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Barcelona salva su última cabina telefónica

En Sant Genís dels Agudells

Una consulta pregunta a los vecinos qué usos darle a este elemento para que no desaparezca de la ciudad

Imagen de la ultima cabina telefónica de Barcelona, en la calle Lledoner

David Airob

Barcelona decide el futuro de su última cabina telefónica antigua. Está en el barrio de Sant Genís dels Agudells (Horta-Guinardó), en la calle Lledoner, nº2, y una placa en la parte superior señala que su número es el 8595A.

Aunque hoy en día todavía funciona, le falta la puerta, tiene los días contados ya que en principio a finales de este año dejará de prestar servicio. Un año más de lo previsto después de que el Gobierno obligó en diciembre a Telefónica-Movistar realizar el mantenimiento de las cabinas durante el 2017.

Una vez que ya no funcione, será restaurada y cedida al Ayuntamiento de Barcelona que le dará nuevos usos después de que una vecina de Barcelona, Anna Farré, la sacara del olvido al iniciar una campaña para su preservación llegando a recoger más de dos mil firmas.

Un punto wifi, un intercambiador de libros o un teléfono de civismo son algunas de las propuestas para la última cabina de Barcelona

Tras el interés ciudadano, el Distrito de Horta-Guinardó en colaboración con la Asociación de Vecinos de Sant Genís dels Agudells y el Centre Cívic Casa Groga ha impulsado una consulta para pedir la opinión de los vecinos sobre qué hacer con la cabina. Hay cuatro opciones: un punto wifi, una línea directa al teléfono del civismo, un lugar de intercambio de libros y otra propuesta que los vecinos pueden realizar.

La votación se puede llevar a cabo hasta este viernes 13 de octubre en una urna habilitada en el Centre Cívic Casa Groga (avenida Jordà, 27). “Hemos iniciado el rescate de la cabina para convertirla en patrimonio histórico y urbanístico del barrio y de la ciudad”, aseguran fuentes municipales.

“Hay propuestas divertidas como que se haga un Superman o una mención a la película La cabina, dirigida por Antonio Mercero y protagonizada por José Luis López Vázquez”, detalla Xavier Civit, presidente de la Asociación de Vecinos Sant Genís dels Agudells.

Civit defiende la conservación de la cabina y recuerda con resignación que “somos el único barrio de Barcelona que no tenemos ninguna escultura ni ninguna placa”. Así que la cabina podría convertirse en una “especie de monumento tecnológico del siglo XX”, apunta.

Pendiente de definir su futura ubicación

Una vez que se conozcan los resultados la entidad vecinal tiene previsto reunirse con el Distrito para tirar adelante la propuesta. “La idea es tener en cuenta evidentemente las propuestas mayoritarias de la consulta, siempre que sean viables”, señalan fuentes municipales.

La entidad vecinal también defiende un cambio de ubicación. “Queremos que se traslade a la plaza de Meguidó ya que es el punto neurálgico del barrio donde se celebra la fiesta mayor, los niños juegan en la calle, además de estar el centro cívico y el local de la asociación de vecinos”, argumenta Civit.

Imagen de archivo de una cabina telefónica

Mané Espinosa

“Se prevé el cambio de ubicación de la cabina, pero todavía no está decido el lugar definitivo. La plaza Meguidó es una posibilidad, pero todavía no está cerrado”, explican desde el Ayuntamiento.

Tal como publicaba La Vanguardia, las primeras 16 cabinas telefónicas se instalaron en la ciudad de Barcelona en 1966 cuando José María Porcioles era alcalde. En 1999 todavía había 453 cabinas antiguas que han ido desapareciendo del paisaje urbano de la ciudad hasta solo quedar una, la de Sant Genís dels Agudells: la número 8595A.

Está previsto que la cabina funcione como tal a finales de este año