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Barcelona repara uno de sus iconos: la emblemática escultura ‘Dona i Ocell’ de Joan Miró

Su ‘trencadís’ dañado

Intervención en el mosaico deteriorado y parte de su base oxidada en el monumento de grandes dimensiones, ubicado en el parque del Eixample con el nombre del artista

Barcelona repara la emblemática escultura 'Dona i Ocell' de Joan Miró

LVD

Intervención en uno de los iconos de Barcelona. La emblemática escultura de grandes dimensiones, de 22 metros de alto, Dona i Ocell de Joan Miró, en el parque del Eixample que lleva el mismo nombre del artista, se encuentra en un proceso de reparación.

La Dirección de Arquitectura Urbana y Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona está llevando a cabo esta intervención después de revisar el monumento y comprobar que parte del trencadís se ha dañado, “presentaba algunas piezas caídas” y los hierros redondos del acero interior del hormigón, que sustentan la pieza, “se estaban oxidando en algunos puntos”, detallan fuentes municipales.

Intervención en el monumento 'Dona i Ocell' de Joan Miró

J. Sancho

Ante esta situación, el Ayuntamiento está realizando esta “actuación preventiva” y en primer lugar se ha intervenido en la base para “parar la oxidación” y ahora los trabajos se centran en rehacer las partes dañadas del mosaico, con nuevas piezas “encargadas al taller del autor original”, detallan. Se trataría de la primera actuación desde su inauguración, ya que “no consta ninguna anterior”, añaden las mismas fuentes.

Los trabajos, que empezaron en julio y está previsto que acaben a finales de septiembre, cuentan con un presupuesto de 34.200 euros (IVA incluido), procedente del presupuesto ordinario de la Dirección de Patrimonio.

Los trabajos se centran en su mosaico, algunas piezas se habían caído, y los hierros de la base de acero que estaban oxidados

Ya hace unos años, en mayo de 2012, el Ayuntamiento de Barcelona licitó los trabajos para coordinar una brigada específica encargada de la revisión y reparación de los monumentos, además de una serie de actuaciones extraordinarias de ciertas esculturas, como en el caso de Dona i Ocell. Este plan especial preveía la inversión de 1,1 millones de euros para reparar una treintena de esculturas.

La última escultura pública de Miró

La escultura, en uno de los extremos del parque, destaca por sus dimensiones y fue la última escultura pública del artista. Aunque se la conoce popularmente como Dona i Ocell, su nombre original es Dona-bolet amb barret de lluna, y se inauguró el 16 de abril de 1983 con la asistencia del alcalde Pasqual Maragall y el delegado de urbanismo Oriol Bohigas.

Miró no pudo asistir por motivos de salud, tres días después cumplía 90 años y falleció el día de Navidad de ese mismo año. Según las crónicas de la época, el coste de la construcción e instalación de la escultura fue de unos 15 millones de pesetas.

Obra en el parque Joan Miró con la escultura ‘Dona i Ocell’

J. Sancho

El cuerpo de la escultura está hecho en hormigón y recubierto con trencadís de cerámica en el que intervino el escultor Joan Gardy Artigas, hijo del ceramista Llorenç Artigas, íntimo amigo de Miró.

“Esta escultura, la última obra pública de Joan Miró, se nos presenta como la síntesis de la iconografía mironiana y a la vez un homenaje del artista a Antoni Gaudí”, señala en el portal Art Públic Rosa Maria Malet, hasta hace muy poco directora de la Fundació Joan Miró de Barcelona tras más de 30 años en el cargo.

Para realizar el monumento el artista se inspiró en una cerámica de metro y medio que realizó en 1954. La pieza se rompió y tuvo que ser reconstruida. Estaba olvidada en el almacén de la galería Maeght de París hasta que el artista pidió una copia, hecha por el escultor y ceramista Joan Gardy Artigas.

Con esta pieza y papel satinado de colores construyó el modelo de la nueva Dona i Ocell en la galería Maeght de Barcelona. Esta maqueta se conserva ahora en la Fundació Miró de Barcelona, relatan los cronistas Jaume Fabre y Josep Maria Huertas en el portal Art Públic, editado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Universitat de Barcelona.

Con este monumento también estaba previsto colocar una serie de pequeñas esculturas a su alrededor, pero el artista no pudo realizar las maquetas debido a su estado de salud.

Los homenajes de Miró a Barcelona

La relación entre Miró y Barcelona fue fructífera. Su huella está presente en puntos emblemáticos de la ciudad en forma de “homenaje” a Barcelona, tal como le gustaba decir al propio Miró.

Años atrás a la inauguración de la escultura Dona i Ocell, el artista ideó tres obras para dar la bienvenida a los visitantes a Barcelona por tierra, mar y aire. Así, el mosaico del Pla de l’ós de la Rambla, que se había convertido tras los atentos en un altar espontáneo, saluda a los que venían por mar, mientras que los que llegaban por aire son recibidos con el gran mural en la antigua terminal del aeropuerto de Barcelona.

Vista de parte del mosaico de Joan Miró en la Rambla de Barcelona después de que los servicios de limpieza retirasen las ofrendas en memoria de las víctimas de los atentados

La obra que quedó pendiente fue para los que venían por tierra. El artista ofreció la escultura Dona, ocell i una estrella y sugirió instalarla en el Parc Cervantes de la Diagonal, con una altura de hasta 60 metros.

Mural de Miró en la antigua terminal del aeropuerto de Barcelona

Xavier Gómez

Pero al final el Ayuntamiento descartó el proyecto, la maqueta de esta obra se puede ver en el Fundació Joan Miró mientras que la escultura real, al final de 12 metros de alto, se instaló en la Brunswick Plaza de Chicago, conocida como Miss Chicago.

Maqueta de la escultura 'Dona, ocell i una estrella', en el patio norte de la Fundació Joan Miró

Fundació Joan Miró

Pero la historia no acabo ahí. El entonces alcalde de Barcelona, Narcís Serra, a modo de desagravio pidió al artista, a punto de cumplir 90 años, si quería acabar de cumplir la promesa de años atrás y hacer realidad una obra que daría la bienvenida a Barcelona por tierra. El resultado fue Dona i Ocell.

“Miró aceptó, con una pieza que combina elementos de genitalidad femenina y elementos fálicos, entroncado con la costumbre romana de grabar un miembro erecto a las puertas de entrada en las ciudades, para designar salud y fuerza a los que llegaban”, relatan los cronistas Jaume Fabre y Josep Maria Huertas en el portal Art Públic.

Nuevo parque de limpieza del Eixample

La restauración de la monumento coincide con las obras de construcción del nuevo centro de limpieza en el parque Joan Miró, que fueron los terrenos del antiguo matadero de la ciudad. “Se aprovechó que en la zona se tenían que poner unas bastidas para hacer una primera revisión de la escultura”, especifican desde el Ayuntamiento.

Está previsto que las obras del parque de limpieza acaben en febrero del 2018 y el proyecto cuenta con un presupuesto cercano al millón de euros.

Plano de la intervención del nuevo centro de limpieza en el parque Joan Miró

Ajuntament Barcelona

La instalación dará mayoritariamente servicio al barrio de la Esquerra del Eixample y estará situado en el subsuelo, en la esquina de las calles Aragó y Tarragona, informan fuentes municipales.

La nueva construcción tendrá una superficie de unos 3.000 metros cuadrados y acogerá un espacio para usos complementarios del servicio de Parcs i Jardins, así como un local de la Asociación de Vecinos del Parc de l’Escorxador.

Por otro lado, el jardín de biodiversidad del parque se trasladará a una zona cerca de las pistas polideportivas con más metros de superficie.

La escultura ‘Dona i Ocell’ se inauguró en 1983