente
Más allá de la seguridad de los aparcamientos, el estudio elaborado por el RACC analiza en profundidad los hábitos y la opinión de las personas que se mueven en bicicleta por la ciudad. Uno de cada tres ciclistas reconoce que se siente vulnerable cuando circula por Barcelona. Los modos de transporte motorizados, especialmente los coches y los camiones, son los que provocan más inseguridad a los ciclistas. El 12% reconoce que ha sufrido un accidente alguna vez y el 45% ha estado a punto de tener uno en el último año.
Según los datos del mismo barómetro, los accidentes más habituales son los de ciclistas solos. En el 44% de los incidentes registrados no hay ninguna otra persona implicada aparte del ciclista, en el 19% hay un peatón implicado y en el 22% tiene que ver con un vehículo privado motorizado (en un 14% de los casos se trata de un coche y en un 8% una moto).
Teniendo en cuenta que un número importante de los accidentes son caídas simples, el RACC pide al Ayuntamiento que estudie proteger mejor los carriles bici para evitar lesiones con el mobiliario en caso de caída. También incide en la promoción del uso del casco y otras buenas prácticas de seguridad como los elementos reflectantes si se circula cuando oscurece.
El Bicing actúa como puerta de entrada a las dos ruedas
El nuevo barómetro elaborado por el RACC también ayuda a crear un retrato robot de un colectivo cada vez más poderoso en Barcelona. El 83% de los ciclistas utilizan la bici para sus desplazamientos cotidianos, para ir al trabajo o al centro de estudios. Tres de cada cuatro usuarios son trabajadores y los distritos con más ciclistas son el Eixample y Sants-Montjuïc. La mitad de los ciclistas han dado el paso a este modo de transporte sostenible en los dos últimos años. Los más recientes acostumbran a usar el Bicing mientras que la bici particular es mayoritaria entre los que suman más experiencia.
El 70% de ellos combinan el uso de la bicicleta con el transporte público, en función del momento. Es precisamente el transporte público lo que utilizaban en el 64% de los casos para hacer los trayectos que ahora realizan en bici. Sólo un 18% antes se movían en vehículo privado motorizado, ya sea coche o moto. Ese es, para el RACC, el cambio modal más interesante que potenciar porque reduce la congestión y mejora la calidad del aire.
Más diálogo con los vecinos al desplegar carriles bici
El barómetro elaborado por el RACC también incluye un trabajo de observación sobre el uso de la infraestructura existente. El resultado es que los carriles bici registran una media de paso de bicicletas acorde con la intensidad circulatoria de la vía. De los carriles bici analizados, el de la Diagonal (lado montaña entre paseo de Sant Joan y paseo de Gràcia) suma 382 bicis de media en hora punta. Esta cifra no incluye ni patinetes ni otros artilugios similares. Le siguen la calle Marina, con 195, y la Gran Via entre plaza Espanya y Aribau, con 149.
Todas ellas son vías fundamentales en la movilidad motorizada de la capital catalana que se han convertido también en ejes fundamentales para los ciclistas. En el otro extremo se encuentra una calle secundaria como Cavallers, entre avenida Pedralbes y González Tablas, con un paso medio de cuatro bicis por hora. El de Ganduxer, muy criticado por los vecinos, registra 13 bicis de media en hora punta. Sólo los de la parte alta marcan niveles de uso bajos, en el resto de la ciudad son calificados de uso medio o elevado.
En la presentación del estudio, el presidente del RACC, Josep Mateu, ha pedido al gobierno de Ada Colau que “escuche a los vecinos y a los comercios del entorno antes de implantar más carriles bici para evitar conflictos” como el existente en Sarrià-Sant Gervasi con el citado carril bici de Ganduxer y los del entorno del Turó Park. Además de un cambio en las formas previas al despliegue de la red de nuevos carriles bici, Mateu también pidió que se replantee el ritmo de implantación. “Antes de continuar extendiendo la red habría que auditar los carriles bicis existentes y consolidarlos”, ha planteado el presidente del RACC, que apuesta por resolver problemáticas puntuales antes de seguir ampliando la red para “evitar la generación de un sentimiento adverso hacia la movilidad ciclista”.
En este sentido, el club automovilístico recomienda priorizar los carriles de sentido único antes que los bidireccionales e instalar semaforización propia para los ciclistas en todos los carriles bici. Ambas opciones ya se están llevando a cabo por parte del Ayuntamiento, especialmente en aquellas vías más frecuentadas. El RACC también apuesta por hacer campañas informativas sobre la normativa ciclista y de convivencia para todos los modos de transporte. No en vano, el 46% de los encuestados admite que no conoce la ordenanza municipal que marca lo que puede hacer y lo que no cuando va en bicicleta.